Montevideo sin agua: ¿Sequía o Saqueo?

La ciudad de Montevideo, en Uruguay, se convirtió en la primera capital sudamericana en sufrir una grave crisis de agua potable. Desde hace meses se mantienen altísimos los niveles de salinidad, que duplican con holgura el estándar de la Organización Mundial de la Salud.

Por Joaquín Pérez

Contradictoriamente, Uruguay fue el primer país del mundo en elevar a rango constitucional el derecho al agua, a través de una iniciativa popular de ley.

Las protestas por la falta de agua se han extendido por todo el país, ya que la crisis hídrica amenaza con extenderse a todo el territorio, luego de una sequía de ribetes históricos.

 

El pasado 5 de mayo, el Ministerio de Salud Pública firmó un acta que para muchos uruguayos es "el acta de defunción del agua potable pública". En un contexto de sequía y escasez de agua en el arroyo Santa Lucía que abastece a Montevideo, la costa del departamento de Canelones y a la ciudad de Minas, el Gobierno autorizó extraer agua del Río de La Plata, alta en salinidad, sin que el país cuente con infraestructura necesaria para desalinizarlas.

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Se estima que el agua del Río de La Plata contiene entre 450 y 700 mg/litro de sodio y cloruro respectivamente, cantidades que doblan las recomendadas. Sin embargo, las autoridades del Gobierno defienden que esta es "apta para el consumo humano".

Diversas organizaciones ambientalistas denuncian que el problema no es sólo la sequía, sino también el presunto saqueo, responsabilizando a las empresas forestales como UPM y Montes del Plata de haber disminuido a la mitad la capacidad de las cuencas acuíferas.

UPM es una empresa de origen finlandés que se dedica a la fabricación de celulosa, está instalada en el país desde la década del noventa, con aprobación del gobierno del Frente Amplio, y ya tiene 250 mil hectáreas de cultivo de eucaliptos. En Uruguay opera bajo en nombre de Forestal Oriental S. A. La primera planta de celulosa data del año 2007 en Fray Ventos, en la frontera con Argentina, lo que motivó disputas internacionales, que terminó con un juicio en la Corte Internacional de la Haya.

Hace poco instalaron la segunda planta de celulosa en el pueblo de Centenario, en el centro geográfico del Uruguay, que opera con agua del Río Negro. Ambientalistas denuncian que las plantaciones de eucaliptos parten por agotar los nutrientes del suelo, al agua subterránea y las industrias de celulosa, directamente afectan los ríos o cursos de agua.

En concreto, la planta de celulosa de capitales finlandeses en Fray Ventos llega a utilizar un millón de metros cúbicos de agua por día, por los que no paga un solo peso, lo que supone una huella hídrica mayor que la de toda la población del Uruguay.

En estos momentos, la población con problemas de salud renal o cardiaca, algunos tan comunes como la hipertensión arterial, no puede consumir agua, debiendo recurrir a la embotellada, empobreciendo a estas familias y alimentando el negocio de las embotelladoras.

Según las últimas estimaciones de las propias autoridades de Gobierno, en Montevideo y áreas circundantes tienen agua para sólo tres semanas. Es más, se ha establecido una fecha el 23 de junio como el día en que se agotaría el recurso.

Las protestas se suceden en las calles, diversas organizaciones sindicales y estudiantiles se han sumado a los ambientalistas en el reclamo, el agua embotellada incluso a comenzado a escasear.

 

Fotos: Diego Correa / El popular

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