Gustavo Petro renovó la totalidad de la cúpula de las Fuerzas Armadas y Policía de Colombia

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, cambió a toda la cúpula de las cuestionadas Fuerzas Armadas (FFAA) antes de cumplir una semana en el cargo, lo que implicó la salida 40 generales y almirantes del Ejército, Fuerza Aérea, Armada y Policía. La renovación es un paso para limpiar estas estructuras de corrupción y violaciones a los derechos humanos.

Por Alejandro Baeza

Fue la tarde el pasado viernes que el recientemente asumido presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció la salida de la oficialidad directiva de las ramas de las FFAA y policía, señalando que «La nueva cúpula va a dirigir a la Fuerza Pública de Colombia, con los objetivos de la Política de Seguridad Humana que prometimos y que queremos volver práctica, para saber de su eficacia en términos de garantizar paz, disminución de la violencia, de la criminalidad y del incremento sustancias del respeto a los derechos humanos».

"Aquí no miramos pensamientos políticos. Nos interesa que esta fuerza pública sea profesional, que pueda valorar sus hombres y sus mujeres de base, un tema que hablamos particularmente. Queremos una política de dignificación y de mejoría de la calidad de vida de la familia de los soldados y policías" indicó el mandatario.

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La acción corresponde a la promesa de campaña de realizar una nueva política en seguridad, denominada Seguridad Humana, que pretende orientar a los uniformados en el respeto por los derechos, libertades, pero sobre todo la vida e integridad de la totalidad de la población, que busca hacer énfasis en la protección de líderes sociales, defensores y defensoras de derechos humanos y socioambientales, los que han sido víctimas de las Fuerzas Armadas.

Asimismo, Petro comentó que cambiará la política de ascensos para dejar de ser en un reconocimiento por las bajas causadas. "Ese criterio de ascenso medido por bajas, que generó tal desastre hace unos años, tiene que cambiar, para que el ascenso sea medido al contrario, porque se impidió la masacre, la muerte de líderes sociales, asesinatos de excombatientes, se logró resultados de pacificación; el indicador cambia de muertos hacia la vida", sentenció.

Esta movida pretende alejar del servicio a las tropas que hayan tenido de alguna forma participación en los crímenes de Estado como los falsos positivos y las masacres utilizando como excusa la lucha contra las guerrillas, así como los lazos con la corrupción y grupos del narcotráfico que han permeado de manera profunda a estructura de las Fuerzas Armadas colombianas, así como de la institucionalidad del Estado en general.

Por ello es que en línea de mando del Ejército, probablemente lo que se busca es sacar oficiales «troperos» (de alguna manera relacionados con estas operaciones) y sin experiencia aún en terreno, y por ende menos contaminados.

A diferencia de lo ocurrido en Chile, apenas asumido el presidente Petro ha realizado acciones concretas de cambio de régimen más allá de los discursos, en uno de los países donde la derecha es más poderosa y violenta en toda América Latina. Así, durante los primeros días cumplió su promesa de normalizar las relaciones diplomáticas con el gobierno de Venezuela interrumpidas en 2019 con el fracasado proyecto Guaidó.

Además, el mismo día en que ambos estados comunicaron a sus respectivos embajadores, una delegación encabezada por el canciller, Álvaro Leyva, llegó hasta Cuba para comenzar el proceso de retomar los diálogos de paz con el ELN, una guerrilla que permanece activa en Colombia.

 

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