El máster en Salud Pública en Harvard, conversó con RESUMEN acerca de la recién llegada variante británica del SARS-CoV-2 y las estrategias del Gobierno a más de nueve meses de comenzada la pandemia en Chile.
Por Christopher Cortez
Nuestro país vive un aumento importante en los contagios durante los últimos días, mientras desde la autoridad central se esmeran en continuar entregando mensajes contradictorios, según expresa el también profesor de la Universidad de Massachusetts, priorizando los intereses económicos por sobre los sanitarios.
¿Cuál fue la cadena de errores que permitió que esta nueva variante británica de SARS-CoV-2 entrara a Chile?
Era evidente que, si el aeropuerto estaba abierto, la probabilidad que llegara alguien con el virus, variante o no, aumentara. Sobre todo, en un momento en que en muchos países la pandemia está fuera de control. Lo más serio, desde mi perspectiva, es que no tenemos aún un sistema de trazabilidad eficiente para poder monitorear lo que hacen los turistas cuando llegan a Chile. En el fondo, lo que revela esta situación, es que continuamos improvisando.
¿Qué fallas son similares a la primera llegada del virus en marzo? ¿El Gobierno ha aprendido de sus errores?
La llegada del virus entre febrero y marzo, era un momento en que todavía no estaba muy claro, pero en Chile no se tomaron medidas hasta que se declaró como pandemia. En cuanto a las similitudes, en ese momento, los controles en los aeropuertos eran realmente un chiste, no se mantenía distancia física, no se utilizaba mascarilla. Básicamente, era de un tremendo nivel de improvisación. Nueve meses más tarde, conocemos mucho más. Nosotros podemos predecir con certeza que el virus iba a entrar, y no por personas que regresaban de "vivir", sino por turismo. Hoy, lo grave, es que sabemos mucho más y no se tomaron las medidas adecuadas.
Eso, a pesar que el Gobierno está usando la narrativa que en Chile se está haciendo bien el monitoreo, por eso lo habíamos descubierto. En realidad, lo que deberíamos haber hecho es prevenir que entraran personas con el virus. Se abrió el aeropuerto en un momento en que sabíamos que venía un aumento de contagios y eso genera muchos mensajes contradictorios porque, en el fondo, hay limitaciones a nivel nacional al no poder viajar a otra ciudad pero sí se puede viajar por todo el mundo. Eso genera desconfianza.
¿Qué factores son determinantes para realizar una buena trazabilidad de los contagios y que no se han aplicado en Chile?
Muchos de los criterios que se han usado, probablemente, han sido utilizados en otros países. El problema está en que, el abrir el aeropuerto, independiente de los procedimientos, es una situación muy compleja durante un momento en el cual hay mucho contagio. La regla debería haber sido no abrir el aeropuerto, como lo han hecho países en modo preventivo.
El cierre es la medida central que debería tomarse durante varias semanas hasta que logremos bajar los contagios. Ahora, en Chile se produce la paradoja que nunca hemos logrado controlar el contagio. Desde que comenzó el "paso a paso" hemos mantenido los niveles que teníamos al principio o mediados de mayo, nunca bajamos de ahí.
No se trata solamente de procedimientos, que por supuesto deben existir porque tienen que realizarse algunos vuelos, pero se necesita limitar el arribo de, por ejemplo, turistas extranjeros, de modo que podamos prestar atención a la trazabilidad de los vuelos entre regiones, porque estos no se monitorean. Probablemente así, sería más difícil moverse en avión dentro del país, porque, en estos momentos, es muy fácil.
¿Cómo se podría revertir esta situación?
Se necesita hacer mucha mejor trazabilidad, hacer bien el testeo y el aislamiento. Se necesita educar a las personas respecto al riesgo de permanecer en espacios cerrados no ventilados o donde hay mucha interacción con la gente. Hay que cambiar la narrativa completa: esto significa no modificar solo el mensaje sino también al mensajero, porque es poco creíble.
También se requiere reconocer los errores y asumir ciertas responsabilidades políticas. No puede ser que la subsecretaria nos haga creer que se hizo bien en el aeropuerto cuando, lo que demostró, es todo lo contrario. Y se necesita una atención mucho más grande para cortar la transmisión de contagios, para lo que hay que enfatizar en que las personas no estén en lugares cerrados y pocos ventilados.
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Estamos en un contexto general de laxas medidas de control sanitario, pero aumento de medidas de corte autoritario.
En estos momentos, la estrategia está fundamentalmente dirigida por el Ministerio de Economía, así que yo no espero que haya muchos cambios. No es una estrategia sanitaria, sino una para mantener cierto nivel de actividad económica.
No se pueden tomar medidas que no se puedan fiscalizar. Las cuarentenas de fin de semana no hacen ningún sentido, no le da a la gente confianza ni paz en el mensaje. Falta una manera mucho más amable con las personas para enfrentar esta situación.
Si se toman medidas estrictas, tiene que haber una muy buena fiscalización. No sacas nada con decir que no se pueden hacer fiestas si estas no se fiscalizan. El toque de queda, supuestamente, es para evitar que haya mucho tráfico pero igual hay harto vehículo en la calle. El encerrarnos el fin de semana hace que la gente salga más durante la semana y se cuide menos esos días. Tenemos que enviar mensajes mucho más simples y menos contradictorios.
¿Cuáles acciones recomienda seguir a la población? ¿Con qué tipo de medidas no debemos bajar la guardia?
Lo más importante es permanecer en lugares ventilados: balcón, patio, plaza, que corra el aire. Si van a haber varias personas o se encontrarán con alguien que no se ha cuidado, mantener la distancia física. El vector más importante de contagio es el aéreo. No significa no ver a nadie, pero sí hacerlo con estas medidas.
Hoy el Ministerio de Salud anunció un permiso de vacaciones que permite viajes interregionales. ¿Qué te parece?
Es una estrategia extremadamente optimista, contradictoria con el anuncio de que hay más contagio. Es otro más de los que sugiere que estamos en una cierta normalidad.
Países como Japón han aplicado una buena trazabilidad y las llamadas 3C, que quiere decir no tener conversaciones sin mascarilla, evitar estar en espacios cerrados mal ventilados y evitar aglomeraciones. Además, fomentan la recreación en parques, plazas y entornos naturales. ¿Qué efectos tendrían estas medidas aplicadas en Chile? ¿Podría ayudar a la población a enfrentar de mejor forma la pandemia?
Absolutamente. Esa es una de las cosas que creo se deberían enfatizar e informar al respecto. Obviamente es muy difícil en una sociedad en la cual los espacios abiertos están mucho más limitados en las zonas más vulnerables, pero es necesario decir que es seguro estar al aire libre.
Las autoridades chilenas parecieran ir en otra dirección: negligencia extrema en el control del virus, mientras aumentan el control autoritario y represivo contra la población.
¿Qué recomendaciones daría usted a las personas que se encuentren al aire libre y sean eventualmente abordados por una patrulla policial o militar? ¿Cómo argumentar de la manera más precisa el hecho que permanecer al aire libre es una actividad de bajo riesgo?
Es difícil hacer una recomendación al respecto. Si pasa, simplemente decir la verdad, argumentar que, por ejemplo, los niños necesitan salir. Hay que comunicar la realidad nada más.