Ocho días cumplen en paro nacional las y los trabajadores del Patrimonio. Pese a este periodo de movilización y a las exigencias que componen su petitorio, desde el Gobierno continúan ofreciendo solo mesas de trabajo, pero sin plazos o compromiso de recursos añadidos para temas relativos a maltrato laboral, casos de acoso sexual, entre otros.

Por Juan Contreras Jara

La situación de las y los trabajadores del patrimonio cultural comenzó a empeorar, explica una de sus dirigentas, desde el traspaso de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. La dirigenta hizo énfasis en la aún incompleta conformación de su nueva planta, la que en cinco años no superaría el 30% del total. La situación es la misma a nivel regional.

Según detalló a Radio Biobío Margarita Hormazabal, dirigenta nacional de la Asociación Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Patrimonio, «estamos todavía con directores regionales subrogantes, que es una figura que rebuscó el director anterior, para poder tener presencia del servicio en regiones. Son directores que son funcionarios nuestros que pasaron a ocupar esos cargos, pero que no tienen ninguna potestad, ni manejo recurso, tampoco personal, ni infraestructura. Esto es más de lo mismo».

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La desconexión del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio con la situación laboral de las y los trabajadores hoy en paro quedó de manifiesto el lunes de la semana pasada, mediante una extendida reunión con la subsecretaria del Patrimonio solamente para que comprendiera los motivos de su movilización.

«Estuvimos más de cuatro horas explicándole las problemáticas que nosotros le presentamos en una carta la ministra, pero más que nada, pareció una inducción para explicarle los nueve puntos que le expusimos. Casi fue de tomar apuntes y llevar estas problemáticas a la ministra. La subsecretaria del patrimonio, que es la figura que quedo en este modelo de ministerio, no debería tener ninguna ingerencia en nuestro presupuesto o decisiones internas del servicio, sin embargo, tanto el gobierno anterior como este, pretenden que la subsecretaria del Patrimonio sea nuestra jefatura directa» indicó la dirigenta.

Posteriormente, el miércoles pasado, pudieron reunirse con la ministra de la cartera de  las Culturas, las Artes y el Patrimonio, pero la autoridad no comprometió ni plazos, ni recursos añadidos para enfrentar las exigencias de las y los trabajadores del Patrimonio.

Uno de los puntos más importantes de sus exigencias tiene que ver con el reforzamiento del área de gestión y personal del servicio, situación que permitiría de una vez por todas, completar la planta a nivel nacional, «porque si no se cumplen los hitos que están en la planta, no podemos pasar a los siguientes hitos, lo que significa un estancamiento en la carrera funcionaria que ya está estancada hace 4 años».