Que se entienda que estas prácticas dictatoriales son inaceptables y, como esto no lo pueden tolerar quienes son parte de la comunidad UdeC, les pido solidarizar con esta situación estando alertas y exigiendo a la institución el cese de estas querellas y acciones represivas, que vuelva a su origen y pase a ponerse al lado de las transformaciones para un Chile mejor. Eso esperamos de la UdeC.
Por Robinson Silva Hidalgo
Qué pena, en el sentido mexicano del término, qué vergonzoso observar la actuación del la UdeC, esa Universidad de la que muchos nos sentimos orgullosos y cercanos, caiga en la más vil de las prácticas persecutorias hacia estudiantes movilizadxs, querellándose contra ellxs por ser activxs manifestantes contra el neoliberalismo, esa misma ideología que abdujo a toda institución -pública y privada- en Chile.
Que los estudiantes penquistas (y del todo el país, por cierto) salgan a dar cara a los más de 40 años de imposición de esos poderes que hoy se develan caóticos y funestos, habla de jóvenes críticos que solo ponen su cuerpo y sus ideas como resistencia frente a esos poderes asustados y delirantes.
Pues bien, esta UdeC no es la de David Stitchkin ni la de Edgardo Enríquez, ni se acerca a la de Miguel, Luciano o Bautista, no honra a Muriel Dockendorff o a Manuel Sanhueza, tampoco a Silvia Calfulén o Caupolicán Inostroza, y así a tantos luchadores por construir un espacio crítico y democrático para el saber. Esa historia perdida allí (y tristemente en casi toda la Academia chilena) tiene un capítulo más de ignominia con esta persecución a las y los luchadores de hoy y que el silencio sea lo que impere, dentro y fuera del campus patrimonial.
Hoy se conoció la triste noticia del secuestro por horas efectuado por Carabineros de estudiante que se movilizan contra la rectoría de esa casa de estudios para que desista de las acciones represivas contra 12 estudiantes que arriesgan cárcel por razones políticas. Que se entienda que estas prácticas dictatoriales son inaceptables y, como esto no lo pueden tolerar quienes son parte de la comunidad UdeC, les pido solidarizar con esta situación estando alertas y exigiendo a la institución el cese de estas querellas y acciones represivas, que vuelva a su origen y pase a ponerse al lado de las transformaciones para un Chile mejor. Eso esperamos de la UdeC.
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Estas acciones son necesarias considerando que se plantea el que la Convención Constitucional busca sesionar en sus dependencias. Esto es inaceptable mientras la Universidad no deponga las acciones en contra de los derechos fundamentales contra luchadores de la actual revuelta social, es imperativo.
Les pido compartir, escribir a autoridades y docentes de la UdeC que sean cercanos para presionar y liberar a estos 12 jóvenes del peso reaccionario.
La UdeC volverá a ser democrática y transformadora ¡Adelante!