Cristopher Morán / Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile A.G. – Filial Concepción
Existe una expresión popular que dice que siempre tenemos que ver el vaso medio lleno y no el medio vacío, este dicho tan famoso busca tener una mirada positiva con respecto a cualquier circunstancia de tu vida, busca ganar una motivación y favorecer el bienestar de la persona con un enfoque optimista. Algo obviamente no cuestionable, en ese aspecto, pero ¿siempre debemos hacer caso omiso de la parte media vacía del vaso? No debiéramos también preguntarnos, ¿por qué esa parte del vaso aún no se llena? ¿Qué está pasando que no puedo tener ese vaso lleno de agua como quisiera? No se trata de ser pesimista con cuestionarnos esto, se trata de no ser conformista con lo que se te entrega o es más, con lo que realmente tú mereces.
La situación nutricional en Chile, en resumidas cuentas, ha pasado por un gran trampolín, la desnutrición infantil gobernaba hasta la década del 60, década en que Chile comenzó a generar las políticas de estado necesarias para revertir esta crisis sanitaria de esa época. Investigando un poco, podemos encontrar que entre 1960 y 2000 nuestro país logró doblarle la mano a la desnutrición, pasando de una prevalencia histórica de 37,0 % a 2,9% de desnutrición en niñas y niños menores de 6 años. Actualmente la situación es visiblemente distinta, desde la década del 90 ha habido un aumento sostenido en el peso de nuestros niños. El último mapa nutricional realizado por JUNAEB publicado en 2017, arroja un pronóstico para nada alentador, ni más ni menos que el 50% de los niños entre prekinder y primero básico en Chile están diagnosticados con malnutrición por exceso (sobrepeso y obesidad). Y aquí nos "cae de cajón" la frase que utilice para introducir este delicado tema, ¿nos quedamos entonces con lo "positivo"?, con ese 50% que aún no contrae esta verdadera epidemia, ¿no, cierto?, definitivamente no.
Pero en esto, como leí, indagando para realizar este escrito, precisamente en la columna de otro profesional de la salud, Dr. Fernando Vio, profesor del INTA, y lo cito textual: "En esto somos todos responsables. En primer lugar los gobiernos, por no tener una política de Estado continua y efectiva, como fue la que se tuvo contra la desnutrición. El año 2000 se instaló VIDA CHILE (2000-2005), que duró un gobierno, siendo reemplazada por EGO Chile (2006-2010), luego por el Elige Vivir Sano (2011-2014) y por último por la Ley del Etiquetado (2015)." Y en esta última es en la que quiero ahondar.
Como precedente tenemos que mencionar, que esta ley se redactó en 2007, liderada por Guido Girardi, senador de la República, y que durante años, tuvieron que pasar por muchas peripecias y lobby para lograr que esta ley se aprobara. Si bien esta ley se aprobó el 2011, recién se aplicó en el año 2015, vetada por el presidente Piñera, por un intento que no hubiera ley, producto en parte, de la presión de las empresas. Incluso un presidente de la SOFOFA (Federación Gremial de la Industria) amenazó con -no entregar dinero al deporte ni a la teletón-. Todo esto explicado en una conferencia de prensa por el mismo senador. Girardi además, afirmó que "con esta ley queremos que impere el derecho a saber. No les vamos a prohibir vender pero que la gente sepa -a través de un disco Pare- que sus hijos están comiendo un alimento que daña su salud". Acá lo que se buscó es, por primera vez, destacar lo negativo de los productos, y desenmascarar a las empresas, que literalmente están envenenando a nuestra población, dentro de ella, nuestras futuras generaciones, con comida chatarra disfrazada de saludable. Pero esta ley dijo no, esta ley dio el primer gran paso a tener consciencia de lo que compras para alimentarte, dio el paso a saber que una barrita de cereal, más bien es una barrita de azúcar y grasas, con un toque de cereal, por decir un ejemplo. ¿Y adivinen qué? Algunos no estaban contentos, claro está, le estaban tocando el bolsillo de su negocio, y eso no está permitido en este país, aunque se esté salvaguardando la salud de su gente.
AB Chile (Alimentos y Bebidas de Chile A.G.) conformada por Carozzi, CCU, IANSA, Evercrisp, Ideal, Nestlé, PF, Unilever, Watt's, y la infaltable Coca-Cola, dentro de las principales empresas asociadas, lanzaron una campaña millonaria llamada "hagámoslo bien" en diciembre del año 2016, meses después de haber entrado en vigencia la ley 20.606 (vigente de 27 de junio de 2016), en ella reunieron a distintos rostros de la televisión y del deporte influyentes de ese entonces, como por ejemplo Luis Jara, Iván Guerrero, Isidora Jiménez y "Crespita" Rodríguez. En esta campaña pretendieron desestimar el criterio de la ley en los sellos clasificados para 100 g o 100 ml (dependiendo si es sólido o líquido), proponiendo absurdamente y de forma irónica, que se debe estandarizar por porción ese criterio, algo inimaginable de realizar por la infinidad de productos que existen en el mercado, además, como explica el Dr. Jaime García en una entrevista, "no se pueden usar porciones chicas (menores a 100 g o ml) porqué eso subvalora los niveles de nutrientes críticos, como es el azúcar o la sal, y es manipulable por la industria. A la industria no le importa bajar un gramito para que le saquen el etiquetado", emplazando también a uno de los protagonistas de la campaña, Luis Jara, con lo siguiente: "no confunda a la gente, si gana mucho dinero en su matinal, no confunda a la gente, no se preste para hacer una campaña sediciosa y asquerosa, deleznable". Ya en este año 2018, recién debuta la segunda etapa de esta ley, con criterios más exigentes para los nutrientes críticos que se basan la mayoría de estos productos comestibles, aún se escucha a personajes de la industria velar por una modificación de la ley, insistiendo con el criterio, totalmente cuestionable, de clasificar por porción. Porciones, que no está demás mencionar, lamentablemente el consumidor hoy en día aún no toma en cuenta.
Ahora es tiempo de hacer también una autocrítica como sociedad, no podemos quedar fuera de responsabilidad, si bien el estado no ha tenido como prioridad agregar la educación en alimentación y nutrición al sistema educacional desde la primera infancia, algo absolutamente necesario, hoy en día tenemos un montón de herramientas para poder tomar una mejor decisión al momento de sustentar nuestra despensa. En primer lugar debemos empezar a leer las etiquetas de los productos, para eso están, no comprar un producto solo por lo estético o porqué tiene una frase llamativa, la gran mayoría de ellas están sobrevaloradas. Además es importante que comencemos a educarnos como corresponde, a educarnos por profesionales responsables, no dejar nuestra salud en manos de personas inescrupulosas, que toman la alimentación como un simple negocio lucrativo a costa de "errores" y de la vida de otras personas. Dejemos de buscar dietas "milagro", no pretendamos solucionar malas decisiones que venimos arrastrando por décadas, en un par de semanas. No puede ser que tus preferencias alimentarias se basen simplemente por el factor tiempo, tu salud requiere todo el tiempo necesario, no solo el que te sobra del día.
Comencemos a hacer lo que ya sabemos nos hace bien, beber más agua y dejar de lado las bebidas azúcaradas, consumir más frutas y verduras, agregar legumbres, pescados y mariscos a nuestra dieta habitualmente, preferir alimentos más íntegros y comenzar a prescindir de la comida rápida y ultraprocesada. Escuche por ahí, que la mejor etiqueta de un alimento, es su cáscara, y en lo personal me quedo con eso. Si vamos a hacer filas como en el supermercado, mejor que sean en las ferias libres, en vegas, mercados y puestos de frutas y verduras, junto con cuidar tu salud, estarás potenciando la economía de gente trabajadora, de gente que comparte tus mismos problemas, de gente que vive en tu mundo y no en un mundo de despilfarro y abundancia inmerecida. Por último, hacer un llamado a las y los profesionales de la salud, debemos unir fuerzas y no dividirlas, debemos remar para nuestra real independencia y no seguir siendo un vasallo más en esta batalla contra la obesidad, nosotros somos mucho más que eso, nosotros somos los que nuestra sociedad preparó para el cuidado de su salud y calidad de vida, es nuestro deber velar porqué ello se cumpla.
Terminamos con un consejo que nos da esta ley: "Prefiera alimentos con menos sellos, y si no tienen, mejor".
Imagen principal: minsal.cl