Son múltiples las acusaciones que ha recibido la institución de Carabineros relacionadas a negligencias y crímenes en contra de la comunidad LGBTIQ+. Por segundo año consecutivo, se han apropiado de símbolos de la lucha de la diversidades sexogenéricas para lavar su imagen presentando un carro policial con colores de la diversidad y presentando a la primera Alumna trans en la Escuela de Formación. Pero ¿Esto se traduce en acciones y políticas que cambian estructuralmente la institución?
Por Javier Arroyo Olea y José Figueroa Soto
Por redes sociales y distintos medios de comunicación este sábado se difundió la existencia de un vehículo de Carabineros de Chile con los colores levantados como simbolismo de la histórica lucha de la población LGBTIQ+, además de tener escrita su abreviatura afuera del mismo.
Esta no es la primera vez que la cuestionada institución policial busca apropiarse de los simbolismos construidos desde las disidencias sexuales. Ya el año pasado tanto Carabineros como los distintos Ministerios del Gobierno encabezado por el expresidente Piñera realizaron Pinkwashing en el marco del Día del Orgullo LGBTIQ+ al cambiar sus logos en redes sociales con los mismos colores, desplegando una lavado de imagen que fue inmediatamente criticado por la población y emplazando el supuesto apoyo y compromiso de estas instituciones con las disidencias sexuales.
En esta oportunidad, donde desde La Moneda también colgaron banderas con dichos colores, Carabineros dio un paso más y gráficamente desplegó en la calle el carro policial, los mismos que han sido parte de irregulares y negligentes procedimientos en las calles de Chile, arrastrando la vulneración de derechos de la población.
Así, nuevamente la institución policial omite el ser objeto de duras críticas por su nula capacidad de seguridad la vida digna de las disidencias sexuales, y mucho menos su seguridad.
¿Son estas señales que cambian las lógicas institucionales en relación a una política con enfoque de género? La respuesta parece ser clara: NO. Debido a que es de conocimiento público los múltiples atropellos a la dignidad y derechos de la población LGBTIQ+ por parte de las instituciones policiales, especialmente Carabineros.
La desprotección queda graficada en distintos ejemplos. Por nombrar solo algunos, informes de Derechos Humanos han levantado información sobre vulneraciones a los derechos de la población LGBTIQ+ en el marco de la Revuelta Social iniciada en octubre de 2019, donde se aborda un abanico que «van desde insultos homofóbicos durante el proceso de su detención hasta violencia sexual».
De igual forma, la propia Escuela de Oficiales de Carabineros cuenta con escasa formación en materia de género y disidencias sexuales. Un artículo publicado en RESUMEN durante 2021 da cuenta que no existen actividades curriculares específicas para el trabajo con la población LGBTIQ+, sino que existen marcos generales sobre Derechos Humanos pero no contextualizados. Generando constantes vulneraciones a la oblación LGBTIQ+, las cuales van desde el nulo respeto de la identidad trans, agresiones verbales que aluden a la orientación sexual de las personas y hasta maltratos físicos.
Sumado a lo anterior, no han sido menos las denuncias realizadas en contra de Carabineros relacionadas a la negativa de acoger denuncias en casos de discriminación hacia la población LGBTIQ+, generando desconfianza por parte de la población y desprotección de esta misma.
De esta forma queda de manifiesto que estas señales que han dado en los últimos dos años no son más que formas sin contenidos, un lavado de imagen a una institución cuestionada durante años. La misma institución que se ha negado a someterse a una reforma estructural y acoger una mirada de Derechos Humanos, que aborde este y otros temas, ya que los abusos son problemas que vive la población LGBTIQ+ a diario.
Ante esto, se hace imprescindible una reforma estructural/refundación a los cuerpos policiales que tenga como eje central el respeto a los Derechos Humanos, la cual este desde su más temprana formación y que se mantenga durante el ejercicio de sus funciones. Por otro lado, no podemos entender el primer punto si continua existiendo impunidad en los casos de abusos y corrupciones por parte de Carabineros, siendo urgente políticas que apunten a la justicia y garanticen la no repetición, porque nunca debemos olvidar a las víctimas que han dejado años de negligencias y odio por parte de estas instituciones.