[resumen.cl] Este martes, se realizó marcha por el centro de Penco y una posterior velatón afuera de la Tercera Comisaría de Carabineros, lugar donde fueron detenidos y torturados un menor de edad y un joven, ambos opositores al proyecto gasífero GNL Penco-Lirquén (ex Octopus). La detención ocurrió luego de una reunión en el marco del Proceso de Consulta Indígena que sostiene la agrupación Koñintu LafkenMapu con la empresa Biobiogenera (titular del proyecto) y el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) el día sábado 29 de julio.
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Según Camila Arriagada, vocera de la Coordinadora Penco-Lirquén, las organizaciones «vamos a tomar todas las acciones legales y de presión social necesarias para que no se nos siga criminalizando como luchadores y pobladores de nuestro territorio, por lo que ya hemos visto posibles querellas de forma que los hechos de violencia suscitados el fin de semana pasado no se vuelvan a repetir».
Durante la jornada se hizo presente Yonathan Fernández, joven quien sufrió las más graves vejaciones durante su detención, siendo golpeado en sus genitales e insultado por ser homosexual. Éste explicó a Resumen que «demandé por la ley Zamudio [a carabineros] donde se está haciendo un sumario dentro de la comisaría de Penco, por la cual se esperan sanciones a los carabineros implicados que en el mejor de los casos sea que fueran retirados del cuerpo de carabineros […] y una denuncia en conjunto con el INDH [Instituto Nacional de Derechos Humanos] y las organizaciones que estamos en contra de del gasoducto»
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Marcos Quezada, pintor, fotógrafo y poblador de Lirquén, quien sufre de parálisis neural distónica, producto de asfixia neonatal, también fue uno de los agredidos por Carabineros, este nos relata que «por sacar una fotografía indebida para la institucionalidad […] y por intentar ayudar a una compañera carabineros me botan al suelo y me revientan el pulgar de mi mano izquierda y el meñique de la mano derecha con sus bototos […] luego de eso pasa otro carabinero y me pega en la cadera derecha, en la cual está mi discapacidad, y después me pasan caminando encima».
Durante la conversación con Resumen, Marcos nos indica que el uniformado que lo agredió se encuentra en ese instante frente a la comisaría cumpliendo funciones, a lo que comenta que «es intimidante y me da una pésima sensación, ya que está ahí y no se le puede hacer nada, lleva una placa y está respaldado por el gobierno central, entonces siento temor».