La noche del 16 de febrero de 2021, mientras defendía a un grupo de campistas -en compañía de integrantes del Lof Yaskawe de Panguipulli- de ser expulsados del lago por guardias del condominio Riñipamu, Emilia H. Obrecht fue asesinada de un tiro por Francisco Jara Jarpa, sentenciado este viernes, entre otros, a 12 años de presidio mayor en su grado medio por dicho crimen.

Por Juan Contreras Jara

Tras casi dos años del asesinato de Emilia H. Obrecht, este viernes el Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia, sentenció a Francisco Javier Jara Jarpa, uno de los siete imputados en primera instancia por dicho crimen, a las penas de 12 años de cárcel como autor ejecutor del delito consumado de homicidio simple y a la pena de 4 años de presidio menor, en su grado máximo, por porte ilegal de armas de fuego. Hecho perpetrado al interior del condominio Riñimapu, en Panguipulli.

Además, el tribunal decretó las accesorias de inhabilitación absoluta y perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena.

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En primera instancia, los imputados por el crimen de Emilia «Bau», todos oriundos de Coronel y Lota, eran Carlos López Aguayo, Cristian Cisternas Larenas, Sergio Larenas Paz, Jorge Rodríguez Neira, Jorge Ruíz Paz, Cristian Larenas Cisternas y Francisco Javier Jara Jarpa, único condenado a quien se le abonaron 700 días de su pena, por el tiempo que pasó en prisión preventiva. El resto de los supuestos guardias de seguridad, fueron absueltos, tanto del delito de homicidio calificado como posesión ilegal de armas. 

El caso de Emilia H. Obrecht no ha estado exento de polémicas y cuestionamientos, tanto desde su familia como abogada querellante. Lo anterior, debido, por ejemplo, a los errores en la tramitación del hecho, por lo que fue incluso removido el primer fiscal a cargo y una primera reconstrucción de lo ocurrido sin avisar a su familia ni abogada querellante. Posterior a ello,  Fiscalía terminó realizando dicho peritaje en Puerto Montt, a casi 300 kilómetros de donde fue cometido el crimen, en una escuela de Carabineros.

Sobre la sentencia, Karina Riquelme, abogada querellante en este caso, comentó a RESUMEN que, «nos preocupa que para un tribunal de la República no sea lo suficientemente grave, el hecho que realizó Francisco Jara Jarpa, que en definitiva, amparado en este grupo de personas, dispara a personas desarmadas, más de cinco veces, poniendo en riesgo sus vidas. Todas estas personas son parte de comunidades mapuche o bien, personas que apoyan la defensa de los ríos y lagos y al parecer, su vida y el atentar contra ellas, no pareciera tan importante para un tribunal de la República, al no aplicar el máximo de la pena, pudiendo haberlo hecho».

Riquelme también criticó la actitud de la Fiscalía con la familia de la víctima, acotando, según sus palabras, que, si se hubiera tratado de un residente del lujoso condominio Riñimapu, su actuar habría sido diferente. «Podemos decir que ni siquiera la Unidad de Víctimas y Testigos estuvo presente con la madre de la víctima en el juicio oral. Ninguno de los días, ni siquiera cuando ella declaró, hubo un apoyo para poder contener lo que significa para una madre perder a su única hija».

Desde la familia y parte querellante en el crimen de Emilia H. Obrecht expresaron que evaluarán la sentencia y las posibilidades de emprender nuevas acciones, «porque este caso no necesariamente debe terminar con este juicio oral, sino que, existe la posibilidad de realizar otras diligencias en esta misma investigación, en particular por la existencia de pruebas, reveladas en el juicio como cámaras y Whatsapp que debieran ser recabadas por el Ministerio Público», adelantó la abogada.