Opinión| No ganó nadie

Se rechazó una propuesta de Constitución que sigue existiendo. Mejor, más humana, centrada en la gente y en la tierra que nos acoge y alimenta. Una propuesta basada en el respeto a todos y todas, a las identidades territoriales, a las Primeras Naciones, a los ríos, montañas y animales. Esta propuesta de Constitución continúa siendo mi propuesta y las de millones de chilenos para un nuevo trato y una mejor vida para Chile.

Luz Zúñiga

Que se haya rechazado hoy, no implica que se borre. Por el contrario, ella va a ser el punto de partida para lo que viene. El Rechazo capturó votos mintiendo y prometiendo que se respetaría la voluntad popular de hacer una nueva Constitución. Y esa promesa debe cumplirse.

¿Qué significa que haya ganado el Rechazo? Que los chilenos que pedimos cambios profundos, a la hora de concretarlos, nos dejamos llevar por el miedo y creímos las mentiras que sistemáticamente difundieron los grandes conglomerados mediáticos.

Te puede interesar: Rechazo se impone con campaña del miedo de la derecha y por paupérrimo desempeño del Gobierno

Las mentiras de la franja televisiva y que fueron replicadas impunemente en horario continuado por los medios. Pero ninguna mentira hubiese sido efectiva sin la multimillonaria campaña publicitaria, hecha por expertos en marketing capaces de vender lo que sea, no hubiese apelado tan hábilmente al miedo más atávico de toda sociedad, que es el miedo a cambiar el paradigma, la forma de hacer las cosas, lo conocido. El diablo conocido.

El camino de los cambios es largo y en eso Chile sí que avanzó, justamente por eso, porque el Estallido Social de octubre de 2019 nació esta propuesta de Constitución, que, hasta ahora todos, hasta los que votaron Rechazo, reconocen que es mucho mejor que la de Pinochet. Y los del Rechazo, que van a «celebrar» hoy, no tienen nada. No tienen líderes, ni propuesta propia, ni identidad propia, ni gente que trabaje por su «opción». No van a sus eventos, no tuvieron apoderados de mesa, solamente necesitaron quedarse sentados y dejar que los billetes movieran a los medios. De hecho, no creo que les importe el resultado, solamente siguieron las tendencias que les dictaban las encuestas pagadas.

Pues bien, pronto se darán cuenta que la única propuesta para mejorar Chile es la nuestra, la de los millones que votamos y trabajamos por el Apruebo. La conversación sigue.

Los chilenos, no volveremos a nuestras ratoneras nunca más. Aunque se perdió el plebiscito, esta es una lucha intergeneracional de «nosotros y nosotras, el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones, que nos otorgamos libremente esta Constitución, acordada en un proceso participativo, paritario y democrático».

Estas leyendo

Opinión| No ganó nadie