
La manifestación está centrada en visibilizar la situación de 2 presos en Coronel. Uno es el caso de Leonardo Quilodrán, preso por denunciar la represión militar en redes sociales durante el toque de queda y acusado de robo de munición de guerra.
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Asistentes a la manifestación coinciden en que la medida de prisión preventiva extendida no respeta la presunción de inocencia y actúa de facto como un castigo para personas que han participado en manifestaciones del estallido social.
Junto a esto, recordaron que no solamente estos casos son preocupantes sino que los de todas las personas privadas de libertad. Indicaron que "la manera en la que ellos viven adentro es muy ingrata", donde los internos e internas están sometidos a un estrés muy alto, lo que aumenta drásticamente su agresividad, disminuyendo dramáticamente su calidad de vida.