Acompañamiento sicológico, otra iniciativa de solidaridad

Por Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), salud es: "El completo estado de bienestar físico, síquico y social, y no sólo la ausencia de enfermedad".

La dramática agudización de los síntomas provocados por la enfermedad del neoliberalismo, han mostrado toda su crudeza en la situación de emergencia que estamos viviendo en nuestro país como consecuencia de la pandemia del coronavirus.

No podemos obviar que los síntomas sociales, como también sicológicos y físicos, de una sociedad enferma como la chilena, se arrastran en forma crónica desde hace muchísimos años, con un pequeño paréntesis en una etapa en donde se comenzó a implementar una terapia reparadora -durante el breve período de la Unidad Popular- que fue violentamente interrumpida por el golpe de Estado del año 73.

Desde ese momento en adelante la infección capitalista alcanzó altos niveles de mortalidad, con secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones, en el tejido de la sociedad chilena, comenzando un etapa de diseminación de la opresión, la marginalidad y la desigualdad social que hoy nos muestra nuevamente su peor cara: el hambre, flagelo que se presentó en forma aguda durante la dictadura.

Las carencias en el plano económico y social de los sectores marginados, están facilitando el aumento explosivo del contagio de Covid-19, que se está traduciendo en cifras alarmantes de personas infectadas, con un sistema de salud precarizado y minimizado como consecuencia de las políticas neoliberales implementadas desde la dictadura en adelante, incapaz de dar una respuesta digna y adecuada, pese a la abnegada labor desarrollada por su personal.

Los sectores populares, fieles a la consigna "sólo el pueblo ayuda al pueblo", han implementado numerosas iniciativas colectivas, en base a la autogestión y la organización popular, para buscar paliativos que aminoren esta grave y aguda sintomatología, desarrollando múltiples y variadas formas para actuar principalmente en contra del hambre. Los comedores populares y las ollas comunes han florecido y se han multiplicado, transformando el duro invierno en una primavera solidaria, pese a las inmensas dificultades y carencias de recursos a las que se ven enfrentados dichos sectores excluidos por el modelo.

Pero la falta de viviendas dignas, el hacinamiento y un largo etcétera de carencias, no sólo vuelven a millones de chilenos y chilenas más vulnerables a la infección y gravedad del coronavirus, sino que agrava los problemas sicológicos, emocionales, que día a día se incrementan y agudizan, siendo éste un aspecto que también está siendo enfrentado por los sectores populares de manera silenciosa y solidaria.

Te puede interesar: Postnatal de emergencia: ejemplo de urgente necesidad de políticas públicas de género en la pandemia

Desde distintos ámbitos, hombres y mujeres, terapeutas de las más variadas disciplinas de la medicina tradicional y complementaria, están entregando su mano popular y fraterna de forma anónima y desinteresada.

Precisamente sobre esta particular manera en que se concreta el "sólo el pueblo ayuda al pueblo" quisiera detenerme en esta crónica para ilustrar, mediante una de las tantas iniciativas desarrolladas en el ámbito del acompañamiento sicológico de compañeras y compañeros de los sectores populares, quiénes día a día se sienten más agobiados por la dolorosa y extenuante situación en que viven, agudizada por la emergencia sanitaria que estamos enfrentando, para lo cual transcribo una conversación entablada con unas de estas profesionales:

¿Ustedes como Terapeutas han intercambiado opiniones respecto a lo que ha sucedido con la salud mental en Chile con la aparición de la pandemia del coronavirus?

Más que intercambiar opiniones respecto al daño provocado por los cambios de comportamiento asociados a la aparición del coronavirus, nos pusimos de acuerdo en realizar un trabajo solidario con aquellos pacientes que no tienen recursos. Incluso nuestros profesores también se organizaron para realizar clases gratuitas online para nosotras como Terapeutas, pero abierto a todo el público. Si las personas ya tenían problemas antes de la pandemia, ahora con el encierro se agrega otro elemento más.

Estiman, por lo tanto, que se han agudizado los problemas sicológicos con la pandemia...

Claro que sí. Tenemos por un lado el encierro y por otra parte los medios de comunicación que están bombardeando con noticias todos los días, como infundiendo miedo, y no sé si eso será inconsciente o conscientemente, pero eso sólo aumenta la angustia en la gente. Pienso que con el encierro la gente pasa muchas horas viendo televisión en forma indiscriminada y eso no favorece para nada al sistema inmunológico, porque las imágenes que muestran, aún cuando sea efectivo, son muy repetitivas y alarmistas, lo que hace que las personas vayan entrando en pánico, en miedo, lo que va minando la capacidad de su sistema inmunológico.

¿Este trabajo solidario es algo que aparece sólo ahora con el coronavirus?

No, el grupo de terapeutas al cual pertenezco viene desarrollando desde hace tiempo un trabajo solidario, porque entendemos que hay gente que no tiene ninguna posibilidad de hacerse una terapia en forma privada, particular, porque las terapias son caras y no están cubiertas por FONASA, por ejemplo.

¿Y esto se debe a que ven a la sociedad chilena enferma?

Nosotros pensamos que no sólo la sociedad chilena, sino que el mundo en general está enfermo y eso obedece a múltiples causas, pero en el caso chileno, con este asunto del neoliberalismo, todos están avocados a ganar más, a tener éxito, a consumir, al individualismo, entonces la gente está súper estresada porque tiene que ganar más, tiene un montón de necesidades que se van creando artificialmente, y ahora con esta pandemia comienzan a darse cuenta que no son necesarias. Me refiero a los gastos superfluos que están influidos por la propaganda y el consumismo, que van más allá de la educación, la salud, la alimentación, la vivienda, que son esenciales para vivir bien, pero que no están resueltos tampoco colectivamente como sociedad. Finalmente todos estamos enfermos, porque no significa que las Terapeutas estemos súper bien, porque vivimos en una sociedad enferma, que siempre está pensando en la competencia individual, en ser el mejor, y esa es una escalada absurda, sobretodo en este país en que hay tanta diferencia entre los ricos y los pobres, hay gente que tiene mucho y otra que no tiene nada.

Ahora, en el caso específico de las atenciones que están realizando producto del estrés provocado por el coronavirus, a quiénes se orienta principalmente la atención solidaria que están haciendo...

Especialmente orientado hacia la gente que no puede pagarse una terapia, de poblaciones carenciadas fundamentalmente. También se ha atendido a personal de la salud que está trabajando en el combate de la pandemia. Hay muchos terapeutas que están dedicando uno o dos días a la semana a este trabajo solidario.

¿A ti personalmente, a que tipos de personas te ha tocado atender?

Básicamente he atendido mujeres pobladoras que están sin trabajo, han perdido el trabajo o tienen trabajos muy precarios. En grupo con el cual estoy trabajando están organizadas en torno a una Junta de Vecinos.

Tú insinuaste que este trabajo solidario se estaba implementando antes de la aparición de la pandemia del virus Covid 19...

Claro, se estaban realizando trabajos solidarios en algunos sectores poblacionales de Santiago, como en Villa Francia por ejemplo, eso por parte del grupo de Neurofacilitadores, pero hay un grupo que es mucho más antiguo de acá de Valparaíso, que es el de Medicina Sintergética, que más o menos del año 2000 vienen desarrollando trabajo solidario en las cárceles, en las poblaciones más vulnerables, incluso en consultorios públicos. Hay grupos de Terapeutas que se juntan para hacer un trabajo que en este caso se llama "sanación". Esa actividad solidaria es como una política en los casos de los grupos de Medicina Sintergética.

Pero ahora con esto del confinamiento cómo lo hacen, porque las terapias son esencialmente presenciales; cómo nace la idea de realizar terapias online...

"Como no podemos juntarnos para realizara las sanaciones el forma presencial, uno de los integrantes del grupo de acá de Valparaíso planteó hacerlo por vía virtual, esto tiene que ver con Medicina Sintergética. En el caso de la AONC (Auto Observación Neutro Consciente) eso partió con el grupo de Neurofacilitadores de Santiago, pero ya antes de la aparición del coronavirus se usaba la técnica virtual, telefónica principalmente, para realizar sesiones de tratamiento a distancia. Ahora estamos trabajando en forma virtual, online, mediante el teléfono celular principalmente.

Y respecto a los resultados de esta experiencia nueva...

Si bien no es lo mismo que tener al paciente presente, estando junto a la Terapeuta en un mismo lugar, de igual forma se han obtenido muy buenos resultados, porque puedo ver al paciente a través de una cámara y puedo apreciar sus reacciones emocionales más allá del relato que hace el paciente. Pero incluso usando solo el contacto telefónico los resultados han sido buenos. Tanto por video- llamada como por el teléfono solamente ha funcionado. Independientemente de las limitaciones que puedan tener estas terapias, ha sido posible entregar esta mano solidaria. Esto lo constatamos con lo que el mismo paciente nos refiere después de las sesiones de terapia. Ellos en general nos dicen que se sienten como liberados. La mayoría de estos pacientes nunca han hecho una terapia sicológica por razones obvias, porque no tienen acceso, ellos solo sobreviven, para ellos es un mundo completamente nuevo, distinto, se sienten acompañados y se dan cuenta que lo que les está pasando hoy viene de mucho más atrás, de un cúmulo de situaciones que no se habían dado cuenta que era como una mochila que arrastraban y se manifestaba en su cuerpo, que son parte de su propia historia de vida. Curiosamente, de las mujeres que me ha tocado atender este último tiempo, más que por el miedo al contagio, las consultas van por el lado de problemas emocionales que tienen que ver con la pareja. He atendido solamente a dos pacientes con Covid 19, que estaban en la UCI, pero sin respiración mecánica, y en ese caso el miedo era el elemento principal que estaba presente.

¿Cómo te refieren esos pacientes?

Personas que trabajan en los sectores poblacionales son los que los derivan. En el caso específico con el que trabaja nuestro grupo, hay una dirigente poblacional la que proporciona los nombres de los pacientes que atendemos. Este nexo existe desde antes de la pandemia, ya que grupos de estudiantes iban a hacer práctica solidaria a estos lugares, como es el caso de Villa Francia, es decir hay contacto con gente organizada del sector. Esto está canalizado a través de una de las integrantes de Neurofacilitadores que tiene la relación directa con dichas pobladoras.

En lo personal, qué enseñanza has sacado con esta experiencia solidaria...

Bueno, yo me siento muy bien pudiendo ayudar a otros a ser un poco más felices, haciéndoles un poco más liviana la vida, más bien una se enriquece con esto. El hecho de que la gente se sienta bien, se sienta contenta y de que te digan que les cambio la vida, o que ahora pueden respirar y mirar hacia adelante y tener la fuerza para enfrentar la situación, eso es súper valioso para mí.

 

Pude contactarme también con una de las integrantes de la Asociación de Neurofacilitadores, que ha sido la gestora e impulsora de este trabajo solidario, con quien sostuve la siguiente conversación:

En Relación con la terapia solidaria que están haciendo ustedes, qué es otra manera de concretar en la práctica la consigna "sólo el pueblo ayuda al pueblo", me gustaría que me pudieras relatar cómo se gestó, dónde nace, a quiénes está orientada...

Esto nace, porque nosotros en la formación que tenemos, tenemos que hacer unas prácticas dentro del proceso formativo como terapeutas, y pensé como se podía hacer, porque esta terapia profesional tiene un costo, para que no fuera tan elitista, para dedicar un tiempo al aspecto solidario. El acceso para la gente, especialmente en la línea que nosotras trabajamos que tiene que ver con la salud física y mental, es muy difícil. Esa es la inquietud con la que parte. Esta idea parte por ahí por el año 2012. El año 2013 comenzamos a trabajar en la Municipalidad de La Granja con otro Neurofacilitador, yendo una vez a la semana a atender en forma gratis a la población allá. Lo único que solicitábamos era un espacio privado para poder atender, una especie de consulta. En este caso trabajamos en el Espacio Matta. Después conseguimos locales fuera de Santiago, como Limache, Villa Alemana, y eso se concretaba a través de contactos de amistades. Esto poco a poco lo fuimos formalizando. Incluso trabajamos un año en la Fundación Pindal que nos brindó un espacio. Pindal también hacía los sábados solidarios con Sintergética, pero la AONC todavía no había entrado en ese espacio solidario. Con el correr del tiempo se me ocurrió que esto tenía que ser incorporado como parte de la formación, pudiendo cumplirse así una doble función. Por una parte que los alumnos pudieran hacer práctica de lo que estaban aprendiendo, con una supervisión, y por otro lado esa práctica se realizara con pobladores que no iba a poder tener acceso a una consulta privada. El año 2015 a mi me prestaron una sede comunitaria en Villa Francia, que es donde parte esta iniciativa en forma formal como parte de la formación. Ahí estuvimos trabajando una vez a la semana durante los años 2015 al 2017. El año 2019 nosotros firmamos un convenio de colaboración con los dirigentes vecinales para poder tener a disposición la sede comunitaria y atender a la población. Este convenio lo uní con otro que hicimos con Colombia y con Chile para los Neurofacilitadores que se formaron el año 2019, y lo incorporamos como parte práctica de la formación de los alumnos. Parte de los requisitos era realizar atenciones solidarias en Villa Francia. Después que los alumnos terminaban sus prácticas consideraron tan útil este trabajo, en base a los resultados obtenidos con la gente, que siguieron.

Entonces se fue incorporando como parte de la rutina de trabajo un día a la semana para el trabajo solidario. Todo esto lo hacíamos en forma presencial, hasta que nos pilló esto de la pandemia.

¿Cómo tomaron la decisión de reorientar el trabajo a la forma online?

Nosotros no habíamos hecho nunca trabajo online, siempre era presencial, pero era complicado especialmente por las condiciones que tiene la gente respecto al acceso tecnológico adecuado, a la existencia de viviendas pequeñas, sin la privacidad necesaria, además de tener muchas demandas y muy poco tiempo para dedicarse a sí mismos. En marzo de este año suspendimos las presenciales y comenzamos a probar este sistema online y ha funcionado muy bien. El trabajo se ha extendido tanto que hay Neurofacilitadores de distintas partes del mundo, de España, de Colombia, de Argentina, más los chilenos. Hay un equipo bastante grande al que le derivo consultantes. Por esta vía hemos podido atender a una cantidad mucho mayor de gente, con un equipo mucho más grande que está atendiendo en forma solidaria. Esta dificultad que se nos presentó con la atención presencial, fue una oportunidad para poder seguir haciendo el trabajo y seguir apoyando a la gente.
Esta es una terapia que apunta mucho a la parte emocional y mental, el proceso ha sido muy importante poder mantener la solidaridad especialmente en estos momentos en que han recrudecido estos problemas. Esta experiencia la estamos evaluando con testimonios de las consultantes, de los dirigentes y de los terapeutas que están participando. Así podemos evaluar los resultados y ver como les ayuda a la gente para poder sobrellevar la situación tan difícil que están viviendo.

Es un acompañamiento sicológico indispensable....

Exacto, nos ha tocado de todo, gente que se ha contagiado, familias enteras que se han contagiado, gente que está muy grave, con todo lo que significa el estrés en este momento que está viviendo esa población. El poder tener un equipo de terapeutas trabajando todos los días, todas las semanas es muy importante para poder mantener este apoyo solidario. En esta metodología terapéutica hay todo tipo de profesionales que se formaron en ella, hay médicos, sicólogos, enfermeras, psiquiatras, de otras profesiones. El tema del servicio a la comunidad debería estar implementado en todas las profesiones para poder llegar a los lugares en donde no hay acceso a ellos, en donde existe la necesidad.

Particularmente pienso que Chile está enfermo desde hace mucho tiempo debido al sistema o modelo en que estamos viviendo, lo que se ha agudizado con el coronavirus...

Naturalmente, por eso ha sido muy valioso este apoyo solidario que logramos concretar al asumir, como Asociación de Neurofacilitadores, que fuera parte de nuestra formación esta entrega de servicio a la comunidad. Esto se concretó el año 2019 al firmar este convenio tripartito entre la Comunidad, la entidad formadora y la Asociación nuestra.

¿Cómo es la derivación de los pacientes?

Firmé un convenio con las dirigentas de la población, de una Junta de Vecinos, ellas son las que coordinan todo. No conozco a las personas, ellas que viven ahí y conocen su propia realidad son las que me mandan los nombres y los contactos de la gente de la comunidad, que están dedicadas a las ollas comunes y otras actividades en estos momentos. También estamos atendiendo profesores de dicha comunidad, que también los mandan como consultantes, porque nosotros pensamos que los líderes naturales de la comunidad, en la medida de que ellos estén bien, van a poder dar un mejor servicio en el lugar, a los niños, a las familias. Entonces estamos trabajando con toda la comunidad, tanto con los pobladores como con los líderes naturales que están trabajando ahí. Además es una comunidad bastante movida, con mucho trabajo comunitario y social con niños, con jóvenes, entonces nosotras estamos ahí como uno más, formando parte de ese proceso.

Estas leyendo

Acompañamiento sicológico, otra iniciativa de solidaridad