Por: Dave Welsh / Counterpunch
Traducido al español para rebelion.org por J.M.
Una muchedumbre se reunió la noche del viernes en la tercera calle, arteria principal del distrito Bayview (San Francisco, N. de E.), para honrar y llorar a Jessica (Nelson) Williams, otra persona afroamericana abatida a tiros por la policía. «Las autoridades de la ciudad tienen esta idea retorcida de la supremacía blanca, tan engañosa», dijo una mujer. «Debemos retomar las riendas de nuestra comunidad. Cada uno tiene que encontrar su lugar en este movimiento e involucrarse».
«No tengan miedo de la policía», dijo otra mujer. «Opine, posiciónese, mantenga su postura». Marla, una joven poeta, pronunció estas palabras desafiantes. Estamos ante un joven y nuevo movimiento, seguro de sí mismo, que está floreciendo delante de nuestros ojos.
Oscar Salinas, participante de la Coalición de Partidos Unificados, (formado después de que la policía disparase 59 tiros matando a Alex Nieto mientras comía un burrito) y cuyo presidente honorario es Alex , transmitió un fuerte mensaje de solidaridad de la alianza Black and Brown , que lucha contra la impunidad policial.
Jeremy Miller, de la Fundación Idriss Stelley, expone mordazmente las «reformas» que propone la policía a través de la ineficaz Comisión de Policía de la ciudad. «Tratan de engañarnos», dijo. Advirtió de la actual propuesta de dar a todos los policías una pistola eléctrica, supuestamente como una forma de frenar los asesinatos provocados por la policía. (Los policías han matado a nivel nacional a unas 1.000 personas con pistolas eléctricas desde que se introdujeron).
«Este es el lugar donde entrenan a los oficiales para matar a nuestros hijos»
Rápidamente la vigilia se convirtió en una marcha. A medida que los más de cien manifestantes avanzaban por la tercera calle de este barrio históricamente afroamericano, desde el sistema de sonido móvil explotaba la voz de una mujer cantando una canción: «Soy el guardián de mi hermana. Soy el guardián de mi hermano. Yo soy el guardián de mi familia. Yo soy, yo soy, yo soy». Los manifestantes corearon junto con su música irresistible, en una llamada con respuesta: «Estamos tomando de nuevo nuestra tierra robada (que tú no puedes tener, no, no puedes)".
Cuando la marcha llegó a la estación de policía de Bayview los manifestantes formaron un círculo. Una mujer dijo: «Este es el lugar donde entrenan a los oficiales para matar a nuestros hijos». Mientras los manifestantes se detenían en la intersección diciendo «Esta es mi tierra, esta es nuestra tierra», la anciana de la comunidad Mama Ayanna, realizó poderosas ceremonias de curación y resistencia mientras la gente recitaba la lista interminable de afroamericanos y latinos asesinados por la policía. Un joven activista afroamericano, con visible dolor en su rostro, dio la vuelta al círculo quemando salvia. Fue un momento espiritual, pensando en Jessica y las abortadas posibilidades de su corta vida y uniendo a los participantes entre sí para un propósito común.
Según SFGate, la web del San Francisco Chronicle, cuando Jessica Nelson se trasladó a la zona de la bahía de Sacramento cayó en una comunidad de personas sin techo «y se unió a Jennifer Williams, que se convirtió en su "madre" de la calle. Su vínculo era tan fuerte que cambió su apellido. "Éramos su familia de la calle", dijo Jennifer Williams. «Nos ocupamos de Jessica y la queríamos mucho. Era una mujer fuerte, con talento y un poco mandona. No hay ninguna razón para que haya muerto de esta forma. No tiene sentido». La web 48 Hills citó a su madre de la calle diciendo "que Jessica y su prometido acampaban cerca. Tenían que mantenerse en movimiento cuando llegaba la policía, pero siempre estaban con la gente, siempre ayudando". Jessica, madre de cinco hijos, parece que estaba embarazada de cuatro meses en el momento de su muerte.
La marcha-vigilia fue iniciada por The Last 3% of SF y Anti-Police-Terror Project a petición de la familia de Jessica, junto con Black Lives Matter Bay Area, los cinco huelguistas de hambre de Frisco, # Frisco500, así como las coaliciones de justicia para Mario Woods, Alex Nieto, Amílcar López Pérez y Luis Góngora (todos muertos a manos de la policía de San Francisco en los últimos dos años).