[resumen.cl] Cientos de miles de personas participaron a nivel nacional de la Huelga General convocada por organizaciones sindicales a partir de un pliego de demandas, en el cual expresaba la imperiosa necesidad de dar término a la Constitución dictatorial y convocar a una Asamblea Constituyente. En el Biobío, se conoció como «la marcha más grande de la Región».
Fue el 5 de noviembre de 2019 el día en que múltiples organizaciones sindicales realizaron un llamado a desarrollar una Huelga General a partir de un pliego de demandas, dentro del cual se encontraba la creación de una Asamblea Constituyente que diera término a la Constitución heredada de la dictadura.
En este marco, tras poco menos de un mes desde el inicio del Estallido Social, el impulso de la población continuaba desbordando las calles pese a la sistemática violación de los derechos humanos ejecutada por agentes estatales como respuesta a las legítimas demandas del pueblo.
Así, el mismo 5 de noviembre, órganos sindicales hacían entrega de una carta al presidente en funciones, Sebastián Piñera, en la cual se exigía al Ejecutivo el «estar a la altura del momento histórico«. Las exigencias eran variadas: juicio y castigo para los responsables de las violaciones a los derechos humanos, un salario mínimo de $500.000 y el derecho al transporte público eran parte de la batería de demandas que, sistematizadas en un breve documento, buscaba emplazar a la clase política.
La respuesta de parte del Estado fue clara: represión y nula disposición de aceptar las exigencias. En este escenario, el martes 12 de noviembre cientos de miles de personas se hicieron con las calles del país protestando al calor del proceso desencadenado en octubre.
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La histórica jornada marcó la mañana con barricadas incendiarias en distintos puntos del país. En el Gran Concepción, los sindicatos comenzaron desde temprano a movilizarse en distintos puntos de las comunas, concentrándose posteriormente en lo que se conoció como «la marcha más grande la Región del Biobío«.
Las calles de Concepción, desbordadas de gente, continuaban siendo escenario de la legítima protesta en la cual se reunía el pueblo contra décadas de indignación y anclajes de la dictadura.
En el mismo contexto, la represión también se hizo presente. El disparo indiscriminado de perdigones y la utilización de gases lacrimógenos fueron parte del repertorio utilizado por Carabineros para contener la protesta, cuestión que pese a afectar a manifestantes, no dio término a la histórica jornada.
Durante la misma tarde, el edificio de la Gobernación Provincial de Concepción fue incendiado en pleno centro de la ciudad, imagen que recorrería el país al ser un edificio representativo del poder institucional de la Región.
Así, la experiencia del 12 de noviembre sería de vital importancia para el desarrollo de la Huelga General Productiva del 25 y 26 del mismo mes. Lejos de significar el repliegue o el término de las protestas, la jornada demostró que la movilización, la rabia e indignación estaban lejos de terminar.