«De aquellos que no comprendieron bien, de los que murieron sin presenciar el amanecer, de sacrificios ciegos y no recompensados, de aquellos que quedan en el camino, también surgió la revolución.»

Por J. Murieta

Así reza la frase de Ernesto Che Guevara con la que culmina «La Tierra Prometida», el tercer largometraje de Miguel Littin, realizado en plena Unidad Popular y finalizado en Cuba, donde su director tuvo que exiliarse tras el Golpe de Estado.

Este interesante filme presenta profundas críticas a los símbolos de la élite criolla a través de una admirable narrativa visual y relata la historia de un grupo de campesinos pobres durante la breve República Socialista liderada por Marmaduke Grove junto a Carlos Dávila, Arturo Puga y Eugenio Matte, tras la caída de Carlos Ibáñez del Campo.

En contraste con la actual narrativa distópica en el cine, Littin centra su enfoque en la utopía socialista, en una comuna construida con el poder de los campesinos empobrecidos que se alzan en armas, un tema muy característico de las décadas de ferviente entusiasmo popular que hoy parece irreal, en una población sumida en la «desesperanza aprendida».

Se exploran los símbolos y el poder de los pobres frente a los ricos, y se plantea la idea de que mientras haya pobreza en el mundo, no se podrá vivir con dignidad en la faz de la tierra.

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La cinta narra la historia de unos peones gañanes hambrientos que deambulan por los pueblos, dependiendo de la caridad o muriendo a manos de ella. Esto ocurre en el contexto de una profunda depresión económica producto de la crisis del salitre.

José Durán, el protagonista de esta historia que juega con la frontera entre la ficción y la realidad, conoce a El traje cruzado, un personaje que relata sus experiencias junto a Luis Emilio Recabarren organizando a la clase obrera chilena para la construcción de una patria socialista. El traje cruzado también es el profesor que alfabetiza a los campesinos y narra los acontecimientos de la Revolución Bolchevique y el manifiesto comunista a Durán.

Así, convence a Durán de ir a Palmilla para tomar tierras fiscales donde logran construir un asentamiento donde la tierra se trabaja de manera comunitaria, todo esto en el contexto de las contradicciones generadas por el proceso político, entre ellos, la violencia contra la mujer en las clases populares.

La película está disponible en el sitio web del Centro Cultural La Moneda.