[resumen.cl] En una entrevista con CNN, Juan José Rendón, cercano al diputado opositor Juan Guaidó, admitió haber firmado un contrato con Jordan Goudreau, jefe de la empresa de mercenarios Silvercorp, para atacar a Maduro. Por su parte, desde el gobierno siguen apuntando hacia la Casa Blanca como el verdadero responsable de la fallida operación.

La mañana de este domingo 3 de mayo fue desbaratado en las costas venezolanas un intento de incursión  por vía marítima protagonizado por un grupo de mercenarios antichavistas liderados por dos estadounidenses, quienes arribaron al país en lanchas procedentes desde Colombia.

Rápidamente, como si se tratara de ponerse un parche antes de la herida, tanto el diputado Guaidó como el presidente Trump salieron a desmarcarse de ésta. «No tiene nada que ver con nuestro gobierno» dijo el mandatario norteamericano, dejando a la «Operación Gedeon» huérfana, como suele ocurrir con los operativos fracasados.

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Sin embargo, Jordan Goudreau, antiguo boina verde partícipe de las invasiones y ocupaciones de Irak y Afganistán con el ejército estadounidense, aseguró que fue el sector oposición del diputado Juan Guaidó quien contrató los servicios de su empresa de mercenarios Silvercorp para derrocar a Maduro.

Aunque el intento fue frustrado tanto por pescadores de la zona y agentes bolivarianos, Jordan Goudreau afirma que el plan es amplio y que no ha sido culminado: «La misión principal era liberar a Venezuela y capturar a Maduro, pero la misión en Caracas fracasó», dijo en una entrevista con Bloomberg.

Respecto a los estadounidenses ahora detenidos en Venezuela afirmó a la Agencia Reuters que «Estaban trabajando conmigo. Esos son mis muchachos».

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Asimismo, en una entrevista con CNN en Español, el político cercano a Guaidó, JJ Rendón confirmó "Era una exploración para ver la posibilidad de capturar y entregar a la justicia a miembros del «régimen» con indictments [acusaciones], orden de captura, etcétera", añadiendo que hasta el momento sólo se han mostrado siete de las ocho páginas del acuerdo firmado, de "42 páginas de anexo".

Por su parte, el día hoy el gobierno venezolano presentó un video con el testimonio de Airam Berry, el otro estadounidense capturado. Resulta ser, al igual que , Goudreau y Denman, resultaron ser exmilitares. Proveniente de Austin, Texas, el ex boina verde de 41 años de edad, interrogado sobre cuál era su misión tras entrar en Caracas, señaló que era aconsejar a las fuerzas que debían entrar y tomar el aeropuerto tan pronto como pudieran. Desde ahí, él y Luke Denman deberían traer otros aviones, además, de lograr objetivos específicos y secuestrar o asesinar a Nicolás Maduro.

Entre esos objetivos específicos, se encontraban la Dirección General de Inteligencia Militar (Dgcim), el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y el Palacio de Miraflores. Además, en la base aérea de La Carlota debería asegurar la pista de aterrizaje. Asimismo, confirmó la suma de dinero por la operación, unos 220 millones de dólares.

Sobre el origen y destino del avión que debería secuestrar al presidente venezolano, Berry señaló que: "asumo que los Estados Unidos".

Por lo que el gobierno de Venezuela apunta los dardos hacia la Casa Blanca como los verdaderos gestores de la fallida operación, así como han estado detrás de buena parte de las operaciones de la oposición.

Operación Gedeon

Como una operación «narcoterrorista» organizada con el apoyo de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia para desestabilizar a su gobierno pero que fue «derrotada por la sólida unión cívico-militar-policial de Venezuela». Así describió Nicolás Maduro el fallido intento de incursión armada en territorio venezolano que se tradujo en ocho muertos y 16 arrestados, incluyendo dos estadounidenses. «Lo sabíamos todo: qué hablaban, qué comían, qué no comían, qué tomaban, qué no tomaban, quién los financiaba», aseguró Maduro.

Desde el Palacio Miraflores afirman que incluso la DEA, organismo para el combate al narcotráfico de EEUU, sería parte del operativo: «La DEA buscó a los capos y carteles de la Alta Guajira colombiana, buscó a los carteles de La Guajira venezolana y de varios estados del país. Tenemos sus confesiones», pues en el país hace día se vivían días de violencia por fuertes enfrentamientos entre grupos narcotraficantes que habían centralizado la atención de los medios de comunicación nacionales y que pretendía, según el gobierno, centrar la atención de los agentes de seguridad e inteligencia y así poder llevar a cabo sus planes.