Con un apretado porcentaje, Héctor Muñoz Uribe fue electo alcalde de Concepción, poniendo fin a una administración de más de una década de la Democracia Cristiana liderada por Álvaro Ortiz. La victoria de Muñoz, quien fue exseremi de Salud en la Región del Biobío y pastor del grupo de evangélicos de ultraderecha «Las Águilas de Jesús«, marca una importante irrupción de la derecha en la comuna.

Con un total de 31.155 votos, correspondientes apenas al 21.96% del total, Héctor Muñoz Uribe se convirtió este domingo en el alcalde electo de la comuna de Concepción, dando término a la administración de la Democracia Cristiana que ha sostenido Álvaro Ortiz durante más de una década.

Los resultados fueron prácticamente un empate entre cuatro candidaturas, quedando en segundo lugar el DC y delfín de la actual gestión Aldo Mardones con el 20,45%; el Republicano James Argo con el 19,25% y el independiente de izquierda Camilo Riffo con el 19%. En un lejano cuarto lugar quedó la representante de la UDI e hija de la exsenadora Jacqueline Van Rysselberghe, Valentina Pavez, con apenas el 8,24%, una pérdida de poder de lo que fuera el partido en la comuna.

En esta reñida competencia, quien ejerció como exseremi de Salud durante la pandemia de Covid-19 en la Región del Biobío se impuso ante sus competidores del mismo sector político, como también ante las candidaturas de Camilo Riffo y Aldo Mardones, siendo este último la continuidad del legado de Ortiz.

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La irrupción de Héctor Muñoz da cuenta del impacto que ha generado aquel sector de la derecha chilena en la comuna de Concepción. Siendo militante del Partido Social Cristiano (PSC), pastor y parte de las Águilas de Jesús, el alcalde electo irrumpe en el municipio penquista tras una cuestionada gestión en el marco de la pandemia de Covid-19.

Como parte de las Águilas de Jesús, un sector de la iglesia evangélica ligado a la ultraderecha -del cual el propio José Antonio Kast ha sacado réditos políticos-, Muñoz fue presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC) que logró destronar a las militancias de izquierda al interior de dicha casa de estudios a inicios de los años 2000.

En 2019, previo a la fundación del Partido Social Cristiano del cual Muñoz ha sido impulsor, Interferencia le consultó el motivo por el cual los evangélicos más conservadores no construían un partido propio, ante lo cual las luces que entregó eran evidentes: «La iglesia evangélica tiene que tener una independencia, puede apoyar a los candidatos más evangélicos, pero la iglesia como institución tiene que llegar a todos los grupos. Establecer un partido evangélico no se descarta de plano, pero tiene que ser una conversación amplia entre cristianos de todos los sectores. Pero como están dadas las condiciones actualmente es lejana la idea de un partido evangélico, habiendo tanta diversidad de pensamiento entre cristianos, lo mejor es aportar desde los partidos que ya están».