[resumen.cl] Un nuevo episodio de emanaciones de gases desde la planta de celulosa CMPC se registró este martes en Nacimiento. Vecinos del sector indicaron que la misma situación se produjo el día anterior y que los intensos olores duraron cerca de 3 horas. Los dardos apuntaron rápidamente a la industria de celulosa propiedad de CMPC, ya que hace años que tienen que vivir soportando estas situaciones.
En Nacimiento se encuentra instalada la planta de celulosa Santa Fe, propiedad de la empresa CMPC (Grupo Matte) uno de los 2 principales grupos económicos dedicados la producción de pulpa de celulosa y papel a partir de la explotación del monocultivo forestal. Según datos de la propia empresa, poseen plantas en Chile y Brasil, las que producen unas 4 millones de toneladas anuales de celulosa.
Los reiterados episodios de malos olores han generado en Nacimiento indignación y «banderazos» en 2015 y protestas nocturnas en 2018. Según vecinos y vecinas, entre los problemas más reiteradas que afectan su salud de la población se cuentan: irritación de ojos y del sistema respiratorio, alergias cutáneas, todo lo cual se acentúa en niños y adultos mayores. Por esta razón han surgido movilizaciones y quejas por parte de pobladores y pobladoras de la zona que exigen «justicia ambiental».
En conversación con Resumen, Luis Vergara, concejal independiente ligado al Frente Amplio de la zona, explicó que las emanaciones de gases tóxicos por parte de la industria de CMPC, viene produciéndose hace años. Sin embargo, en los últimos meses ha existido una agudización de estos eventos, lo que ha generado también un aumento de las denuncias de los y las vecinas en contra de la contaminación. Vergara explicó que uno de los eventos tóxicos más grandes fue registrado el 19 de noviembre de 2018, en donde habría fallado una empaquetadura de la empresa. El 21 de noviembre se realizó una manifestación convocada por el movimiento «Limpiemos CMPC» que terminó con una negociación y firma de 12 puntos, los cuales según señaló Vergara no se han cumplido hasta la fecha.
El concejal explicó que entre los doce puntos que se firmaron con el Gerente de Sostenibilidad y Medio Ambiente Augusto Robert, se contaba «invertir en tecnología para reducir emisiones de gases tóxicos, de material particulado pm 2,5, nada de eso… Se comprometieron a recuperar la ribera del río Biobío para uso familiar, lo que se hacía antes de la llegada de la celulosa. Solamente desmalezaron, al final el movimiento ‘Limpiemos CMPC’ y las mujeres recuperaron la orilla del río».
Pese a que la empresa suele tratar los problemas ambientales de la celulosa como un hecho puntual y aislado, la población de la zona afectada argumenta que estos episodios son constantes y constituyen una amenaza cotidiana para la salud de la población. Por su parte Luis Vergara enfatizó que «no son problemas de olores, sino de gases tóxicos». Además, explicó que están investigando sobre una posible contaminación del agua que beben los habitantes de Nacimiento por parte de la industria de celulosa. A ello se agrega una plaga de termitas que afecta a la población, fenómeno que varios ex trabajadores de CMPC han coincidido en señalar al movimiento «Limpiemos CMPC» y «No+Termitas» se habría producido por mal manejo de residuos de la empresa.
Por su parte, la empresa asumió la responsabilidad del hecho indicando que se debería a faenas de normalización de la puesta en marcha de la línea 1 de la planta Santa Fe, según informó Biobiochile
Emisiones atmosféricas de la industria de celulosa.
La contaminación atmosférica emitida por las plantas de producción de celulosa y papel se caracteriza, tal como otras actividades industriales, por la liberación al ambiente de dióxido de azufre (SO2), material particulado, óxidos de nitrógeno (NOx), dióxido de carbono y monóxido de carbono, además de los denominados gases TRS, especialmente el sulfuro de hidrógeno (H2S)
Los gases TRS agrupan a un conjunto de compuestos que se generan en el proceso de producción de celulosa, los más importantes son el sulfuro de hidrógeno (H2S), los mercaptanos (CH3SH), el dimetil-sulfito (CH3SCH3) y el dimetil-disulfuro (CH3SSCH3). Estos gases tienen la característica de emitir fuertes y desagradables olores que pueden extenderse por grandes distancias. Los mercaptanos por ejemplo, son compuestos organo-azufrados que son perceptibles aún en muy bajas concentraciones, y que emanan en todas la línea de producción de la celulosa y el papel. El sulfuro de hidrógeno, presenta un olor a descomposición de materia orgánica similar al de los huevos podridos. Estos compuestos se generan en varios equipos de las plantas de celulosa, donde pueden ser recolectados, lavados para retirar las sustancias sulfuradas y otras que tienen valor para su uso en la misma planta, y finalmente incinerados, ya sea en la caldera recuperadora, el horno de cal u otra unidad de quemado especializada.
En todas las zonas urbanas cercanas a estos complejos industriales, la población se ve afectada por recurrentes e intensos episodios de olores. En Constitución, región del Maule, los vecinos han debido soportar durante más de 40 años los nauseabundos olores emanados desde la planta CELCO también de Forestal Arauco. En la provincia de Arauco, habitantes de Laraquete y Carampangue se han visto afectados producto de la contaminación, lo que también puede percibirse al transitar por la Ruta 160. Por otra parte, en Laja y San Rosendo, la planta de celulosa CMPC-Laja caracteriza hace décadas a ambas ciudades con este hedor.
En repetidas ocasiones, vecinos de la planta de celulosa Nueva Aldea de Celulosa Arauco (grupo Angelini) en la comuna de Ranquil han denunciado persistentes malos olores y dispersión de compuestos contaminantes, explicando que les han provocado trastornos en su salud y su calidad de vida.
CMPC y Celulosa Arauco lideran el negocio forestal a costa de múltiples impactos socioambientales.
Pese a que las empresas forestales han asegurado beneficios de las sucesivas décadas de rotaciones de plantaciones forestales para la mantención del suelo y de los bosques nativos remanentes, múltiples denuncias y estudios indican consecuencias como: pérdida de bosque nativo y biodiversidad, impactos por alto consumo de agua, reducción de potencial hídrico en pequeñas cuencas hidrográficas, alto riesgo de propagación de incendios forestales de grandes magnitudes, facilitación para la introducción de especies invasoras, entre otros impactos.
Mientras tanto, según indicó Pulso «CMPC reportó a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) que sus ganancias en el 2018 fueron de cerca de US$ 502 millones, un alza de cerca 387% si se compara con los US$ 103 millones de utilidades que obtuvieron en 2017». Estas impresionantes ganancias se desarrollan día a día mediante el sacrificio de la salud de la población y de diversos ecosistemas de la zona centro sur de Chile.
Los sucesos de contaminación en Nacimiento ocurren mientras se materializa una de las inversiones de la industria forestal más grandes de la historia del país, a través del proyecto M.A.P.A. que modernizará y ampliará las instalaciones de la planta de celulosa de Horcones en la provincia de Arauco. Este proyecto es impulsado por Forestal Arauco, de los Angelini, el otro grupo empresarial que junto con CMPC, lideran el negocio forestal en Chile.
En la actualidad en Chile existen 8 plantas de celulosa en funcionamiento. Planta Constitución, Planta Licancel, Planta Valdivia, Planta Arauco y Planta Nueva Aldea de Forestal Arauco. Mientras que CMPC cuenta con la planta Santa Fe, Pacifico y Laja. La región del Biobío es la zona con mayor numero de ellas, contando con 3 celulosas en las comunas de Nacimiento, Arauco y Laja, las cuales han ocasionado graves problemas de contaminación.
Fotografía principal: Planta Santa Fe de CMPC en Nacimiento.