Agonía en el Calabozo: La muerte de Erik Apablaza en la Comisaría de Cauquenes

La noche del 23 de enero pasado, el joven Erick Apablaza Muñoz, de 27 años, murió en el calabozo de la Cuarta Comisaría de Cauquenes, luego de ser detenido por carabineros tras ir de copiloto en una persecución automovilística. Su familia denuncia que fue brutalmente golpeado previo a su traslado y que se habrían presentado una serie de irregularidades en todo el trayecto, en su custodia en el cuartel y en la entrega de información esa fatídica noche.

Por Alberto San Martín

En la plaza vieja de Cauquenes, precisamente frente a la Cuarta Comisaría de Carabineros, RESUMEN conversó con familiares de Erik, quienes a más de dos meses y medio de la muerte del joven, continúan denunciando la cadena de irregularidades que terminaron con Erik muerto en el calabozo tras una despiadada agonía.

Su madre, Nelly Olga Muñoz Bustamante, relata que ese fatídico 23 de enero, alrededor de las 21:30 horas, su hijo le pidió «que por favor lo acompañara a buscar su vehículo, que se lo había pasado un amigo, que se llama Pablo Vega, y él no volvió a la casa a dejar el vehículo y él se empezó a preocupar de que no llegaba su auto, que si por favor lo podía acompañar en el vehículo mío a buscar su vehículo». Olga señala que ella le dijo en reiteradas ocasiones que no fuera, a lo cual él le siguió insistiendo hasta que ella lo fue a dejar.

Al ir a buscar el vehículo, ambos jóvenes terminaron escapando de efectivos de Carabineros en moto con rumbo hacia el sur por la ruta Los Conquistadores. A pocos kilómetros del límite urbano de Cauquenes, el auto con Erik de copiloto quedó sin combustible y allí fueron alcanzados por los efectivos policiales.

 

 

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Cuando Nelly regresó a su casa su hijo menor le dijo que Carabineros iba siguiendo a Erik. «Yo le dije, pero ¿Cómo es posible si tu hermano lo acabo de bajar en la esquina de la casa del Pablo? Sí, mamita, me dijo, sí, es él», relata Nelly.

La madre de Erik señala que en conjunto con un amigo de él se dirigieron al lugar de la detención, en la ruta Los Conquistadores camino a Quirihue. «Cuando yo llegué allá, Carabineros me dijo que ya se lo habían llevado».

La hermana de Erik, Geraldine Luna, explica que «a mi hermano se le pasó una infracción por ir conduciendo bajo la influencia del alcohol, no portar licencia de conducir, y también por hacer una maniobra que puso en riesgo la integridad física de los funcionarios que estaban efectuando el procedimiento. Lo cual a nosotros nos consta de que no es verdad, y esa detención fue una detención ilegal, ya que por parte de una misma declaración del teniente de Carabineros, cuando intentó explicarnos lo sucedido, él afirma que quien iba conduciendo y que la persecución se dio netamente porque individualizaron arriba del vehículo a Pablo Vega, que sería este segundo sujeto que iba con mi hermano, el cual tenía arresto domiciliario total».

Geraldine relata que su hermano no tenía ninguna orden de arresto, y que los carabineros deberían haberse enfocado en detener al sujeto que iba conduciendo y no a su hermano. «A Pablo lo dejaron escapar, a mi hermano lo detuvieron, lo golpearon hasta donde tenemos entendido, y luego lo trajeron acá a la comisaría en donde él termina perdiendo la vida», denuncia.

 

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Tras enterarse de la detención de Erik, su madre relata que «me dice un carabinero ya se lo llevaron a contratar lesiones, yo tomé mi furgón, me devuelvo y me grita un carabinero de donde ellos estaban parados que mi hijo ya no estaba en el hospital sino que estaba en la comisaría detenido, por lo cual pasé a la casa de vuelta a buscarle su ropa, su jugo para que se lo entregaran acá y llegué acá a la comisaría como a las 11. A las 11:07 ya estaba dentro de la comisaría, en la cual un carabinero y una carabinera me atendió y me dijo que yo no podía ver a mi hijo porque él había llegado con un fuerte dolor de estómago y una diarrea tremenda, que estaba sentado en el baño«.

Ante esta situación que le pareció sospechosa, Nelly les dijo que de todos modos ella igual lo quería ver por la pantalla a través de las cámaras de seguridad y también le dijeron que era imposible. «Me dijo el carabinero, me tomó del hombro y me dijo váyase para su casa, déjele sus cositas aquí a su hijo porque él se va a ir en libertad, porque él no ha hecho nada. Y yo le dije pero entonces ¿Por qué no lo puedo ver? No, es que no lo puede ver porque está en el baño».

 

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Nelly rememora que esa noche continuó llamando cada media hora tal como le indicaron y que en todas las ocasiones le dijeron que estuviera tranquila, que su hijo estaba durmiendo, que no lo querían despertar porque había llegado con un fuerte dolor de estómago, que no lo querían molestar para que descansara, e incluso le aseguraron que se iba a ir en libertad y que ellos le iban a avisar para irlo a buscar. «A lo cual nunca me llamaron ni nada, 10 para las 4AM, mi hijo menor estaba inquieto ya y me dijo ‘mamita llama nuevamente porque ya mira la hora que es y todavía no pasa nada’, por lo que vuelvo a llamar y me atiende una carabinera, quien me dice: ‘Señora Nelly, Erick todavía está durmiendo, me dijo no lo queremos despertar todavía'». La carabinera, explica Nelly, le mencionó que en 20 minutos «tengo el problema solucionado».

Al momento en que la madre de Erik colgó el teléfono, se dio cuenta que afuera de su casa había una radiopatrulla estacionada. Allí Carabineros le dijo a Nelly que tenía que presentarse en la comisaría de inmediato. «Me dijo, tiene que venir acompañada con alguien porque no puede ir sola ni tampoco ir manejando su vehículo usted sola. No le podemos decir nosotros nada porque tiene que irse con nosotros en la patrulla».

De todos modos Nelly no se subió a la radiopatrulla sino que fue a la comisaría en su vehículo. «Llegué acá, me hicieron subir al segundo piso, la cual me atendió el teniente Díaz y me dijo que estuviera tranquila y yo le dije que me dijera luego porque yo estaba impaciente por saber qué es lo que estaba pasando. Y el teniente Díaz me decía a cada rato ‘pero es que, ¿Cómo se lo digo, señora Nelly?’ ¿Pero qué tiene que decirme? Le dije yo, ‘pero es que no hay como decírselo, señora Nelly’. Yo le dije, a ver, ¿Me quiere decir que le pegaron a mi hijo? Eso yo ya lo sé, que le pegaron a mi hijo, le dije. Por eso quiero que salga luego mi hijo, le dije yo, para ver cómo está y para ver qué vamos a hacer. Y él siguió insistiendo que no hallaba cómo decírselo».

Con respecto al manejo de la información sobre la salud del detenido esa noche. Geraldine Luna explica que esa es solamente una de todas las irregularidades que hay. «Mi hermano falleció a las 01:08 de la mañana. Sin embargo, mi mamá en la última llamada que le contestaron de acá mismo de la comisaría, que fue a las 03.50 de la mañana, le dijeron que él se encontraba bien y que él se encontraba durmiendo aún ellos ya sabiendo lo que había sucedido. Entonces, ¿Por qué ocultaron información tan importante?, se pregunta Geraldine.

La hermana de Erik insiste en que cuando su madre intentó verlo, los carabineros se negaron «Y le dijeron que era porque estaba con un fuerte dolor de estómago. Tanto de que él ya no podía ni contener esfínter. O sea que él se defecó en su ropa y aún así ellos no lo trasladaron de vuelta a un centro asistencial. Lo dejaron aquí y lo condenaron a morir dentro de esa celda. Porque reitero, ellos no tienen las facultades médicas. Ellos si vieron un problema de salud debieron haberlo llevado donde correspondía para que se le brindara la atención necesaria».

 

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Geraldine apunta al hecho de que cuando su familia intentó obtener información sobre qué es lo que había pasado realmente con Erik, les atendían muchos funcionarios diferentes y todos les daban una versión diferente. «Si los hechos son unos solos, ¿Por qué ellos que estaban ahí y que eran testigos no eran capaces de dar solo una declaración? En primera instancia nos dijeron que no, que le había dado un infarto fulminante, de que había sido una cosa de 10 segundos en donde él empezó prácticamente a convulsionar y se desmayó y ahí quedó. Después nos dijeron de que no, de que lo habían pillado durmiendo, que lo intentaron despertar y él no despertaba. Y tampoco es verdad, porque nosotros ya pudimos ver las cámaras y en las cámaras se ve claramente de que ni siquiera las rondas dieron. A propósito de eso, lo dejaron solo, lo dejaron agonizando, lo dejaron con sus malestares y lo condenaron a muerte«.

Geraldine relata que «lo ingresaron a las 12 a un cuarto acá al calabozo y no lo fueron a ver más hasta las 02:08 de la mañana, en donde recién ellos se dieron cuenta de que él se encontraba sin vida. Y no les bastó con eso, sino que en el momento en el que se dan cuenta de que él está fallecido dentro de la celda, llega un carabinero y lo empieza a intentar reanimar, lo empieza a intentar despertar a punta de puntapies. Y eso no es correcto, no está bien, es una persona y haya estado durmiendo, haya estado fingiendo que estaba durmiendo o no, él no tiene por qué agarrarlo a puntapies si esa persona no estaba significando ningún riesgo para él».

 

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Desde la unidad de comunicaciones de la Fiscalía Regional Maule señalaron que «tras el fallecimiento de esta persona la Fiscalía instruyó en forma inmediata se realice una autopsia especial para este tipo de casos y según el "protocolo de Minnesota". Este tipo de autopsia comprenden la participación de diversos médicos especialistas y peritos. La fiscalía en este momento está a la espera aún de esos resultados, más los peritajes ordenados a la PDI. Por otro lado, el fiscal a cargo se ha reunido en a lo menos dos ocasiones con la familia a fin de darles a conocer el estado de avance de la investigación».

 

La querella del INDH

Consultada la sede del Instituto Nacional de Derechos Humanos, sede Maule, su director Víctor Ipinza señaló que «la autopsia realizada según protocolo de Minnesota no es concluyente ya que no es posible descartar la intervención de terceros por la cantidad y tipo de lesiones que presentaba, además de ser necesario establecer claramente la cronología de los hechos y se está a la espera del resultado de las muestras toxicológicas e histopatológicas. Sin embargo, resulta relevante destacar que la víctima no contó con los auxilios oportunos que hubieran permitido salvar su vida y que Carabineros de Chile debía asegurar en su posición de garantes».

Ipinza señala que el Instituto Nacional de Derechos Humanos, sede de Maule, interpuso una querella «por el delito de apremios ilegítimos con el resultado de homicidio previsto y sancionado en el artículo 150 letra D en relación con el artículo 150 letra E número 1 del Código Penal. Dicha querella fue declarada admisible por el juzgado de garantía de Cauquenes y la causa se encuentra en etapa de investigación».

 

La presunta golpiza o atropello en el lugar de la detención

A pocos kilómetros al sur de Cauquenes, en dirección hacia Quirihue por la Ruta Los Conquistadores, se encuentra el lugar donde fue detenido Erik.

Allí este medio pudo notar que la altura del cerco de una casa al costado oriente de la ruta, no presenta la altura necesaria como para que una sola caída de una persona al intentar escalarla genere lesiones tan graves como las que presentaba el cuerpo de Erik, de acuerdo a lo informado por el Servicio Médico Legal y al informe que accedió su familia.

En el lugar, este medio consultó a Geraldine Luna sobre cuáles eran las lesiones que pudieron identificar en el cuerpo de Erik «Superficiales tenía múltiples lesiones y esas nosotros solo pudimos ver las del rostro ya que él se nos entregó su cuerpo vestido y en el cajón, por ende no pudimos ver las demás, pero si por el informe de la constatación de lesiones sabemos que tenía también en ambas muñecas, tenía también en las rodillas, en las piernas en general y tenía hematomas en las costillas y también en la espalda baja, tenía múltiples lesiones superficiales externas. Y después por el informe del Servicio Médico Legal también nos enteramos que tenía lesiones internas como por ejemplo: un gran edema pulmonar bilateral en ambos pulmones, tenía también edema cerebral, tenía edema en el corazón, tenía también dos costillas fracturadas y aparte de todo eso tenía hemorragia pancreática, fuera de una infiltración sanguínea que tenía debajo del cuero cabelludo a nivel de todo el cráneo que era bastante extensa», detalló Geraldine.

 

Fotografías de Erick Apablaza tomada por su familia

 

En el mismo lugar junto a la ruta, donde su hijo fue detenido, Nelly Muñoz señala que «como familia lo único que necesitamos es que se haga justicia de que los responsables que le dieron la golpiza a mi hijo, que por favor paguen como tienen que pagar para que no le siga sucediendo a ninguna madre más ya que el dolor es muy fuerte de perder a un hijo».

La muerte de este joven cauquenino nuevamente pone en alerta sobre las irregularidades en los protocolos de Carabineros al realizar detenciones y eventualmente dar rienda suelta a acciones de brutalidad policial. Si hubo golpiza al detenido, si hubo un eventual atropello, si hubo denegación de auxilio u otro delito esto sería actualmente materia de investigación.

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