Silicona industrial: Revista Closet revela la cruda realidad que vive la población trans/travesti

"Hoy las compañeras que se han puesto silicona están mal o han muerto", asegura Alejandra Soto, presidenta del Sindicato y Corporación Amanda Jofré a Revista Closet, dando a conocer la realidad que viven muchas mujeres tras inyectarse silicona industrial en sus cuerpos. Motivando la realización de campañas informativas en relación a la temática.

Por José Figueroa Soto

El pasado 31 de marzo Revista Closet publicó un reportaje donde se daba a conocer la realidad de muchas mujeres trans, quienes se han visto afectadas por la utilización de silicona industrial en sus cuerpos con la finalidad de poder modificarlos su apariencia. Esto dado el bajo costo y accesibilidad del producto en comparación a las cirugías estéticas en centros de salud autorizados.

No obstante, estas prácticas han acarreado una serie de problemas para quienes se someten a estos procedimientos, principalmente mujeres trans/travestis que se ven imposibilitadas a acceder a otro tipo de tratamientos. Para abordar esta situación Revista Closet conversó con el Sindicato y Corporación Amanda Jofré.

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"La problemática de la silicona industrial es grave, tenemos a la mayoría de las compañeras que construyeron sus cuerpos inyectándose silicona industrial y muchas lo siguen haciendo. Yo pienso que casi la mayoría de las compañeras tiene silicona en sus cuerpos. Lo grave es que con el paso de los años vienen los problemas de salud, muchas sufren de siliconomas, cáncer, elefantiasis y úlceras muy grandes que llegan a la mutilación de la piel y los músculos, todo para poder apenas sobrevivir", aseguró Alejandra Soto, presidenta del Sindicato. Añadiendo que sobre toda la población más adulta ha construido sus cuerpos con estos procedimientos riesgosos para la vida humana, pero a sabiendas de eso no se ha restringido su venta la cual, a juicio de Alejandra, debería estar prohibida.

Por su parte Anastasia María Benavente, parte de Amanda Jofré, también manifiesta su preocupación, asegurando que adolescentes se están interviniendo sus cuerpos en base a estos métodos, volviéndose esencial informar.

"Es difícil tener una regulación porque los negocios la venden para motores y las compañeras lo compran para inyectarse. Ahora, hay un trabajo urgente que tiene que ver con la atención, pero por otra parte es importante trabajar con la prevención, porque hay compañeras de 15, 16 o 17 años se están colocando silicona en cantidades extremas, sobre todo en el norte de Chile, donde tienen el estereotipo de la mujer centroamericana caribeña exuberante. A una chica por su juventud no le pasa nada, pero en 10 o 15 años esa misma niña va a estar podrida, como están pudriéndose las compañeras con siliconas en la cárcel"

La silicona industrial a la cual se hace referencia es principalmente utilizada en la reparación de automóviles y camiones como lubricantes.

"Se usa una jeringa veterinaria para caballos, se inyecta en la primera capa de la piel, la epidermis y se deja instalada la aguja ahí, luego se empieza a llenar la zona y la silicona escurre. Para cubrir el agujero dejado por la jeringa, se aplica esmalte de uñas o La Gotita y con eso cierran la herida. Impensado poner puntos. Finalmente, se masajea la zona inyectada para dar forma", se relata en el reportaje, asegurando que estos procedimientos se están realizando en diversos lugares, sin ningún tipo fiscalización por parte de las autoridades.

"Es un problema que afecta mucho a la población trans, pero también a mujeres y hombres gays. Son prácticas que se están haciendo en peluquerías y en clínicas de barrio alto, no hay fiscalización", aseguran desde el Sindicato.

De este modo, los procedimientos con silicona están generando graves problemas en la salud de quienes se han sometido a ello, viéndose sus efectos al mediano y largo plazo, en algunos casos. Lo que se agrava aún más por la falta de respuesta de la autoridad sanitaria, quienes no han generado medidas efectivas para prevenir y enfrentar esta situación. Sobre todo, considerando los problemas que tiene la población trans para acceder al sistema de salud.

Ante esto, el Sindicato Amanda Jofré a impulsado campañas informativas en trono al tema y ha presionado a autoridad de Salud para que tome las medidas necesarias para asegurar el bienestar y la salud trans en Chile.

Finalmente cabe mencionar que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en un informe emanado el año 2015 aseguró que en promedio las personas trans viven solo hasta los 35 años, esto a causa de la violencia que enfrentan día a día haciendo urgente la implementación de políticas que aseguren una vida libre de violencias.

Imagen de @amandajofre.oficial

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