Cien días detenidos cumplió esta semana el periodista vasco, Pablo González, acusado por las autoridades de Polonia de ser prorruso, cuando cubría el ingreso de refugiados ucranianos en la frontera entre ambos Estados. Familiares y amigos publicaron un video donde alertan que estos meses «podrían ser tan solo los primeros de muchos más», esto «con el beneplácito del Gobierno de España».
Por Alejandro Baeza
Pablo González Yagüe, corresponsal de Publico.es, fue detenido apenas comenzaba la invasión rusa el 28 de febrero por los servicios de inteligencia polacos mientras cubría desde la localidad de Rzeszow, en las cercanías de la frontera con Ucrania acusado de ser un espía ruso, sometido a interrogatorios, sin acceso a abogados ni protección consular, y por supuesto, sin haberse comunicado con su familia.
«Son más de tres meses en los que ha perdido mucho más que su libertad: su vida privada y su prestigio como profesional. 100 días sin saber de sus hijos, sin poder trabajar, sin poder defenderse. Cien días de incomunicación, de insinuaciones, imprecisiones… En definitiva, cien días perdidos que nadie le va a poder devolver», señalan familiares y amigos en declaraciones recogidas por naiz.eus, además, publicaron un video donde se preguntan «qué va a ser de él cuando todo esto acabe».
«¿Podrá volver a ejercer su profesión?, ¿confiarán en él los medios para los que ha trabajado hasta ahora?, ¿Quién le devolverá su credibilidad periodística?», señalan.
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Asimismo, apuntan al gobierno encabezado por el socialista Pedro Sánchez de complicidad: «Y todo ello con el beneplácito del Gobierno de España, que más allá de las tres visitas consulares ha seguido poniéndose de perfil, permitiendo a Polonia vulnerar hasta 18 artículos de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Aún más flagrante es que haya contribuido a sembrar más dudas sobre Pablo, sin que hasta la fecha hayan trascendido pruebas incriminatorias que no fueran circunstanciales y que ya fueron aclaradas en su momento».
Cabe recordar que hace poco menos de un mes la Fiscalía polaca solicitó formalmente al tribunal que se prolongara la detención del reportero. En una audiencia celebrada este miércoles 25 de mayo, el juez decidió prorrogar tres meses más la prisión provisional.
La esposa de Pablo González y madre de sus hijos, Oihana Goiriena, indicó a Público.es que lamenta la decisión del tribunal y ha instado al gobierno de Pedro Sánchez a solicitar explicaciones a Polonia. «Sólo espero que esta vez el Gobierno español no dé por buenas las explicaciones y las actuaciones de las autoridades polacas» señaló.
Goiriena, que lleva tres meses sin poder comunicarse con González, denunció que Polonia sigue impidiendo que el periodista hispano-ruso pueda recibir llamadas o visitas de su familia. «Un tribunal polaco ha decidido que mi marido, el periodista Pablo González, debe seguir en prisión durante otros tres meses más y ha decidido también que mi marido no podrá recibir ninguna llamada telefónica ni de sus amigos y de sus seres queridos; ni mía ni de sus hijos ni de su madre».
Consultado por RESUMEN en ese entonces, su abogado, Gonzalo Boye, comentó que «Una vez más la justicia polaca no ha sido capaz de poner una sola evidencia sobre sus supuestos delitos y en estos tres meses tampoco han sido capaces ni de permitirme una visita como abogado suyo ni de permitir la visita de su familia. Creemos que Polonia está actuando como un Estado paria, un Estado al margen de la legalidad internacional y sobre todo de la legalidad europea y esta situación ya sobrepasa lo que es tolerable en cualquier Estado democrático y de derecho».
«Pablo González nació en Moscú, en 1982, con el nombre de Pavel Alexevich Rubtsov, según ha podido comprobar este diario. Sus padres también nacieron en Moscú, hijos de españoles asentados en la URSS durante la guerra civil española. Tras el divorcio de sus padres, Pablo llegó con su madre a Euskadi, en 1991, donde fue inscrito en el Registro Civil con nacionalidad española y con el nombre de Pablo González Yagüe, apellidos maternos. Por lo tanto, sus dos pasaportes muestran nombres diferentes para la misma persona» había consignado anteriormente Público.es.