Continuando con la ratificación de funcionarios del Estado cuestionados en gobiernos anteriores, Boric propuso como Fiscal Nacional a José Morales, persecutor que cuenta con un historial ligado a casos de corrupción y de conflictos con los Derechos Humanos. Por el lado empresarial estaría el entierro de causas como SQM y la colusión de Farmacias y por el de los DDHH, el total desorden y retraso en la entrega de la carpeta investigativa del caso que implicó a personas calcinadas al interior de la fábrica Kayser durante el Estallido Social.

Por Juan Contreras Jara  

Este lunes, Gabriel Boric se inclinó por José Morales como nuevo Fiscal Nacional, cargo que ahora deberá pasar por el Senado para su ratificación. El funcionario electo por el mandatario contaría con un historial que lo liga a hechos de corrupción, como por ejemplo en la colusión de las Farmacias, donde ofreció como salida alternativa, clases de ética empresarial y el pago de 225 millones de dólares en instituciones como la Cruz Roja para diez de los imputados en el hecho, representantes de Cruz Verde, Fasa, Salcobrand y del laboratorio Mediapharm. Lo anterior provocó la suspensión del caso por un año, para que luego los tribunales condenaran a dichas marcas al pago de 2,6 millones de dólares por coludirse para subir los precios de más de 200 medicamentos.

Otro hecho que lo vincularía a la corrupción en Chile tiene que ver con el bullado Caso Cascadas, el que podría ser el fraude al mercado de valores más grande de la historia de este país, que tenía como protagonista a Julio Ponce Lerou, yerno del dictador Pinochet y controlador de la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM).

En dicho caso, Morales criticó la labor de la Superintendencia de Valores y Seguros, desde donde se formularon parte de los cargos contra Ponce Lerou, descartando la participación de los imputados a través de la prensa, lo que obligó a los querellantes a solicitar su salida del caso, solicitud acogida por el fiscal nacional de la época.

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Pero los casos ligados a delitos de corrupción «enterrados» por el denominado «sepulturero» no son los únicos que empañan la carrera de Morales, a quien Boric le estaría entregando el cargo más importante del ministerio Público. 

En esta línea, es preciso apuntar la negativa de José Morales, en 2018, de formalizar al entonces funcionario de Carabineros, Claudio Crespo, apodado «El carnicero», quien disparó su escopeta antidisturbios directo a la cara y a corta distancia contra un manifestante, durante las protestas en el marco del día del Joven Combatiente. Un año más tarde, el mismo policía que no fue formalizado por Morales, mutilaría ambos ojos de Gustavo Gatica durante el Estallido Social.

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Otro tema relevante en el que ha estado involucrado Morales y su inacción, tiene que ver con uno de los casos más brutales de violencia ocurridos durante el Estallido Social, el hallazgo de cinco cuerpos calcinados al interior de las bodegas de la empresa Kayser, ubicada en Renca, en la región Metropolitana.

En esta línea, familiares de los fallecidos y sus redes de apoyo acusaron total desorden en la investigación comandada por el fiscal José Morales, muestra de aquello fue el informe de la PDI que dio cuenta de que una de las personas fue quemada después de muerta y que la carpeta investigativa no fue entregada por el posible nuevo fiscal nacional, hasta seis meses más tarde del hecho. Todo lo anterior fue informado por la Policía de Investigaciones al ministerio Público.

Pese a toda la verborrea de Boric relativa a frenar la corrupción en Chile durante su campaña presidencial, hoy postula a un fiscal lleno de críticas por el manejo que les ha dado a casos ligados a violaciones a los DDHH y por enterrar otros donde poderosos empresarios chilenos estaban implicados. Ahora será tarea del Senado ratificar o no la opción del Gobierno.