Tras meses de ruidos constantes que afectan la calidad de vida de los y las vecinas de la comunidad El Agro, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) instaló unos medidores de ruido para constatar los problemas ocasionados por las torres del Parque Eólico Negrete. Sin embargo, desde el organismo acusan que el ruido de los árboles interfirió en las correctas mediciones pese a que los sonidos son perceptibles desde la cámara celular de unos de los pobladores.
Por Kathia Cancino Rojas
Edgardo Hidalgo es uno de los principales afectados por los ruidos constantes ocasionados por las torres eólicas del proyecto a cargo de la empresa WPD, emplazadas a unos cientos de metros de su vivienda. El poblador explica que el equipo de medición estuvo una semana en su casa y que los funcionarios de la Superintendencia del Medio Ambiente le dijeron que gracias a la interferencia de los árboles les fue imposible captar los sonidos de las aspas. Pese a ello, Hidalgo es enfático al señalar que el ruido es evidente y que, inclusive: "Lo puedo grabar con mi celular aunque ellos con ese equipo no pudieron".
Y es que hace algunos meses, tanto Hidalgo como 22 residentes más del sector presentaron una demanda colectiva ante el SMA a cargo de la abogada Paula Villegas, ello por la afectación a la calidad de vida que conlleva el vivir junto a un parque eólico.
Precisamente, las mediciones estaban destinadas a constatar tales afecciones, aunque Villegas indica que tras una breve reunión poco fructífera con personal de la Superintendencia del Medio Ambiente, debió pedir la información pormenorizada a Santiago funcionando como una medida de presión para con la SMA.
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Además, señala que Hidalgo "en más de una oportunidad ha constatado con videos caseros cómo el nivel de ruido es perfectamente perceptible, sin embargo, la Superintendencia y sus instrumentos de medición no han logrado constatar aún que están superando la norma". De hecho, Villegas sostiene que el actuar de la SMA en este caso ha sido bastante deficiente, escudándose en las condiciones sanitarias y el estado de excepción como dificultad para visitar el lugar.
Sumado a ello, también menciona que la misma demanda colectiva ha funcionado de manera lenta. "Si bien entendemos que estamos en periodo excepcional de pandemia que ha ralentizado todo, la Superintendencia ha funcionado mal a nivel nacional y ello se reflejó en el informe lapidario que hizo hace un tiempo atrás la Contraloría, donde desgraciadamente nuestro caso no es la excepción (…). Sin embargo, quisiéramos que fueran más proactivos en la toma de diligencias y, específicamente, en cómo se llevan a cabo los monitoreos", explica la abogada.
Finalmente, Villegas indica que desde WPD, empresa alemana a cargo del Parque Eólico Negrete, la actitud continúa mostrándose intransigente y cerrada al diálogo, apuntando siempre a que todo lo realizado estaría dentro de las normas vigentes.