Oskar Kokoschka: Cuando "Hey, Arnold!" dio una mirada al analfabetismo en la adultez

19El personaje de la icónica serie estadounidense representó, en uno de los capítulos, la permanencia del analfabetismo en la adultez. Empujado por la vergüenza, la frustración y el querer poder facilitar su día a día, incursiona en una fórmula para dejar de ser parte de la gran cantidad de personas que, a escala mundial, aún no saben leer ni escribir.

Por J. Arroyo Olea

«Para mí no es importante», fue la respuesta de Oskar Kokoschka, luego que Arnold le consultará el motivo por el cual no le interesaba aprender a leer y escribir en su adultez. La situación es abordada en el capítulo titulado «¿Oskar No Sabe Leer?» de la icónica serie estadounidense «Hey, Arnold!», la cual se caracteriza por evidenciar diversos fenómenos y situaciones de la vida cotidiana desde miradas de la infancia, adolescencia y adultez.

En este sentido, el analfabetismo de Kokoschka, quien fuera reacio a aprender hasta que -inicialmente- se le presenta una apuesta de la cual puede obtener dinero si es que puede leer en un mes, representa una compleja situación que no es lejana a la realidad de millones de personas en el mundo.

En marzo de 1958, Bangnee A. Liu, jefe de la División de Estadística de la Unesco, informaba que «el número de analfabetos adultos (es decir, personas mayores de 15 años que no saben leer y ni escribir ninguna lengua) se calculaba hacia 1950 en unos 700 millones en todo el mundo, es decir, algo más de las dos quintas partes de la población mundial de esa edad», cuestión que se ha enfrentado durante décadas.

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Sin embargo, el analfabetismo permanece como un hecho latente y omitido (u obviado). Tras el inicio de la pandemia de la Covid-19, la Unesco informó que «muchos de los 773 millones de jóvenes y adultos analfabetos -de los cuales dos terceras partes son mujeres- resultaron ser los más afectados» en su proceso educativo de alfabetización, posicionándose como un desafío en miras al 2030.

En el caso de la serie norteamericana, vemos en Kokoschka cómo no afronta -o mejor dicho, omite- desafíos cotidianos, como dar lectura a ingredientes de recetas o facilitar instrucciones a niños para llegar a algún lugar. La huída se transforma en un refugio para la vergüenza que sus propios vecinos le hacen sentir.

Y no es algo alejado a la realidad, sino que, por el contrario, es una expresión que permite acercar la temática del analfabetismo a la conversación, dejando de omitir «al elefante en la habitación».

 

En Chile, datos recientes dan cuenta de que más de medio millón de personas son analfabetas, persistiendo aquel de carácter funcional por sobre el absoluto.

Así, nos enfrentamos como sociedad a un nudo que, a la vez, es una barrera necesaria a trabajar debido a la centralidad que se le ha dado a la lectura y escritura en los procesos cotidianos. Ante esto, volver a levantar en la agenda pública el analfabetismo como un foco a trabajar lejos de la burla y estigmatización social, es una urgencia persistente.

Quizá, la experiencia de Oskar Kokoschka, la cual dura apenas 11 minutos, pueda ser una «excusa» para volver a hablar de esto.

Puedes ver el capítulo completo haciendo clic acá.

 

Fotografía principal: Oskar Kokoschka | Extraída de Reddit

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