Ambos criminales están condenados por su participación en masacres contra trabajadores y campesinos perpetradas durante la dictadura en el Biobío. Por una parte está el empresario Luis Enrique Barrueto Bartning, condenado a 10 años y un día como coautor de siete secuestros calificados en Santa Bárbara, al que se suma el carabinero Juan de Dios Higueras Álvarez, sentenciado a 15 años y un día por distintos homicidios calificados y otros 10 años por secuestro calificado en Mulchén, entre otras condenas.
El pasado jueves se dictó la orden de aprehender a Juan de Dios Higueras Álvarez y Luis Enrique Barrueto, la que se habría ejecutado al día siguiente, pero que a la fecha no se ha logrado concretar debido a que no se ha dado con el paradero de ambos criminales, que se fugaron tras ser condenados por masacres de campesinos en Mulchén y Santa Bárbara.
Sobre la fuga de los criminales de lesa humanidad y la orden de detención, Patricia Parra, abogada querellante en el caso de la matanza de campesinos de Mulchén, perpetrada en octubre de 1973, enfatizó en que, «una echa de menos mayor celeridad de las policías. No es posible estar esperando que los victimarios se vayan a presentar al cuartel policial, en este caso de la PDI, para que sean llevados a la presencia del tribunal. Mi cuestionamiento va a la celeridad con la cual las policías están cumpliendo las órdenes de detención. Ahí está el cuello de botella».
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El excarabinero Juan de Dios Higueras Álvarez está condenado por los asesinatos y secuestros de dieciocho campesinos de Mulchén, perpetrados en el sector El Morro y en los fundos Carmen, Maitenes y Pemehue. La sentencia fue confirmada por la Corte Suprema a mediados de noviembre pasado, sometiéndolo a condenas de 15 y 10 años de presidio.
«Lo de Mulchén fue una masacre, con la excusa de estar buscando a Carlos Altamirano, suben alrededor de 20 civiles hacendados de la zona, cuatro carabineros y tres funcionarios militares, fueron a matar a 18 trabajadores forestales, 13 de ellos pertenecientes a la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Eran guardaparques a quienes no solamente detuvieron y torturaron durante solo un dia e hicieron cavar su propia tumba, si no que después de que los mataron, en el año 1979 a inicios de 1980, se produce lo que conoce como la operación Retiro de Televisores. Estas víctimas fueron exhumadas y llevadas al regimiento de Los Ángeles y como en los perores tiempos de la Segunda Guerra Mundial, estas personas son incineradas», explica Parra.
Por su parte, el criminal Luis Enrique Barrueto Bartning, empresario de la Compañía Manofacturera de Papeles y Cartones, está condenado a 10 años por su participación en el secuestro calificado de 28 campesinos en Santa Bárbara y Quilaco, uno de los crimenes más brutales de la dictadura militar de Pinochet.
Sobre los crímenes por los que están condenados ambos delincuentes prófugos, la abogada querellante comentó que, «estamos hablando de delitos que son verdaderas masacres. No estamos hablando de una muerte, que es igual de horrorosa, pero fueron verdaderas masacres. Recordemos que en Santa Bárbara, los funcionarios de Carabineros eran serviles a los dueños de Santa Bárbara y Quilaco, que eran la familia Barrueto, los Domínguez, etc. El señor Barrueto, que hoy día está fugado, era amo y señor de Santa Bárbara. Hoy aparece como un pobrecito, pero hicieron cosas que son indecibles desde el punto de vista humano».