[resumen]Hace unos días estudiantes secundarias del Liceo Carmela Carvajal, Liceo 7 y Liceo Tajamar se manifestaron frente al Liceo Lastarria por la aparición, entre estudiantes de dicho establecimiento, de pantallazos que difundían imágenes intimas sin su consentimiento y además planeaban violación en grupo a través de WhatsApp. Esto abrió el debate sobre la urgencia de una perspectiva no sexista en la educación.

Tal fue la indignación de las secundarias que el caso llegó a Fiscalía en unas horas. Actualmente, las indagatorias se encuentran en curso, con una investigación contra siete alumnos del Liceo José Victorino Lastarria que cursan entre 3ro y 4to medio. Los implicados están siendo procesados bajo delitos de almacenamiento y distribución de pornografía infantil.

Algunas frases cómo: «Sipo si las vamos a violar», «las arrastramos por el suelo» y «podríamos hacer como una manada entre nosotros (…) y después dejarla botadas», se leían en los pantallazos. Los registros que se encontraban en el grupo de WhatsApp y que se tomaron como pruebas, fueron informadas a la Fiscalía Metropolitana Oriente.

En Providencia, la alcaldesa Matthei reaccionó ante los hechos, declarando que se trata de un "suceso grave que debe ser sancionado". Así también la alcaldesa de Santiago demostró el apoyo a las estudiantes afectadas. La actual ministra de la Mujer, Antonia Orellana, comentó a Radio ADN que estos hechos corresponden a temas más profundos ligados a la cultura y no a un hecho aislado. Teniendo en cuenta que se debe abordar de múltiples dimensiones.

Hace algunos meses que se está tramitando la ley sobre educación sexual integral que busca incorporar temas sobre relaciones sexo afectivas y responsabilidad desde la primera infancia.

Asimismo, en 2020 se presentó un proyecto de resolución que tenía como objetivo incorporar la educación no sexista en establecimientos escolares. Este fue aprobado casi por unanimidad por la Cámara de Diputadas y Diputados, pero aún no existen acciones concretas para abordarlo.

Educación no sexista e integral como solución

Una investigación de la Fundación Katy Summer sobre el ciberacoso en Chile, constató que solo el 1% de las/os afectadas/os denuncia. Lo anterior resulta preocupante, considerando que más del 50% de los jóvenes ha sido víctima de estas prácticas.  La investigación contó con una muestra de 2.370 jóvenes durante 2020, y 3.818 en 2021.

Gran parte de la vida cotidiana y escolar se movilizó a los espacios digitales. Por ello, lo que ocurre dentro de ese ambiente también debe ser sancionado en el mismo grado, comentan desde la Fundación. Agregan que la intimidación en el espacio digital es una violencia profunda.

La Superintendencia de Educación (Supereduc) en 2020 evidenció que un 25,8% de las denuncias de maltrato físico y psicológico entre estudiantes correspondió a ciberacoso, es decir, uno de cada cuatro estudiantes sufrió este tipo de intimidación. Cifra que aumentó con respecto a 2019, en donde figuraba un 13,6% de los casos.

Entre las opciones de cambio se necesita actuar en dos planos. Una desde la educación no sexista, aplicación de sanción y normativas desde los primeros años de escolaridad. Y otra, en darles relevancia a las situaciones vividas de violencia en la web.

La primera requiere esfuerzo institucional, cultural y del Estado, cómo así también las gestiones para poder implementarlo de forma unilateral en todos los establecimientos. Verónica Uzcategui de Fundación para la Confianza, comentó al respecto que: "uno de los actos políticos más grandes es darle visibilidad a la víctima".

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Asimismo, la Red Chilena Contra la Violencia a las mujeres, publicó un informe titulado "Educación No sexista: Hacia una real transformación" (2016). En él se hace un análisis como puede ser fundamental para incidir en los estereotipos de género y la violencia, la implementación de una educación no sexista.

"Los textos escolares sostienen y reproducen la cultura patriarcal, esa gran máquina simbólica que ratifica la dominación masculina en la que, además, se apoya", comentan las investigadoras y añaden que las experiencias vividas en la escuela son el reflejo de un modelo cultural. Siendo aquí un punto clave para modificar.

En la segunda medida, llega con urgencia la necesidad de una Ley de Violencia Digital que ejerza alguna sanción. Actualmente  no hay normativas en el caso de difusión de contenido íntimo sin consentimiento. En el caso que la víctima sea menor de edad, se tipifica como pornografía infantil. Sin embargo, desde Amaranta ONG emplazan a abrir la conversación y recordar que lo digital es real y que todo lo que ocurre en la web afecta de manera significativa en la vida real.