Mahsa Amini, una joven iraní de 22 años, murió el pasado viernes en un hospital de Teherán, su muerte fue atribuida a un infarto tras permanecer en coma. El problema es que su deceso se dio a partir de la violencia policial por una razón poco explicable: no llevar bien puesto el velo en la vía pública.
Por Ariel Ríos Pincheira
La detención de Mahsa ocurrió el pasado martes, siendo conducida a una comisaría para acudir a «una hora de reeducación», según la versión conocida por la familia. Por su parte, la Policía confirmó que el arresto tenía como motivo el «explicarle las normas de vestimenta», todo ello conocido en un comunicado para los medios de comunicación iraníes.
Las sospechas recaen en la Policía, que ha rechazado tener responsabilidad en el fallecimiento de Mahsa. El cuerpo arguye que lo sucedido fue «un incidente desafortunado», afirmando que es falso que la joven fuese «golpeada» durante el arresto al que fue sometida.
Te puede interesar: A un año de la toma del poder por los talibanes: La preocupante situación de mujeres y niñas en Afganistán
La extraña situación ha causado gran conmoción en la sociedad iraní, sucediéndose importantes protestas durante los últimos cuatro días, una de las más notorias fue este sábado, en el funeral de Amini, cuando numerosas mujeres se rebelaron quitándose sus velos.
El primer ministro, el ultraconservador Ebrahim Raisí, ha aumentado la presión contra las mujeres para que cumplan con las estrictas reglas de vestimenta, hechos sucedidos en los últimos meses. El velo es de uso obligatorio en Irán desde la revolución islámica de 1979, liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní y, desde allí, las mujeres han tenido avances y retrocesos que hoy se ven expuestos con este lamentable hecho.