Activistas y organizaciones que trabajan por los derechos de las personas viviendo con VIH han denunciado, desde el inicio de la vacunación a personas con comorbilidad, que en diversos centros no se ha respetado el Ordinario 706 del Minsal. Esto se debería al desconocimiento del nuevo protocolo por parte de algunos funcionarios.
Por José Figueroa Soto
El pasado 8 de marzo comenzó la vacunación para personas con comorbilidades, entre las que se considera a quienes viven con VIH. Lamentablemente, este proceso no ha sido del todo fácil para este último grupo, ya que han existido una serie de acusaciones en torno a la vulneración del derecho a confidencialidad del estado serológico.
Como RESUMEN ha informado, el problema se origina con la publicación del Ordinario 500, donde se establecían una serie de requisitos y condiciones para vacunar a PVVIH, causando revuelo por vulnerar la Ley 19 779, específicamente la garantía de confidencialidad del diagnóstico. Tras una serie de reclamaciones por parte de organizaciones sociales, el Ministerio de Salud emanó un nuevo Ordinario -706- en el mes de febrero, rediseñando los protocolos quitando la exigencia de dar a conocer la patología de los pacientes.
A pesar de ello, continuaban las dudas en torno a cómo se iba a llevar adelante debido a la poca claridad. Es por eso que activistas estaban solicitando que el proceso se realizara en los centros hospitalarios donde se atienden recurrentemente, cuestión que es una recomendación de ONUSIDA y ha sido respaldada por el Colegio Médico y Colegio de Matronas y Matrones. Ante esto, el titular de Salud, Enrique Paris, señaló en radio ADN que las personas con comorbilidad solo debían declarar tener una "enfermedad crónica" y estudiarían la posibilidad de acoger la demanda de habilitar los centros.
Sin embargo, desde el inicio del proceso de vacunación a personas VIH positivas se han realizado una serie de denuncias ya que no se estaría respetando el Ordinario 706, pues se han solicitado ratificar la patología al momento de la vacunación. Ante esta situación el activista comunitario y periodista Víctor Hugo Robles - el Che de los gays- aseguró: "ante esto propusimos la idea de implementar como vacunatorio los centros de atención en VIH y unidades de atención salud sexual en todo el país, que son lugares que guardan la confidencialidad y tienen garantías de respeto y dignidad a las personas viviendo con VIH", añadiendo que esta política se ha aplicado en algunos centros, 11 hospitales según el propio ministro, pero lamentablemente no es una política nacional.
En el caso personal del activista, ha señalado a RESUMEN que debió verbalizar su condición crónica al momento de asistir a vacunarse en el Hospital San José. Junto a ello, asegura que fue la misma funcionaria que lo atendió quien le reconoció no estar enterada del Ordinario 706, volviéndose aún más problemática la situación.
Por otro lado, en el reporte diario de Covid-19, ante la pregunta de una periodista que asegura haber recibido al menos cinco denuncias a quienes se les exigió acreditar la patología, el ministro Paris ratificó que no se deben exigir documentaciones y que tampoco iba a permitir. «Eso no es aceptable y atenta contra los derechos humanos de esas personas», añadió. Dicha postura ha sido ratificada el día 19 de marzo ante la pregunta de otro periodista, asegurando que se va a sancionaran a quienes vulneren los protocolos.
Tras estas declaraciones, Robles señaló que espera que se apliquen medidas concretas que apunten al respeto y garanticen los derechos de las personas viviendo con VIH.
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RESUMEN tuvo acceso a testimonios de personas viviendo con VIH que denuncian la vulneración del protocolo del Minsal, exigiéndoles acreditar su patología o decirla ante el funcionario de salud. Tal es el caso de Joaquina, quien acusa que al momento de asistir a vacunarse en la comuna de Tomé se le solicitó en reiteradas ocasiones acreditar su patología e incluso los funcionarios del lugar desconocieron la existencia del Ordinario 706.
Del mismo modo, Claudio denuncia una situación similar ocurrida en el llamado "Espacio Esperanza" en el Estadio Bicentenario de la Florida, debiendo insistir en múltiples ocasiones que no debía revelar su patología, mostrando el documento al personal del lugar quienes aún así se resistían a acatarlo. Finalmente, Claudio pudo recibir su vacuna tras ser verificado sus datos en el sistema.
Finalmente, tanto organizaciones y activistas buscan que se respeten los derechos de las personas viviendo con VIH para que puedan vacunarse con toda seguridad e incentivar este proceso.