[resumen.cl] Los cientos de casos de trauma ocular forman parte de las consecuencias de la violencia de Estado ejercida durante el Estallido Social. Para profundizar en esto, RESUMEN conversó con la Red de Apoyo a Lesionados Oculares en Resistencia Sur, quienes dan cuenta de las negligencias y falencias en su tratamiento manejado por el Estado.

Los traumas oculares han sido una de las tantas consecuencias de la violencia estatal en el marco del Estallido Social iniciado en octubre de 2019. En este contexto, múltiples redes y organizaciones se han abocado a la tarea de constituirse como coordinaciones sobre esta situación exigiendo una respuesta al Estado, tanto en las investigaciones sobre las responsabilidades como en el tratamiento del trauma.

Así nace la Red de Apoyo a Lesionados Oculares en Resistencia Sur. En conversación con RESUMEN, comentaron que «se conforma en contexto de protesta con la necesidad de agrupar, conocer y ayudar de alguna manera los casos de violencia policial con resultado de estallido ocular o daño visual«.

Su trabajo abarca el área de la salud física y mental, «entendiendo que las personas que hemos sido dañadas, así como también nuestras familias, necesitamos apoyo para poder continuar con nuestras vidas después del daño que recibimos«. En este sentido, afirman que lo que buscan actualmente es una reparación integral, plateando que también «perdimos sueños, trabajos y nuestras familias se vieron afectadas por todo lo sucedido«.

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En términos territoriales, la Red abarca la Región de La Araucanía y se está en contacto con la Región de Los Ríos y del Maule. En este ejercicio, señalan, «sentimos que es necesario ampliar la red, para que así los pequeños logros que hemos tenido se puedan extender a otras regiones«.

Por otro lado, señalan que la situación actual es compleja. A nivel emocional y físico han tenido graves secuelas que no se han tratado de buena forma. Incluso, comentan, «hace unas semanas nos contactamos con una persona de Concepción el cual aún no ha recibido su prótesis; esto genera que el proceso de reparación sea aún más lento, entendemos que nada ni nadie podrá jamás reparar el daño efectuado, pero una forma de poder avanzar en temas de salud mental, en parte, es esto«.

En esta línea, la Red da a conocer que no consideran que exista una intención del Estado en darle urgencia, avanzar y apresurar estos procesos. Pese a que esto no es de su extrañeza «no quiere decir que no nos indigne«.

Ejemplo de este letargo es el caso de Fabiola Antiqueo, «quien el año 2017 recibió el impacto de una bomba lacrimógena en el hogar de estudiantes Mapuche en la Comuna de Padre las Casas», tras lo cual «sufre la perdida de uno de sus ojos, y a pesar de ser identificado el percutor del disparo, ni siquiera se ha realizado la primera audiencia de preparación de juicio«. En este sentido, comentan que «creemos necesario conocer el rostro de los responsables, queremos respuestas y nos indigna que ya hayan pasado tres años desde que ella fue agredida por fuerzas policiales y nada, no vemos justicia«.

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Asimismo, dan a conocer que la iniciativa está lejos de ser del gobierno. Por el contrario, señalan que «como Red en un principio gestionamos la mayoría de las atenciones, hicimos presión pública y mediática, la cual nos sirvió para generar mesas de diálogo con el Servicio de Salud Araucanía Sur, Seremi regional y el Director del Hospital HHA de Temuco, afortunadamente algo avanzamos, pero aún falta«.

Esto queda demostrado, por ejemplo, sobre el Programa Integral de Reparación Ocular anunciado por el exministro de Salud, Jaime Mañalich. Para la Red «en términos prácticos no existe«.

Fotografía principal: Ruber Osoria.