[resumen.cl] El grupo de eurodiputados solicitó al Parlamento Europeo que no se renueve el TLC con Chile mientras se esté discutiendo la nueva Constitución, así como por cuestionamientos al actual gobierno por violaciones a los derechos humanos.
El tratado de libre comercio (TLC) firmado entre Chile y la Unión Europea firmado en 2003 se encuentra en fase de renovación luego de casi dos décadas de entrada en funcionamiento, por lo que debe ser revisado y «corregido» por ambas partes.
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Es en este contexto en que 36 eurodiputados presentaron una propuesta para frenar este proceso, que se está haciendo con celeridad en el europarlamento, esto mientras en Chile se sigue discutiendo las nuevas normas de Chile que quedarán plasmadas en la nueva Constitución, asimismo, hicieron hincapié en la falta de legitimidad del actual Gobierno en materia de derechos humanos, por lo que también apuntaron a que esta renovación la debería firmar una próxima administración.
En la carta presentada al Parlamento Europeo, rechazan la necesidad de ambas partes por cerrar este proceso antes de noviembre "justo antes de las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias en Chile".
"Además del ciclo electoral, Chile también está emprendiendo una profunda revisión de su marco institucional y sus objetivos de políticas públicas. Desde nuestro punto de vista, llevar a su término un acuerdo antes que concluya este proceso democrático es algo muy serio y problemático", agregan.
A su vez, indicaron a que debe terminar el proceso constituyente para que queden claras la nueva normativa chilena, apuntando a que "Una amplia y transversal mayoría de la convención constitucional está apuntando a integrar profundas reformas en áreas de políticas públicas que son altamente relevantes para las negociaciones en curso, tales como energía y materias primas; la protección de la inversión; el desarrollo sustentable; los servicios; los recursos hídricos; la agricultura; la pesca, y las contrataciones públicas, entre muchos otros temas".
"Es crucial que la Comisión no concluya las negociaciones en curso hasta que el proceso Constitucional chileno haya llegado a su fin. La Unión Europea tiene el deber de respetar la voluntad democrática y el proceso chileno, y actuar tomando en cuenta la prudencia y la certeza jurídica. Firmar un acuerdo con una administración, y dejar la firma y la ratificación a la próxima administración, no es el camino más apropiado y pragmático, independientemente del resultado del proceso electoral chileno", añaden.
Uno de los puntos más importantes alude también al rol del actual gobierno en cuando a las masivas y sistemáticas violaciones de los derechos humanos a partir del inicio del Estallido Social: "se han levantado preocupaciones sobre la legitimidad democrática del actual gobierno en términos de su cumplimiento de las normas y acuerdos internacionales de DDHH, a lo que recientemente se agregan las revelaciones contenidas en los Pandora Papers".
Fuente: Radio Universidad de Chile