[resumen.cl] En la noche del pasado 7 de septiembre, la toma de terrenos en el sector de El Pinar de Laraquete (comuna de Arauco) fue desalojada por Fuerzas Especiales de Carabineros. Esta toma de terrenos había comenzado esa misma semana por vecinos y vecinas sin casa de la comuna.
Los vecinos y vecinas fueron desalojados violentamente por carros lanza-aguas, carros lanza-gases y un amplio contingente de efectivos de Carabineros.
Junto a esto, explicaron que que el crecimiento de la planta de Celulosa Arauco con el proyecto MAPA ha incidido en el aumento de valor de arriendos en la comuna. «Los actuales arriendos disponibles en Laraquete son de precios elevados en comparación con el sueldo que la planta celulosa ofrece a sus trabajadores» y que «los precios de los actuales arriendos están dirigidos a turistas y trabajadores externos a la comuna» habían señalado pobladores y pobladoras antes del desalojo.
En año 2018 Empresas Arauco anunciaba con bombos y platillos la aprobación final de su mega proyecto "MAPA", la ampliación de Celulosa Arauco Horcones, que la convertiría en la segunda planta de mayor producción mundial y según aseguran desde la empresa, aportaría un gran desarrollo a la zona donde se emplaza.
Para varias de las familias que viven en localidades adyacentes a la planta de celulosa, ya existiría un primer impacto: tener que abandonar las casas que arrendaban por el alza de las mensualidades, producto de las expectativas que tienen los propietarios y servicios de pensiones locales con la llegada de miles de trabajadores que se hospedarán en las localidades cercanas a la construcción de la obra.
La urgencia de solucionar sus problemas de vivienda llevó a que 31 familias ocuparan un pequeño terreno en el sector El Pinar, de propiedad de la empresa Forestal Arauco. Entre los pobladores existía la esperanza que se les permitiera ocupar ese u otro sector cercano a los servicios básicos que utilizan y a las escuelas donde acuden sus hijos, por lo que solicitaron la ayuda de la empresa.
Pobladores señalaron que luego de conversaciones, representantes de Celulosa Arauco se comprometieron a gestionar la regularización de la ocupación, entendiendo la responsabilidad de la problemática existente y que además el terreno siempre ha estado abandonado. Sin embargo, a pocos días, sorpresivamente las familias fueron desalojadas con Fuerzas Especiales de Carabineros del terreno que habían ocupado, por orden de sus propietarios de la empresa forestal.
A habitantes de Laraquete no les extraña esta insensibilidad de la empresa. Muchos, tienen la total claridad que la "responsabilidad social empresarial" que anuncia esta no ha existido históricamente y solamente pareciera ser publicidad engañosa. Más aún, desde que en la década de 1970 comenzó a funcionar la celulosa planta Horcones, muchos pensaban que la industria cambiaría completamente la condición de pobreza en la que se encontraban la mayoría de sus habitantes, sin embargo, eso no fue así y prueba de ello es que hasta el día de hoy la comuna de Arauco es parte de la "zona de rezago", encontrándose entre los niveles más altos de pobreza y cesantía del país.
Cabe recordar que los propietarios de la empresa forestal y de celulosa han aumentado enormemente su capital con esta industria que nació como estatal y que luego Pinochet les cedió como parte del plan de privatizaciones.
Diversas críticas a este negocio forestal plantean que el desarrollo de la industria no ha significado el esperado desarrollo para las comunidades más cercanas a la producción de celulosa. Localidades como Laraquete, El Pinar, Horcones y Carampangue, son afectadas olores pestilentes por las emisiones contaminantes, decaimiento de la agricultura y pesca artesanal, junto a la afectación y gran presión sobre cuerpos de agua (ríos, lagos, esteros) y aguas subterráneas por el consumo (evapotranspiración) de las plantaciones.
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Los habitantes de estos lugares, indican que la empresa ha tenido una historia bastante alejada de la llamada política del "buen vecino" en el plano ambiental y compromiso social. Señalan que solamente en los últimos años la empresa ha realizado algunos aportes a la comunidad, con un objetivo de aprobar certificaciones. Canastas familiares, cursos de peluquería, camisetas para clubes deportivos, bonos para pescadores, visitas de estudiantes a la planta, son algunos ejemplos de los "aportes" que no han mejorado ni menos cambiado la realidad de las poblaciones más afectadas por los impactos de Celulosa planta Horcones.
Las localidades vecinas al complejo Arauco, que constituyen alrededor de la mitad de los habitantes de toda la comuna, además han sufrido la postergación de la administración comunal que tiene su cabecera en la ciudad de Arauco e históricamente ha concentrado allí sus gestiones.
En Horcones, la localidad más afectada y asfixiada por olores nauseabundos de celulosa y sus industrias satélites, instaladas en el mismo patio de sus antiguos habitantes, solo cuenta con un precario servicio de agua canalizada y una escuela en evidente abandono. No cuenta con alcantarillado, calles pavimentadas, posta ni alguna otra infraestructura pública. Necesidades como un cementerio, gimnasio o cancha de fútbol en Laraquete aún son una promesa incumplida para una localidad que sobrepasa los 8.000 habitantes. Estas necesidades tan básicas, son comunes en todas las localidades cercanas a la planta de celulosa Arauco como Chillancito, Meseta, Conumo, Pichilo, etc., lugares que estaban poblados muchos años antes de la instalación de la planta.
En los últimos años celulosa Arauco ha cofinanciado proyectos de viviendas, una sede instituto de educación superior (DUOC) y un centro cultural, pero todos en otras comunas y en la ciudad de Arauco, no para sus vecinos más próximos. Estos aportes se suman a un complejo deportivo para uso exclusivo de sus trabajadores de planta y un colegio particular pagado para quienes puedan costear una alta mensualidad, ambos también en la ciudad de Arauco. De los 50 años de existencia e impactos negativos para los vecinos de la planta Arauco, la "huella social" en las poblaciones adyacentes, sigue postergada.
Hace más de 100 años en Lota, la industria de carbón de la época, financió casi la totalidad de las obras del pueblo, viviendas, electrificación, línea ferroviaria, escuelas, hospitales, etc. todo esto a costa de la explotación brutal de los mineros.
Empresas Arauco, dominante en la zona al igual que la industria del carbón de antaño, no ha realizado ningún aporte significativo para mejorar las condiciones de vida de sus vecinos. En cambio, destruyó sus antiguas fuentes de riqueza y trabajo (pesca artesanal, agricultura, ríos, bosques nativos, etc.) y podría seguir acabando con la proyección de otros sectores económicos como el turismo. Difícilmente las playas del golfo de Arauco serán valoradas turísticamente si en ellas Celulosa Arauco descargará 170 millones de litros de aguas con residuos tóxicos diariamente.
Las autoridades y representantes locales, a quienes han acudido los pobladores sin casa, dicen estar completamente de acuerdo a que se ocupen dichos terrenos para fines habitacionales, sin embargo, ninguna gestión concreta ha emanado por parte de ellos para dar una solución.
Es más, la política del gobierno comunal ha apostado por permitir que la industria forestal sea la única fuente de recursos que sustente a las familias, desconociendo lo inconveniente de no diversificar la economía y los problemas que por ello tendrán en el futuro sus habitantes. La total dependencia del carbón en Lota llevó a la ciudad minera a ser una de las más ricas de Chile, pero luego con la crisis, la mas pobre. En Arauco, con la total dependencia de la industria forestal, una crisis que tarde o temprano ocurrirá, podría dejar a sus habitantes peor de lo que hasta ahora ha significado para ellos la economía forestal. Y a diferencia de Lota, ni siquiera quedará alguna evidencia de desarrollo para las poblaciones vecinas al complejo Arauco.