Tras la nula respuesta por parte de la Superintendencia del Medio Ambiente, se ingresó una solicitud de cuenta para que se informe a las organizaciones sociales el estado de una de las denuncias ingresadas contra el proyecto hidroeléctrico que pretende instalarse en el río Biobío, la cual apunta a la ausencia de una evaluación ambiental tras realizar modificaciones importantes a la Central Rucalhue vía pertinencia.
Por J. Arroyo Olea
En marzo de este año organizaciones socioambientales ingresaron una denuncia a la Superintendencia del Medio Ambiente ante lo que han acusado como elusión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental por parte del proyecto hidroeléctrico Central Rucalhue.
Concretamente, la denuncia apunta a que existiría una elusión debido a importantes modificaciones que se realizó al proyecto de la empresa Rucalhue Energía SpA (controlada por China Water & Electric) vía pertinencia ante el Servicio de Evaluación Ambiental y cuyos impactos serían múltiples, por lo que se ha exigido un nuevo procedimiento de evaluación.
Sin embargo, desde aquella fecha, la SMA no ha comunicado avances, ante lo cual este jueves organizaciones ingresaron una solicitud en las oficinas de la Superintendencia en la región Metropolitana para conocer el estado actual de la denuncia.
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En las afueras de la SMA, Francisco Astorga, abogado de ONG Defensa Ambiental, señaló que las modificaciones al proyecto son «demasiado grandes para ser aprobada por una pertinencia y, requiere por tanto, una evaluación ambiental». Asimismo, Paula Riffo, habitante de Rucalhue e integrante de Semillas del Lirken, fue enfática en señalar que «exigimos al Estado que nos de una respuesta».
A los nueve meses sin gestiones o respuesta de parte de la Superintendencia del Medio Ambiente, se suman la exigencia realizada al Ministerio de Energía para que de término a la concesión eléctrica del proyecto por no cumplir con sus respectivos compromisos como también la tramitación de la solicitud de ser declarado como un proyecto de interés nacional, lo que le permitiría a la empresa talar naranjillo y guindo santa, ambas especies protegidas y en conservación.
Esto último se encuentra en trámite en la Corte de Apelaciones de Santiago, donde la empresa ingresó un recurso contra la Corporación Nacional Forestal y de la cual organizaciones sociales se han intentado hacer parte contra la solicitud del proyecto hidroeléctrico.