Olores pestilentes de manera continua, desde diciembre pasado a la fecha, y un vertimiento de RILES a la laguna Redacamo, a inicios de febrero, tienen a la comunidad chorera en alerta. Exigen mayor fiscalización a las industrias pesqueras que rodean el cuerpo de agua, aseverando que no quieren volver a los 80 y 90, cuando Talcahuano fue ejemplo de contaminación a nivel mundial.
Por Juan Contreras Jara
Nuevamente, Talcahuano está siendo foco de malos olores, rememorando, según pobladores y pobladoras, décadas pasadas, cuando llegó a ser una de las comunas más contaminadas en el mundo.
Apropósito de la persistente presencia de malos olores y del vertimiento de Residuos Líquidos Industriales a la laguna Redacamo, este lunes distintas organizaciones socioambientales, pobladores y pobladoras, además de docentes de la comuna puerto, realizaron una concentración para denunciar la problemática, acusando falta de reacción por parte de las autoridades municipales y regionales en materia ambiental.
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Jaccia Adriazola, integrante de la Agrupación Comunitaria y Ecológica Playa Isla de los Reyes - Rocuant, comentó a Resumen que, «esto es difícil para los vecinos, todos estamos molestos por estos malos olores y el derrame de RILES que hubo en febrero acá en la laguna, que nos recordó la época de los 90, cuando fuimos un mal ejemplo para el mundo en cuanto a la contaminación. En forma recurrente estaban los malos olores y la laguna que tenía un color rojizo. Cuando las aguas se volvieron rojizo marrón, nos recordó la época en la que de forma permanente había malos olores».
Desde la Coordinadora Chorera, indicaron que la persistencia de los malos olores, «ha provocado en la comunidad dolores de cabeza, náuseas, afectaciones en general, pero también, a los ecosistemas. Hace poco fue declarado humedal urbano este sector de Recamo y Redacamo, pero lamentablemente no se respetan ni se cuidan este cuerpo de agua, ya que hace poco se vertieron RILES. Hemos realizado las denuncias correspondientes y hace poco se dio respuesta y se sindicó a los responsables, empresas pesqueras. «
Tras las denuncias, un documento emanado desde la seremi de Salud del Biobío corroboró que dicho evento «se generó por mal manejo de los RILES provenientes de las plantas pesqueras Blumar, Landes, Empresa Sanitaria Essbio y La administración Cabilantago del sector industrial Isla Rocuant».
El documento da fe de los malos olores presentes en el sector, agregando que, «son derivados de planta elevadora de aguas servidas, según la empresa sanitaria Essbio, el hecho se produjo por mala conexión del sistema de evacuación hacia planta elaboradora por parte de la administración Cabilantago. Productos de los antecedentes recopilados ante fiscalización, esta Autoridad Sanitaria determinó el inicio de sumario sanitario en contra de las empresas Pesquera Blumar, Pesquera Landes, Administración Cabilantago y empresa sanitaria Essbio».
Tras el vertimiento de los residuos, no solo la laguna Redacamo terminó afectada, sino que también la fauna que coexiste con ella.
Otro punto determinante a considerar es el empeoramiento de la calidad de vida de las y los habitantes de la comuna puerto, tras el vertimiento de estos residuos y los malos olores. En esta línea, docentes de la comuna indicaron que, «nos toca trabajar en un ambiente viciado, los malos olores llegan hasta nuestros establecimientos. Lamentablemente, hay escuelas que ya están acostumbradas a tener estos malos olores y creemos que esto se debe frenar. No es un ambiente grato para trabajar ni para que nuestros niños y niñas se estén educando día a día».
Debido al evento contaminante, los malos olores y el sumario sanitario que inició la seremi de Salud, desde la comunidad chorera hicieron hincapié en que, «la exigencia es prever esto con anticipación, por ejemplo, cuando ingresan estos proyectos. Hay que evaluar acuciosamente si se requiere una Evaluación de Impacto Ambiental, porque muchas veces estos proyectos ingresan solo con una declaratoria, lo que no implica estudios acuciosos. Necesitamos que hagan el trabajo previamente y que nosotros como comunidad dejemos de hacerle la pega a las instituciones correspondientes, desde el municipio a las autoridades ambientales».