Traducido por resumen.cl
Temprano esta mañana, 25 diputados de Syriza dejaron el grupo parlamentario del partido para crear un nuevo grupo bajo el nombre de «Unidad Popular». La mayoría de estos diputados están afiliados a la Plataforma de Izquierda, pero algunos otros también se unieron, como Vangelis Diamantopoulos o Rachel Makri, un cercano colaborador de Zoe Kostantopoulou.
Este es un avance importante para la política griega y también para la izquierda radical, tanto en Grecia como en el ámbito internacional. Tres elementos deben ser enfatizados. La primera es que «Unidad Popular» es el nombre del nuevo frente político que reagrupa trece organizaciones de la izquierda radical, los mismos que firmaron el texto emitido el 13 de agosto pidiendo la constitución del Frente del No. Este fronte es, por lo tanto, el primer resultado tangible de una recomposición dentro de la izquierda radical griega. Una recomposición que se retrotrae a las lecciones de los últimos cinco años y, por supuesto, viene de la experiencia de Syriza en el cargo y de la catástrofe resultante. Pero la idea del frente es aún más amplia que esta, es proporcionar una expresión de fuerzas sociales que no necesariamente se reconocen a sí mismos como parte de la izquierda, que quieren luchar contra la austeridad, los memorandos y la «regla de la Troika» del nuevo Memorando.
El segundo es que el objetivo del nuevo referente es constituir la expresión política del No, opción tras la que se expresaron tanto en las elecciones de enero y en el referéndum del 5 de julio pasado. Las principales líneas programáticas son la ruptura con la austeridad y los memorandos, el rechazo de todas las privatizaciones y la nacionalización bajo control social de los sectores estratégicos de la economía, empezando por el sistema bancario, la cancelación de la mayor parte de la deuda griega (a partir de la interrupción inmediata de su devolución) y, en general, un conjunto de medidas radicales que van a cambiar el equilibrio de fuerzas en favor del trabajo y de las clases populares y abrir un camino para la reconstrucción progresiva del país, de su economía y de sus instituciones.
Estos objetivos no se pueden realizar sin salir de la zona euro, como el reciente desastre ha demostrado abundantemente, y sin romper con todo el conjunto de políticas institucionalizadas por la UE. El referente también tendrá que luchar desde el internacionalismo, en torno a objetivos comunes a nivel europeo e internacional y apoyará salir de la OTAN, rompiendo los acuerdos existentes entre Grecia e Israel y radicalmente opuestos a guerras e intervenciones imperialistas. Este programa de transición se sitúa en perspectiva de un socialismo del siglo 21.
La tercera es que este nuevo grupo parlamentario es ahora el tercero en términos de su tamaño en el Parlamento griego, por delante de Amanecer Dorado, el partido neonazi. Esto significa que en los próximos días su líder, Panagiotis Lafazanis, obtendrá un mandato para constituir un gobierno que tendrá una duración de tres días, ya que la Constitución griega lo establece así. Después de la dimisión del gobierno de Tsipras, este mandato se encuentra ahora en manos de la segunda parte en el Parlamento, Nueva Democracia, el principal partido de la oposición de derecha. Este lapso de tiempo será utilizado por la Unidad Popular para lanzar un amplio debate y la movilización de todas las fuerzas sociales que desean combatir la austeridad y los memorandos, la anterior, así como el nuevo.
El programa del partido y todo el apoyo que recoge entre las principales personalidades de la izquierda griega, se espera que sea impresionante y se dará a conocer a principios de la próxima semana.
Atenas, 21 agosto 2015