No solo espionaje hacia la ciudadanía se ha podido advertir del masivo hackeo de correos e información provenientes del Estado Mayor Conjunto. También se han descubierto ciertas sutilezas «temerarias» al interior de sus filas, como el intento de ocultar la compra de alcohol de un almuerzo por parte de un cabo de la Armada, a cargo del servicio por una reunión bilateral y hacerlo pasar como parte de los gastos del menú.

Por Juan Contreras Jara / Felipe Soto Cortés

Bajo el titulo de «Elección de almuerzo para reunión bilateral» fue enviado un correo por parte de un funcionario del Estado Mayor Conjunto el 9 de octubre del año 2019 a una funcionaria del Club Naval de Valparaíso, con copias a otros funcionarios de la Armada, en donde se detalla la elección del tipo de almuerzo para los comensales y se expresa considerar en la cotización final «mantener monto de dinero por concepto de alcohol, pero que no aparezca la descripción de este».

Como se aprecia en el correo enviado por el cabo primero Christophers Narváez, el almuerzo del conductor también formaba parte de los gastos que no debían ser rendidos, dejando de manifiesto la posible manipulación de los montos asignados para estas actividades por parte de la Armada, quienes según el documento, terminarían rindiendo lo que estiman conveniente, pero no lo que realmente se gastaría en una actividad como esta.

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No obstante, otros correos revelados por el hackeo enviados a la funcionaria del Club Naval indican que finalmente la reunión bilateral no se realizó, pues fue suspendida a petición del mismo funcionario, aludiendo a la situación en la que se encontraba el país. Presuntamente podría tratarse del Estallido Social. Pero la situación relatada, con tanta naturalidad, hace pensar que este tipo de acciones puedan ser parte de la cotidianidad en la rama castrense.