Por Alejandro Baeza, vecino de Concepción
"Pasó el psicópata de la motosierra" fue la frase que un vecino me dijo cuando tomaba fotografías de la "poda" de árboles que realizaron durante la semana en la calle Fernández Vial de Lorenzo Arenas, muy cerca del Cesfam. "En Marina de Chile también" me comentó, lo que comprobé caminando hacia allá, donde se repetía el mismo trabajo de gran impacto visual, un deterioro y afeamiento inexplicable.
Resulta llamativo lo que está realizando el Municipio de Concepción en Lorenzo Arenas, y quizás en otros sectores que la reclusión voluntaria por la pandemia no permite ver. Un impacto que afecta negativamente el entorno y la estética de barrios sin responsables que se hagan cargo.
Los periodos de campaña electoral -como el que ya evidentemente vivimos- suelen estar acompañados por una gestión municipal que busca ser lo más vistosa posible y que permita hacer notar la gestión del alcalde que postula a la reelección. En el caso de Concepción es posible ver funcionarios, funcionarias y empresas contratistas en las plazas, parques y avenidas haciendo trabajos de influencia directa en la ciudadanía. Uno de ellos es la poda de árboles.
La poda es una técnica muy antigua que permite ajustar el crecimiento de un árbol, arbusto o planta a una necesidad específica como aumentar la productividad de frutos o regular el crecimiento. Se suele realizar en ambientes urbanos en otoño para evitar la caída de ramas con los vientos de invierno, así como darle la forma para no tener problemas con los cables del tendido eléctrico.
Sin embargo, esta excesiva poda realizada en Lorenzo Arenas no responde a ninguno de esos dos casos y generó un impacto desproporcionado en el entorno. Este episodio trae rápidamente a la memoria la horrorosa poda de árboles en septiembre de 2019 en la Universidad de Concepción que su Facultad de Ciencias Naturales calificó de «mutilación«. Allí aseguraron que debieron haberles consultado por lo menos a su departamento de Botánica las técnicas de poda, afirmando que hay formas correctas de realizar este trabajo «menos lo que se acaba de realizar» y en plena época primaveral -como ahora- de brote de estas especies, esto en cuanto a que además no se consideró la estación del año en que debió hacerse y si es que realmente el procedimiento era necesario.
La poda de árboles en espacios urbanos comunitarios necesita la asesoría de personas expertas que entiendan del tema (quizás hasta el mismo departamento de botánica de la Universidad de Concepción) para que se realice un manejo responsable y adecuado de los árboles, que no genere un impacto visual agresivo para el entorno y la comunidad que allí habita. Pensar la ciudad y los barrios es una necesidad urgente en estos nuevos tiempos de ciudadanía observante, fiscalizante y que está aburrida de los atropellos, incluida la violencia del paisaje, que nos quita, por ejemplo, el agradable refresco que produce la sombra de un árbol en el agobiante calor de una tarde de verano.