Revolución Rusa y los derechos de las mujeres

[resumen.cl] La revolución rusa de 1917 contó con líderes, teóricas, políticas y combatientes mujeres que fueron fundamentales para el triunfo bolchevique. La Rusia comunista rápidamente entregó derecho a las mujeres que no tenían en ningún otro país del mundo para entonces, como el aborto libre, derecho al divorcio y liberad sexual, entre muchas otras. Triunfos que serían alcanzados décadas más tarde en el resto del mundo y en otros lugares aún se lucha por alcanzar.

Las ideas feministas se desarrollaron con fuerza al interior del movimiento obrero mundial a inicios del Siglo XX, de hecho el propio Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el 8 de marzo, nace de un encuentro internacional de mujeres socialistas en Copenhague (Dinamarca) en 1910 y se consolida cuando un 8 de marzo 1917, una masiva marcha de mujeres en plena guerra mundial exige el retorno de sus hijos y esposos de los frentes de batalla, acción detonante de la Revolución Rusa.

En esos años existían grandes líderes y teóricas socialistas como Rosa Luxemburgo, fundadora de la Liga Espartaquista, escinción de izquierda del Partido Social Demócrata Alemán (SPD), que posteriormente se transformara en el Partido Comunista Alemán (KPD).  Luxemburgo nunca llegó a plasmar sus ideas, la Revolción Alemana de la cual fue una de sus líderes, fue aplastada en 1919 y ella terminó ejecutada. Tampoco pudo ejercer mayor influencia sobre la única revolución triunfante por entonces, la Rusa, pues siempre tuvo diferencias políticas con Lenin acerca de diversos aspectos: Internacionalismo versus derecho de autodeterminación de los pueblos, consejismo frente partido de vanguardia, por ejemplo.

Sin embargo, en la propia Rusia destacaran al interior del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, grandes figuras feministas como Alexandra Kollontái, Nadeshda Krúpskaia, Vera Slútskaia, Sofia Gonchárskaia e Inessa Armand.

Te puede interesar: Las internacionalistas que combatieron al fascismo en la guerra civil española

La socialdemocracia Rusa se dividió entre Mencheviques (mayoría) y Bolcheviques (minoría), los primeros eran partidarios del parlamentarismo y las reformas graduales, los segundos de la insurrección y las transformaciones radicales, fue a esta última facción que a la que adhirieron las feministas rusas. Lenin tuvo la capacidad de incorporar las demandas feministas y con ello a las mujeres a su facción, las obreras ya representaban en 1917 un 18% del total, este hecho político sin duda potenció a los Bolcheviques y fue factor determinante en el triunfo revolucionario en octubre de 1917.

Alexandra Kollontái fue la única mujer en el comité central antes de la revolución y fue la única en apoyar a Lenin en sus "tesis de abril" donde el revolucionario ruso proponía crear una sección de mujeres dentro del partido.

La prensa bolchevique debió desarrollar todo un trabajo para abrir campo a las mujeres en la acción política, señalando que las actitudes machistas ponían en peligro la unidad de la clase trabajadora, además de convencer a los hombres que votaran por mujeres como representantes en los comités de fábrica (soviets), principalmente en industrias donde ellas eran mayoritarias.

Las mujeres soviéticas tras el triunfo de la revolución

Producida la revolución de octubre de 1917, el nuevo gobierno comunista eliminó inmediatamente el matrimonio eclesiástico y lo sustituyó por uno civil con derecho a divorcio a petición de cualquier miembro de la pareja, sin tener que aportar ninguna justificación.

En 1918 se aprobó el Código de Familia, que declaró a las mujeres iguales ante la ley. Las mujeres tenían derecho a administrar su propio dinero y ningún miembro de la pareja tenía derecho sobre las propiedades del otro.  Se erradicó el concepto de ilegitimidad: si una mujer no sabía quién era el padre, se otorgaba la responsabilidad colectiva sobre el hijo a todos aquellos que habían mantenido previamente relaciones sexuales con ella.

Dos años más tarde, Rusia se convierte en el primer Estado del mundo en legalizar y garantizar el aborto libre.

Con el triunfo de la Revolución, Alexandra Kollontai fue nombrada comisaria del pueblo de Bienestar Social, cargo al que sumaba su puesto en el comité central y en la dirección de la Organización de Mujeres Soviéticas creadas en 1920, conocida como la Zhenotdel.

Kollontai siempre tuvo gran influencia sobre Lenin y en general en la dirección bolchevique, tanto que ni Stalin se atrevió a tocarla tras su muerte. La dirigente tenía planteamientos feministas radicales, que traspasaban las propias ideas marxistas de los bolcheviques. Con una fuerte influencia de sectores radicales de psicoanalistas como Willhem Reich, proponía la supresión de instituciones como la escuela y la familia, planteando que se debía derrocar la idea de la familia patriarcal, haciendo que el cuidado de los hijos y el hogar fuera tarea colectiva de toda la sociedad.

Con el apoyo de Lenin, planeó una red de instituciones que actuarían a modo de casas-cuna, guarderías, restaurantes y lavanderías públicas, servicios que liberarían a las mujeres del cuidado de los niños y del hogar que tradicionalmente se les había asignado.

Aprovechando su poder dentro de la Zhenodtel, Kollontai promulgó varias leyes de carácter feminista. Generó avances importantes para la igualdad real entre varones y mujeres. Aprovechando su influencia trató de concienciar sobre la liberación sexual femenina en dos obras, no sin polémica: La nueva mujer y El amor en la sociedad comunista.

Sin embrago, Alexandra Kollontai no tuvo apoyo, salvo de parte de Lenin, en el comité central. Sus ideas de libertad sexual, eran muy avanzadas para una sociedad que venía saliendo de un régimen autárquico medieval, asimismo, sus planteamientos contra del papel de la familia, chocaban también contra la realidad. La Rusia posrevolucionaria estaba todavía recuperándose de la guerra civil, enfrentándose al hambre, la muerte y la desolación, haciendo que los ciudadanos se refugiaran en sus familias para poder seguir adelante. La familia era una institución que, aunque tradicional y patriarcal, era la más resistente y segura de todas, cuando el Estado no podía dar respuesta a la miseria y el hambre.

Con Lenin enfermó, Kollontai fue relegada a tareas diplomáticas, y ya con la llegada de Stalin, ese relegamiento fue aún mayor, muriendo en Moscú el año 1952 sin influencia en la administración de la URSS.

Estas leyendo

Revolución Rusa y los derechos de las mujeres