Tal vez la vieron o hayan oído de esta miniserie, puede que sea por el gran revuelo que ha provocado en su país o porque se adentra en el mayor problema estadounidense que atraviesa su cultura desde hace siglos: el racismo. Netflix nos entrega en cuatro partes uno de los hechos de denegación de justicia más escandalosos de los últimas décadas, una serie coral que relata el procesamiento injusto de cinco niños afrodescendientes y uno de origen latino por el asesinato de una mujer blanca y profesional en Central Park, Nueva York.
Robinson Silva Hidalgo / resumen.cl
La producción toma una de las tantas historias reales en torno al racismo norteamericano y lo ubica donde más debe preocupar: el funcionamiento de las instituciones de justicia, caracterizadas por una sempiterna historia de discriminación contra quienes no sean blancos, especialmente contra los afrodescendientes. La serie se maneja con una crudeza en el relato y unas actuaciones soberbias, eso es suficiente para entrar en el espectador y provocar estupor y rabia, eso que se debe sentir ante el racismo, sobre todo el que se entronca en el poder abyecto y violento, no hay perdón que valga, no lo hay y menos si hablamos de menores de edad a quienes se les hundió en vida. La producción es de Ava DuVerney (Sema, 2014).
La serie tiene un mérito más, se yergue como un elemento político de fuste en la actual crisis que vive el país norteamericano, el ahora presidente Donald Trump aparece aquí denunciado, se le exhibe como uno de los opinólogos que se paseó por los medios condenando a estos jóvenes, en una de sus notas tituló "Que vuelva la pena de muerte, que vuelva nuestra policía", aquí debemos señalar que el verdadero asesino reconoció el crímenes y al tiempo los cinco jóvenes fueron indemnizados por el Estado de Nueva York y la fiscal que los procesó, Linda Fairstein, perdió su trabajo en una Universidad, la editorial donde desarrollaba su carrera de novelista le retiró el apoyo, aun así no ha sido procesada en modo alguno por su negligencia. De Trump no se escuchó palabra y luego fue electo presidente.
De los cinco inculpados, dos de ellos son activistas por la reforma de la justicia penal en Estados Unidos, tal vez el centro de la crítica de las protestas actuales -junto a la brutalidad policial-, ellos y los otros tres nunca se recuperaron del daño infligido por el Estado y hasta ahora presentan problemas emocionales importantes. El racismo deja secuelas de por vida y son secuelas colectivas, Estados Unidos y cada país del mundo que ha hecho de los humanos una mercancía tiene al racismo como uno de sus graves males.
Dados los eventos de hoy, producto del asesinato de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis, la serie resulta imprescindible, criticada fuertemente por la derecha norteamericana ha tenido muy buenas críticas, para nosotros es un elemento de contexto significativo para entender el ambiente racista vivido allí, a ver si aprendemos lo que no debemos hacer.
Foto extraída de fueradeseries.com