Toque de queda, militarización, cierre de medios de comunicación y anuncio de Moreno de posibilidad de revisar “paquetazo” marcan jornada en Ecuador
[resumen.cl] 10 días de intensa movilización social se cumplen hoy domingo en Ecuador, una jornada en que tras el anuncio en cadena nacional de la posibilidad de evaluar «para estudiar sus efectos» el decreto que instauró las políticas económicas solicitadas por el FMI como requisito para un crédito, el presidente Lenín Moreno espera poder negociar con manifestantes, que contradictoriamente, acusa de estar siendo utilizados por el expresidente Rafael Correa y el mandatario venezolano Nicolás Maduro. En el mismo sentido, canceló la señal de TeleSUR para el país, así como había realizado con el cierre de radios locales.
Ya son 13 días desde el anuncio de Lenín Moreno del «decreto 883» o «paquetazo», plan de reformas económicas neoliberales impulsadas por el FMI y 10 desde que explotaron las masivas protestas con imágenes que dan la vuelta al mundo. Aunque es cierto que el descontento de la población con el sistema económico y sus clases gobernantes se arrastra por décadas, el rechazo de buena parte de la población ecuatoriana con el actual mandatario Lenín Moreno ha sido una chispa que prendió un pastizal con los resulado de los niveles de movilización que se demuestran a diario en las calles.
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Este plan de reformas implican, entre otras, el fin a los subsidios a los combustibles (que implicó inmediatamente un alza de un 123%), la reducción de un 20% de los salarios con contratos temporales, disminución de vacaciones para el sector público, trabajo durante un día al mes sin recibir sueldo, privatización de organismos públicos y una reforma laboral que busca la flexibilización y precarización de los empleos, políticas impuestas por el FMI a cambio de un préstamo por 4.209 millones de dólares.
Si bien son estos los puntos centrales, la profundización en los debates en torno a las acciones de protesta también señalan un progresivo rechazo al modelo de producción extractivista que depreda ecosistemas, mejoras en protección social y trabajo y críticas al sistema económico capitalista.
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Las demandas, solicitadas enérgicamente por la población en las calles de Quito y las principales ciudades del país, primero por el gremio de los transportistas, a los que se sumaron numerosos sindicatos, el movimiento de estudiantes y un sinfín de comunidades indígenas, quienes han dado la lucha más activa, tanto en masividad como en radicalidad.
Ante la presencia del pueblo ecuatoriano en las calles, el gobierno ha respondido principalmente con los aparatos coercitivos del Estado: el 3 de octubre decretó estado de excepción y suspendió las clases en establecimientos escolares, el 7 de efectuó un movimiento masivo de tropas y tanquetas del ejército con el fin de acordonar el casco histórico de la ciudad, que posteriormente abandonaría para trasladar el gobierno a Guayaquil. Se estima que estas acciones represivas han dejado cerca de 400 personas detenidas y al menos seis muertas.
Sin embargo, esto no ha desanimado a los y las manifestantes, quienes sobrepasan la presencia militar y policial, logrando quemar tanquetas, ingresar a la sede del poder legislativo y otros edificios públicos como la «Casa de la Cultura», cuya toma se ha transformado en un lugar de encuentro y organización. En este lugar, que era usado como espacio para el velorio de 4 manifestantes muertos durante las protestas, la comunidad identificó y retuvo a ocho policías y dos agentes de inteligencia que intentaron infiltrar. Los ocho retenidos por la CONAIE fueron entregados horas más tarde a representantes de organismos internacionales de Derechos Huamanos presentes en Quito para luego salir a marchar por la ciudad. Sin embargo, antes de aquello, los policías protagonizaron una potente imagen: Les hicieron cargar los féretros de los manifestantes muertos.
Manifestantes Muertos Ecuador | Resumen.cl
Por su parte, mediante un comunicado la Unión de Organizaciones Indígenas del Cantón Saquisilí JATARISHUN, señala que han iniciado una política de autodefensa en los territorios de sus comunidades ante la agresión de agentes del Estado, efectuando la retención de 47 efectivos militares para, en sus palabras, garantizar los derechos humanos, físicos, psicológicos y de sobrevivencia en situación de conmoción social.
Por su parte, mediante un comunicado la Unión de Organizaciones Indígenas del Cantón Saquisilí JATARISHUN, señala que han iniciado una política de autodefensa en los territorios de sus comunidades ante la agresión de agentes del Estado, efectuando la retención de 47 efectivos militares para, en sus palabras, garantizar los derechos humanos, físicos, psicológicos y de sobrevivencia en situación de conmoción social.
Ante la evidencia de, pese a los esfuerzos, no minar en las manifestaciones, el gobierno de Lenín Moreno anunció ayer sábado toque de queda (a partir de las 15:00 y militarización en Quito) y acusó al exmandatario ecuatoriano, del que fue vicepresidente por 6 años, Rafael Correa y al presidente venezolano Nicolás Maduro de ser los artífices de este movimiento popular.
Los ataques no sólo se enfocan en personas, sino también en medios de comunicación. Ya el pasado martes 8 se octubre el gobierno canceló a Radio Pirincha, principal voz opositora en el FM de quito.
https://twitter.com/pichinchauniver/status/1181662147937472512?s=20
El día de ayer, también se informó del cierre de la señal de TeleSUR: «Sin NINGUNA justificación a esta hora nuestra señal ha sido retirada de canal satelital 722 y cable 626 en Ecuador. Denunciamos este hecho y llamamos a nuestros usuarios en este país a exigir a las operadoras la restitución inmediata de teleSUR», denuncia la presidenta del Canal, Patricia Villegas.
Todo hace indicar que las manifestaciones se mantendrán en una crisis que no tiene una pronta salida y las únicas soluciones que se vislumbran son que el gobierno eche pie atrás desobedeciendo al FMI, línea en que fue enunciada su estudio para medir consecuencias (nada concreto) o la renuncia de Lenín Moreno a la presidencia de Ecuador, que se ha transformado en la demanda principal en este momento dado los acontecimientos.
