Que las nuevas generaciones de occidente tengan peores condiciones de vida que las precedentes, el miedo y la frustración que ello provoca, está en el sustrato de este fascismo de impotentes representado por Trump, Milei, Bolsonaro, entre otros.

Por Joaquín Perez

El filosofo italiano Franco Berardi, conocido como "Bifo", un sobreviviente de la autonomía obrera italiana de los años 70, ha definido al fenómeno político de nuestros días como un "fascismo impotente", mucho peor que el fascismo tradicional de las primeras décadas del siglo XX. Este fascismo impotente representa la incapacidad de determinar nuestro futuro, el futuro se ve como algo sombrío, como algo peor a lo que actualmente vivimos. La política incapaz de definir nada, ante el dominio absoluto del poder económico y militar, da paso a una anti política que canaliza la frustración de sociedades que ven perder beneficios y derechos.

Se suma una impotencia psíquica y la impotencia sexual de una parte creciente de la población occidental, machista, blanca, racista y envejecida. La impotencia de esta población adulta mayor, aterrada por la propaganda que difunde miedo, para después vender jaulas y pérdidas de libertades. La impotencia de jóvenes sin perspectivas laborales, sin seguridad social, ya completamente privatizada o en vías de serlo, incapaces de independizarse, pues cuestiones como la vivienda propia hoy es un lujo inalcanzable para cualquier salario.

Si a principios del siglo XX el fascismo era la ideología de países jóvenes (Alemania-Italia) que soñaban expandirse a costa de los viejos imperios, con un movimiento de masas en sociedad cuya población era mayoritariamente joven, hoy el fascismo es de naciones blancas envejecidas, de machistas y racistas asustados que se resisten a evolucionar, pero no por ello este nuevo fascismo es menos peligroso que el anterior. El fascismo siempre ha sido sinónimo de tragedia y hoy lo vemos en Gaza nítidamente.

Estados Unidos hoy, a pesar de todo el poder que aún mantiene, es una potencia en decadencia. El mundo unipolar con Estados Unidos como gendarme de la humanidad se ha acabado, a pesar de los arrebatos de Trump, siendo incontestable el fracaso de la OTAN en la guerra en Ucrania; el despegue económico, comercial y tecnológico chino en las últimas décadas; la aparición de los BRICS en contrapeso al G-7; la resistencia al imperialismo en su propio patio trasero de países asfixiados por largos y drásticos estrangulamientos económicos como Cuba y Venezuela.

Trump hoy patea el tablero, espera que todo el mundo le bese el trasero, pero ya hay naciones que le han dicho que no, y desafían su autoridad. China no claudicará en esta triple guerra: comercial, financiera y tecnológica. Rusia no aceptará cualquier condición para terminar la guerra en Ucrania. Los propios vecinos de Estados Unidos: México y Canadá, por razones geográficas, estrechamente ligados en el plano económico y comercial a Estados Unidos, no están dispuestos asumir a raja tabla las condiciones unilaterales impuestas.

Sin duda, habrá muchos gobiernos indignos que correrán a besar el trasero de Trump, ya Meloni en Italia ha anunciado viaje a Estados Unidos, descolgándose de una posición común con la Unión Europea, para negociar los aranceles. Milei acepta cualquier cosa que le imponga Estados Unidos, degradando cada día más el prestigio que alguna vez tuvo Argentina en el contexto latinoamericano, no serán pocos los que seguirán este camino, pero cada día serán más los que planten cara a este viejo neocolonialismo que los yanquis pretenden resucitar.

De aquí en adelante las extremas derechas ya no podrán ser neoliberales ni librecambistas, por su sumisión al amo de los aranceles, mucho menos podrán posar de patriotas o nacionalistas. Esta extrema derecha, este nuevo fascismo se sustentará solo en el discurso del odio, el racismo, el machismo, el clasismo, y buscará profundizar el caos, para después ofrecerse como guardián de la seguridad. Ya hemos visto en qué han convertido sus países los gobiernos neoliberales en Latinoamérica, narco estados, entregados a mafias internacionales con la mano de la CIA de por medio.

Fotografía extraída de prensa-latina.cu