Durante la dictadura chilena, el país vivió una oscura época en una gran variedad de ámbitos, entre ellos el periodismo y la fotografía que estuvo bajo la sombra de la censura. Todos aquellos fotoperiodistas que quisieran sacar a la luz pública lo que realmente ocurría en las calles eran perseguidos. Pero, aún así, había quienes entre mares de gente sacaban sus cámaras y capturaron momentos que marcarían nuestro país, sin imaginarse que muchas que aquellas fotografías permanecerían guardadas hasta la vuelta a la democracia en 1990 y que hoy cumplirían un rol tan importante en nuestra sociedad.
Por Estefania Solis
En el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, el pasado 22 de agosto se inauguró la exposición del archivo fotográfico "Resistencias en Blanco y Negro .Memoria visual de las protestas callejeras de los ’80 en Concepción», la cual se encuentra en inmediaciones de Artistas del Acero. La exposición estará abierta al público hasta el 8 de septiembre y su horario de visita es de lunes a viernes desde las 09:00 hasta las 19:00 horas. En ella se encuentran desde periódicos de la época hasta fotografías impactantes de la represión que vivía la población por parte de las FF.AA. y Carabineros.
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Un poco de historia
A fines del siglo XIX inició con una gran fuerza el interés por la fotografía como un elemento periodístico en Chile. En 1897 comenzó la publicación semanal de fotografías de la Revista Ilustrada de Santiago. Luego, durante las primeras décadas del siglo XX surgieron los fotógrafos dedicados exclusivamente a las publicaciones periodísticas, tales como El Mercurio y La Nación. A inicios de 1938 se funda la Unión de Reporteros gráficos de Chile, y durante las siguientes décadas la imagen fotográfica tomó un gran protagonismo en la cadena informativa.
Tras la exposición fotográfica llamada "El Rostro de Chile" encargada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, realizada a fines de los años cincuenta, se dio cuenta de la importancia que tenía la fotografía y el periodismo gráfico en nuestro país. Pero, tras la llegada de la dictadura, el fotoperiodismo chileno que visibilizara la represión por parte de ésta se vio completamente censurado.
Es importante destacar que el fotoperiodismo que se realizó durante la dictadura es parte del cable a tierra de nuestra sociedad para no olvidar la memoria histórica. En esta exposición se encuentran fotografías de diferentes autoras y autoes, pero en su mayoría corresponden a la periodista María Elena Vega Soto, quién tras participó en la Pastoral de Derechos Humanos del Arzobispado de Concepción entre 1984 y 1989, donde conoció los aberrantes crímenes y el sufrimiento de familias de detenidos desaparecidos. Tras este hecho, registró grandes partes de las acciones de las familias en las calles penquistas.
La periodista relata que "el fotoperiodismo cumplió un papel fundamental durante la dictadura, principalmente por la urgencia de registrar lo que estaba ocurriendo en las calles, en las poblaciones, en las universidades. No se pensaba entonces en un registro para el futuro, sino en cubrir la contingencia. La mayoría de los reporteros gráficos de entonces debían tomar fotos para los medios para los cuales trabajaban y eso implicaba cubrir el día a día".
En este sentido, Vega señala que «de alguna manera éramos como garantes para que la represión no fuera tan intensa. Suena un poco pretencioso quizás, pero era lo que las personas que integraban agrupaciones de familiares y de derechos humanos, nos decían al invitarnos a alguna de sus acciones. Por tanto, nuestra responsabilidad se duplicaba: hacer el registro fotográfico de lo que estaba pasando, y hacernos presente, públicamente, como garantía para quienes se manifestaban, garantía bastante débil, pero garantía al fin".
Vega Soto relata que la prensa opositora al régimen sufrió los rigores de censura, a través de la prohibición de circular, la incautación de publicaciones y también la prohibición de publicar imágenes. "Pero la censura o el intento de ella también la sufríamos quienes a diario cubríamos los hechos que ocurrían en las calles, poblaciones y otros lugares, cuando llegaba la fuerza pública y trataba de impedir que los reporteros gráficos cumpliéramos nuestra labor, ya sea obstaculizando, reprimiendo (lanzando agua o bombas lacrimógenas) o arrebatándonos las cámaras fotográficas y velando las películas. Esas acciones ocurrieron en la zona más de una vez y afectaron gravemente la libertad de expresión y de acceso a la información, pues impedía los registros gráficos de lo que estaba pasando, afectando la posibilidad de que la comunidad tuviera mejor información", comentó la periodista.
¿Qué historias contaba el archivo fotográfico?
Al ingresar a la exposición con lo primero que nos encontramos fue con una variedad de recortes de periódicos y afiches de la época de los ´80, entre ellas noticias emblemáticas tal como el relato de María Acevedo, hija de Sebastián Acevedo quien se quemó en la vía pública en forma de protesta por la desaparición de sus hijos que habían sido detenidos hace unos días por la CNI.
Además, se puede apreciar diferentes movilizaciones que se llevaron a cabo en el Gran Concepción, en ellas se ve reflejado que eran pacíficas, pero altamente reprimidas. Cuentan con fotografías de marchas de diferentes gremios, todas unidas por una misma misión en común, jóvenes y adultos eran partícipes de estas.
La exposición fotográfica, cuenta con fuertes fotografías de hechos que marcaron la historia de nuestro país, tal como Sebastián Aedo en llamas, el asesinato de Luciano Aedo por la CNI en Hualpencillo y personas heridas con balines percutados por militares y carabineros a ciudadanos protestantes contra el régimen militar.
Los hechos que afectaban a nuestro país no dejaban a nadie exento, María Elena nos cuenta que, "durante ese tiempo, sentí el imperativo de colaborar, de aportar desde mi labor como periodista a mostrar lo que estaba ocurriendo, la acción de resistencia de hombres, mujeres y jóvenes que se traducía en diversas acciones, como ya mencioné: marchas, manifestaciones, actos, vigilias, velatones, huelgas de hambre, etc. Y junto con ello, a dejar un registro para acompañar la acción de información y denuncia que realizaba la Pastoral de Derechos Humanos, porque mi acción tiene que ver con eso, con la tarea que yo cumplía ahí".