El nombre de esta joven comuna proviene del Fuerte existente en su territorio llamado San Pedro de la Paz en honor al apellido (San Pedro) del yerno del fundador Alonso García. La población según el censo de 2002 asciende a 80.447 habitantes, sólo 288 personas se califican de rurales en este municipio. La superficie es de 112,5 km2.
Iniciada la conquista de la región, existió desde 1594 el Fuerte de la Candelaria en el área pero alejado de la ribera del río, pronto fue abandonado por el ataque de los indígenas en 1599. Ribera le dió el título de Plaza de San Pedro a aquel fuerte. El 21 de noviembre de 1603 el gobernador Alonso de Ribera decidió fundar un fuerte en la ribera sur del Bío-Bio frente al cerro Chepe, lugar de donde se cruzaba el río en barco, la construcción estuvo a cargo del militar y cronista, Alonso González de Nájera.
El fuerte fue hecho para cuidar el tránsito a la ciudad de Concepción, auxiliar al ejército, pasajeros, correos, etc., que se dirigían por el camino de la costa hacia el sur, manteniendo comunicación con las ciudades de la frontera como Valdivia, Osorno, Chiloé y resguardar la boca del río Bío-Bio. Durante la sublevación mapuche de 1655, este fuerte fue incendiado y destruido, pero el asentamiento continuó existiendo, reuniendo en sus cercanías a una pequeña población.
Llegada la época republicana, el día 29 de diciembre de 1819 y en el marco de la Guerra a Muerte, se produjo el ataque por parte de las fuerzas de Vicente Benavides y los indígenas costinos cercanos a San Pedro. El fuerte fue defendido por el capitán patriota Pedro Elizondo; debido al buen desempeño de la artillería patriota se logró repeler la embestida del montonero realista. Los mapuches que colaboraron con los realistas, se retiraron quemando campos y ranchos. En 1821 los realistas volvieron a atacar San Pedro de la Paz, esta vez comandados por Juan Manuel del Picó y bajo órdenes del propio Benavides incendiaron el poblado.
El 23 de octubre de 1884 se entregó la concesión para construir la línea férrea entre Concepción y Curanilahue a la compañía inglesa The Arauco Company Limited y así explotar el carbón de la cuenca sureña. El puente ferroviario sobre el Bío-Bio, obra impulsada por el ingeniero penquista Pascual Binimelis, se entregó en 1889, bajo el gobierno del presidente Balmaceda, gran impulsor del desarrollo industrial. Desde ésta época San Pedro comenzó a cobrar importancia al instalarse la estación de ferrocarriles en la ribera del río.
El 13 de abril de 1913 ocurrió en San Pedro un hecho que marcó a la aviación nacional. Desde una cancha de esta localidad, el piloto Luis Acevedo intentó realizar el primer Raid aéreo entre Concepción, Santiago y Viña del Mar, al tomar la ruta del río Bío-Bio, el avión no se elevó suficientemente y se estrelló en un recodo del río pereciendo el piloto, en un hecho que impactó a la ciudad y al país. Concepción lo recuerda con una Plaza en su honor.
En 1944 se inauguró el primer puente carretero, conocido como Puente Viejo y que hoy ya no existe producto del terremoto de 2010, en su construcción murió una gran cantidad de obreros, debido a las dificultades constructivas y la poca seguridad en el trabajo que se estilaba en esos años.
San Pedro tomó su carácter residencial después del terremoto de 1960 cuando la Corporación de la Vivienda (CORVI) desarrolló sus más importantes proyectos en lo que sería la Villa San Pedro. En 1964 se entregan 1918 casas, en 1965 son 212 departamentos y en 1967 se entregaron 2000 viviendas, constituyéndose en un amplio sector de expansión residencial para las clses trabajadoras y medias del desarrollo industrial que se vivía. Paralelamente se va poblando la zona de hortalizas hoy conocida como Huertos familiares y que, junto a Boca sur, nutría a Concepción.
La comuna, como zona costera de la región, tiene un importante sector industrial, en 1957 se construyó la Industria Papelera de San Pedro y en 1958 la Fábrica de Papel de Diarios Bío-Bio, estos proyectos fueron impulsados por la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones y el Banco Mundial.
La dictadura separó este territorio del municipio de Coronel en 1974, en concordancia con la reestructuración administrativa del país, para luego añadirlo al de la capital regional, hasta que consiguió su declaración como municipio en 1995.
Tanto el crecimiento poblacional como el avance de la industria, no sólo en San Pedro sino en toda la zona del ultra Bío-Bio, hizo necesario la construcción de un nuevo puente sobre el río. En 1965 el puente viejo se quebró en tres tramos. La nueva obra se inició en 1968 y se entregó en 1974, posteriormente fue bautizado como Juan Pablo II, tras la visita del papa Carol Wojtila en 1987.
El crecimiento explosivo de la comuna en las dos últimas décadas hizo que se proyectara y construyera el último viaducto, el Puente Llacolén, inaugurado el 2000, sufriendo graves y desconcertantes daños tras el terremoto de 2010.
Entre las grandes atracciones de la nueva comuna de San Pedro de la Paz se encuentran sus lagunas, Grande y Chica que cuentan con distintos Balnearios como Llacolén y el Municipal, de gran concurrencia durante el verano. Otra visita de interés es la Iglesia de la Candelaria que llama la atención por su diseño y ubicación, en febrero se lleva a cabo la romería en honor a la Virgen de la Candelaria, cuya imagen se conserva de los tiempos del antiguo fuerte.
San Pedro cuenta hoy con un anfiteatro natural que desarrolla diversas actividades recreativas y culturales, así como el Parque Alessandri, reserva de bosque nativo en medio de una cordillera desvastada por el desierto verde.
Sus pobladores, fuertemente segregados socialmente, han desarrollado potentes movilizaciones en el último tiempo por su derecho a una ciudad digna, oponiéndose al tag en la ruta 160 o a la instalación de antenas de celulares, entre otras luchas.
Foto archivo, estudiantes secundarios de San Pedro se suman a las movilizaciones por una educación democrática, pública y de calidad