En total abandono por parte del Daem de Talcahuano se encuentra el liceo Industrial Juan Antonio Rios A-23, establecimiento que hace años no es parte de ningún proyecto de mejora en su infraestructura y contra el que llegaría a competir un liceo particular subvencionado propiedad del grupo empresarial Sigdo Koppers, el que se construiría en un terreno fiscal.
Por Juan Contreras Jara
En alerta y movilizada se encuentra, desde el 26 de mayo, la comunidad educativa del liceo Industrial Juan Antonio Rios de Talcahuano, ante la posible construcción del Instituto Técnico Chileno Alemán, que impartiría sus mismas carreras técnino profesionales y se construiría en un terreno municipal.
Desde el histórico liceo Industrial Juan Antonio Rios acusan total abandono por parte de su sostenedor, el municipio de Talcahuano, el mismo que a través de su concejo votará mañana si aprueba o no la construcción de un nuevo establecimiento particular subvencionado de similares características pedagógicas. Lo anterior, en lugar de potenciar y mejorar las paupérrimas condiciones del liceo municipal.
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Cabe recordar que el grupo empresarial Sigdo Koppers ya había mantenido negocios ligados a la educación en Talcahuano, a través del Centro de Formación Técnica Pro Andes, construido en un terreno municipal dado en comodato en 2010 por la administración de Gastón Saavedra. Tras el fracaso de dicho centro técnico, actualmente dicha infraestructura estaría sin uso y desde el grupo económico lo querrían utilizar en la implementación de este nuevo liceo.
¿Otro proyecto privado en Talcahuano con recursos fiscales?
Dicho comodato fue entregado por la administración del ahora senador Saavedra, por 50 años y desde Sigdo Koppers buscarían modificarlo para que entre al negocio la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas A.G (Asimet). Ambos conglomerados estarían a cargo de la construcción del Instituto Técnico Chileno Alemán, el que podría llegar a una matrícula de seiscientos estudiantes para 2029, según declaró a Resumen Francisco Catillo, parte del Colegio de Profesores/as comunal Talcahuano.
Para el dirigente, la construcción de este establecimiento, en un terreno municipal, «representa una contradicción, porque en el fondo el municipio cumple el papel de sostenedor de la educación pública de la comuna y la instalación del establecimiento de estas características, que además tiene carreras que ya son impartidas por el Industrial, viene a ser una competencia directa sobre la oferta municipal».
Fuentes de Resumen al interior del liceo Industrial, nos comentan que, si bien la comunidad educativa ya se ganó un proyecto de mejora infraestructural por más de 60 millones de pesos el año pasado, desde el Daem les habrían comunicado hace no más de dos semanas que la inciativa recién se estaba licitando.
También agregaron que la necesidad de remodelación al interior de los talleres y salas del establecimiento es una demanda que se arrastra desde hace muchos años, sin hacer eco en la administración municipal. Muestra de aquello, fueron las reparaciones que la misma comunidad educativa debió realizar a las techumbres del liceo antes del retorno a clases.
En esta línea, desde el Colegio de Profesores/as comunal Talcahuano, enfatizaron en que el caso del liceo Juan Antonio Rios representa, «el clásico caso de abandono en materia de infraestructura de establecimientos de la comuna. Los colegas plantean que las situaciones en las que se desempeñan no son la optimas en cuanto a equipamiento y estado de las salas. Obviamente, con la llegada de un establecimiento de estas características es que va a venir con el financiamiento de una empresa, que va a gozar de infraestructura nueva y va a entrar a competir de forma directa».
Para mañana está programada la votación por parte del concejo municipal, del proyecto educativo particular que pretende construirse en un terreno fiscal, por lo que Castillo llamó a «no seguir financiando proyectos particulares con bienes municipales. El rol de sostenedor que tienen los municipios, hace que la prioridad tengan que ser los establecimientos públicos».