Senado aprobó en general la reforma al código de aguas

[resumen.cl] Por 36 votos a favor y 0 en contra, la sala del Senado aprobó, en segundo trámite constitucional, el proyecto que modifica el código de aguas impuesto por la dictadura en 1981 y ahora deberá ser votado en particular. Después de 10 años de haber sido ingresado al Congreso, el proyecto pretende terminar con los derechos de aprovechamiento perpetuos y priorizar el consumo humano en el único país del mundo donde el agua es privada.

La votación debió realizarse el pasado miércoles 21 de julio, sin embargo debió posponerse para este martes debido a la cantidad de palabras solicitadas. Para llegar a esta instancia, primero debió pasar por las comisiones de Recursos Hídricos, Agricultura y Hacienda de la Cámara de Diputados, donde fue aprobada en noviembre de 2016. Luego, por las comisiones de Recursos Hídricos, Agricultura y Constitución de la cámara alta.

Ahora deberá pasar por una comisión técnica y para luego ser votada en particular. De haber diferencias entre lo aprobado por ambas cámaras, la reforma pasaría a Comisión Mixta.

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Los principales cambios que plantea la reforma es reforzar el estatus del agua como bien público, priorizando el uso para el consumo humano, define que los nuevos derechos de aprovechamiento sean otorgados como concesiones temporales de 30 años, entre otros.

Asimismo, también pretende instalar la obligación de informar a la Dirección General de Aguas (DGA) «todo cambio de uso de un derecho de aprovechamiento».

Ahora se abre el periodo de indicaciones hasta hoy miércoles a las 09:30, las cuales se discutirán en la Comisión de Recursos Hídricos del Senado, para que luego el proyecto de ley vuelva a la Sala para su discusión en particular.

 

El único país con agua privada en el mundo

Las consecuencias de este sistema para el país han sido desastrosas, ya que el 80% de los derechos consultivos están en manos del negocio forestal y agropecuario, mientras que el 9% está en manos del negocio minero.

Un modelo hídrico que concibe al agua como un bien económico en la lógica neoliberal que pone en el centro el lucro de las empresas por sobre los derechos de las personas.

Además, el país atraviesa un proceso constituyente donde el agua será uno de sus ejes fundamentales, debido a la gran representación de convencionales provenientes de movimientos socioambientales, así como por ser uno de los elementos centrales en gran parte de las campañas de las candidaturas antineoliberales.

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