La radicalización del macartismo sionista en Alemania

El primer ministro de Israel y el ex ministro de defensa son oficialmente un prófugo de la justicia después de que la Corte Penal Internacional evacuara una orden de detención en su contra. Es decir, todos los países firmantes del pacto de Roma están legalmente obligados a detenerlo si este pisa su territorio. También la República Federal de Alemania.

Por Edmundo Arlt / Corresponsal en Berlín

Sin embargo, el gobierno teutón ha guardado un riguroso silencio sobre la orden de detención. No ha habido ninguna declaración oficial del gobierno que confirme la orden de detención. La vocería de gobierno no logró brindar una posición clara ante la insistencia de los periodistas.

Pocos días antes de la orden de detención contra Netanyahu y Galant, el parlamento alemán se permitió aprobar una nueva resolución contra el Antisemitismos que fue votada por todos los partidos. Todos los partidos incluidos los neofascistas del AfD con la única excepción del moribundo Die Linke (la izquierda). Tanto el parlamento como la prensa se apresuraron en señalar que la resolución no es legalmente vinculante, aunque sin señalar sus consecuencias concretas.  Sin embargo, dos eventos pueden aclarar sus consecuencias. El primer caso involucra al arquitecto James Bridle, quien ganó el premio de teoría de la arquitectura de la Fundación Schelling. La Fundación decidió no entregar los diez mil euros que incluía el premio pues Bridle firmó una declaración de no colaboración con las instituciones israelíes que permaneciesen silenciosas ante la opresión de los palestinos. El segundo caso involucra a la académica chilena Camila Vergara, hija de la interventora empresarial María Verónica González en el gobierno de Pinochet,  quien brindaría una conferencia en el Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad Técnica de Darmstadt. La invitación fue cancelada, apelando a sus comentarios críticos contra Israel. Ambas decisiones se basaron en la resolución del parlamento alemán contra el antisemitismo.

Te puede interesar | Nepo Babies: Privilegios en pañales

El problema concreto no sólo es el atlantismo que celebra la orden de detención contra Vladimir Putin evacuada por la Corte Penal Internacional, condenando o guardando silencio contra medidas equivalentes contra Netanyahu y Galant. Tampoco en la participación por acción u omisión en el genocidio en curso contra Palestina. Menos aún en la necesidad de defender política y mediáticamente esta incongruencia.

El problema concreto reside en derogar las instituciones internacionales nacidas bajo el sudor, las lágrimas y la sangre provocadas por la Segunda Guerra Mundial Sean estas las Naciones Unidas, las organizaciones de DDHH y la heredera de los Tribunales de Nuremberg, es decir, la Corte Penal Internacional. Todos estos "demonizan a Israel" y son, por supuesto, antisemitas.

Esta absurda táctica política beneficia a antisemitas y a neofascistas. A los antisemitas pues el uso inflacionario del antisemitismo contra las y los enemigos políticos busca anular cualquier crítica contra el Estado de Israel. El verdadero antisemitismo produjo un genocidio con seis millones de víctimas, mientras muchas acusaciones de antisemitismo buscan esconder un genocidio en la Franja de Gaza. Por su parte, beneficia a las y los neofascistas en tanto la acusación de antisemitismo posibilita una silenciosa persecución contra las voces críticas contra Israel y a las manifestaciones de la minoría cultural-musulmana en Europa. En este último ejemplo baste recordar la participación de un ministro israelí en la cumbre neofascista organizada por el partido español Vox, en la cual participaron Javier Milei, Marie Le Pen, Viktor Orban y Giorgia Meloni.

En estos momentos la defensa de Israel no es más que un lastre para las democracias del Atlantismo. La situación en Alemania es tan ridícula que las y los políticos condenan cualquier anexión territorial por medios bélicos, en alusión a la Guerra en Ucrania, mientras callan ante la ilegal ocupación israelí de la Franja de Gaza, de Cisjordania y de Jerusalén del Este. Esta defensa irrestricta, también se opone a las organizaciones internacionales que de manera profesional registran las violaciones a los DDHH que comete el Estado israelí. Finalmente, esta posición no está en concordancia con los intereses del Estado israelí, sean estos intereses la realización de un Estado democrático de derecho, respetuoso de los DDHH y del derecho internacional.

La discusión de estos temas en Alemania significa arriesgar graves consecuencias, tal cual como ser de izquierda durante el macartismo estadounidense.

Estas leyendo

La radicalización del macartismo sionista en Alemania