[resumen.cl] A finales de noviembre de 2018, efectivos de Carabineros y personal de la empresa multinacional Astaldi efectuaron desalojos a vecinos y vecinas el sector La Punilla junto al río 'uble en la comuna de San Fabián. En el operativo 7 casas fueron destruidas y muchos animales murieron al ser extraídos por personal de la empresa. Desde entonces, algunos de los afectados han montado un campamento en las afueras de sus terrenos expropiados, exigiendo condiciones dignas para ser relocalizados ya que señalan que lo que les ofrecen no les permite continuar con el estilo de vida arriero campesino que han llevado toda su vida.
Junto a la ribera del río 'uble, un poco más arriba de las rocas del Punilla, lugar donde se pretende emplazar la cortina o muro del proyecto embalse Punilla se encuentra el campamento de vecinos y vecinas desalojadas en noviembre pasado. De a poco han ido acondicionando el espacio para poder hacer su vida más llevadera, a la vez que intentan continuar con su trabajo de crianza de animales en la cordillera.
En conversación con Resumen Héctor López Benavides explica que ya van a cumplir casi 3 meses en la calle y no han tenido acercamiento por parte de las autoridades «lo que nosotros estamos luchando es porque se respeten nuestros derechos y estos son mantener la masa ganadera y el trabajo en la cordillera» señala enfático, agregando que «Nosotros no estamos por plata, no estamos por sacarle plata al fisco, nosotros buscamos que se respete nuestros derechos, lo que está en el plan social»
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Héctor explica que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) institución que está a cargo del desarrollo del proyecto Embalse Punilla les ofreció una cierta cantidad de dinero para relocalizarlos en otro lugar, cantidad que a todas las personas y familias que están en el campamento consideran extremadamente insuficiente para poder continuar con su trabajo de crianza de animales. Aclaró que «de ninguna manera» podrían seguir desarrollando su actividad arriera y campesina de aceptar las condiciones de relocalización.
Por su parte Jessica Valenzuela Marabolí, vecina desalojada de La Punilla recordó la amarga experiencia de los desalojos, explicando además que sus padres están muy delicados de salud tras el accionar policial y de la empresa concesionaria, la multinacional Astaldi, donde fueron pisoteadas su dignidad vida y costumbres. «Nuestras casas fueron totalmente destruidas, de hecho donde estaba mi casa no queda nada, destruyeron todo con un bulldozer la trituraron, trataron de no dejar nada para evitar que volvamos a instalarnos ahí» denunció
Jessica recalca que buscan que se cumpla lo que les prometieron, que lugareños, tanto propietarios como allegados vayan a salir del lugar tanto en iguales como mejores condiciones que las que tenían. «Nos ofrecen una canasta familiar por un año, o un año 6 meses y después ¿Cómo vivimos? …la calidad de vida que nosotros teníamos acá no la vamos a ver en ninguna parte» señala.
La extracción y muerte de animales
Tomas Iván Labrín Villalobos, un vecino que también quedó sin casa luego del desalojo explicó que el MOP y la empresa no se han acercado en ningún momento para llegar a un acuerdo o arreglar la situación. «Lo que busco es que me respeten mis derechos, lo que yo quiero, no es tanto, porque hay un plan social que no se ha cumplido, el MOP designó ese plan y en ningún momento le preguntó a la gente, cuantos animales tenían» explica.
«El primer día que me desalojaron hicieron un inventario a medias, las chivas, las gallinas las vacas los caballos no entraron en el inventario, quedaron a la deriva entonces yo me hice cargo de mis animales y los saqué a veranada» explicó agregando que tiene una gran preocupación por no saber que hacer cuando vuelvan desde las zonas altas en abril o mayo próximo. «Por eso no voy a firmar ese plan social» señaló enfático.
Jessica Valenzuela explica que su familia tenía aves de corral como gansos, patos y pollos y cuando ocurrieron los desalojos, sacaron de ahí algunos y a otros los dejaron abandonados, incluyendo nidos de gansas que estaban a punto de sacar crías y quedaron todos los huevos ahí. «Los gansitos que estaban saliendo murieron todos y los llevaron a un corral súper chico en el acopio de la empresa Astaldi y se han muerto muchos animales, muchas aves». Además aclaró que sus animales no han sido evaluados por equipos veterinarios.
Ángela Valenzuela, vecina que ha estado impulsando el campamento desde el principio, nos cuenta que luego de los desalojos debió darle comida a sus animales entremedio de la reja que separaba sus terrenos expropiados, recordando que durante este proceso muchas aves de corral también murieron. «Ese sustento era mío, era mi trabajo» señala visiblemente afectada.
En diciembre pasado una resolución del tribunal ambiental ordenó suspender los desalojos y restituir los bienes muebles e inmuebles que les fueron arrebatados a los vecinos, sin embargo eso aún no ha ocurrido. Al consultarle a Héctor por que no le han sido entregados sus terrenos, él dice que no tiene respuestas, «Lo ignoro, está todo como el primer día» señala.
Vecinos arrepentidos de haber firmado su relocalización.
«Lo único que les interesaba al MOP era que firmaran el convenio» indicó Héctor explicando que a otros campesinos «Les fueron dando la plata así como le dan a un cabro chico, así de a poquito, y eso es lo que nosotros no queremos que nos suceda».
«Aquí tenemos un vecino que firmó el plan social» indicó Tomás «hace 4 años que firmó y hasta ahora no le dan todas sus compensaciones y ahora el hombre anda arrepentido de haber firmado y quiere venirse para acá, y le pagaron solo una parte y le quedaron debiendo. En el momento él firmó conforme, pero por ignorancia, y ahora viene el arrepentimiento» señala.
Tomás también nos comentó sobre un caso de Chacayal hace algunos años donde una familia firmó y supuestamente la relocalizaron pero en su nuevo terreno no tenían donde tener los animales y tuvieron que venderlos.
Jessica también comentó el caso del vecino que «ya no le queda plata y tampoco tiene campo, ¿Y como va a vivir ahora?, esta totalmente arrepentido, y hay mitigaciones que hasta la fecha aún no le han pagado completamemente» asegura la vecina explicando que hay mucha gente más que le han pagado por cuotas y que tampoco ha podido comprar terrenos.
Las diferencias en el valor de la tierra.
Tomás Labrín explicó que el MOP le ofreció una cantidad cercana a 30 millones de pesos para comprar un terreno. Sin embargo, aunque a primera impresión y especialmente para las personas que vivimos tanto en el campo como en ciudades y que no tenemos tierra, ni grandes bienes o propiedades podría parecer mucho dinero, Tomás junto a los otros vecinos, aseguran que con el alto precio del valor de la tierra en zonas más bajas de la comuna y que tengan disponibilidad de agua, el valor de los terrenos sube y estos son mucho más caros.
«El monto que dan no alcanza para comprar un terreno tan grande como el que tenemos acá porque abajo los terrenos son más caros, entonces acá si tienes 20 hectáreas allá con esa plata que te van a pagar acá vas a comprar con suerte una, ¿Y los animales donde los metes? y con esa plata y además tienes que tener para comprar la casa, y para comprar el terreno y en que van a trabajar?» se pregunta Jessica.
Paula López Valenzuela, integrante del campamento recordó el cambio de vida brutal tanto emocional como material y económico que sufrieron. «Las condiciones que la empresa y el MOP ofrecen son una burla, en un documento se ve todo muy bonito son cierta cantidad de millones de pesos, pero con los montos no te alcanza ni siquiera para media hectárea, a lo mejor construir una casa pequeña si va a poder pero de donde vas a sacar recursos para alimentar a una familia» y además agrega que «lo que ellos ofrecen es llevarte directo a la pobreza».
Ya en 2016 Resumen había constatado que los vecinos y vecinas de la zona denunciaban que el Ministerio de Obras Públicas había sido irresponsable en los compromisos que había manifestado en las reuniones con la comunidad, dejando abandonados a los vecinos sin apoyo legal en los procesos de relocalizaciones, entre otras irregularidades. Además, habíamos constatado en que esa época, estos procesos de erradicación ya estaban incidiendo gravemente en la salud y calidad de vida de la población local.
En 2017 Resumen había recibido denuncias sobre engaños, presiones y amenazas en el contexto cuando la empresa Astaldi comenzó a tomar el control de los terrenos, desconociendo acuerdos que implicaban una relocalización de las viviendas y un plan de desarrollo laboral para las familias erradicadas de sus predios y actividades productivas, como la crianza de animales. En ese entonces ya los vecinos acusaban al MOP y a la multinacional italiana de promover una grave crisis social, además de ambiental, en la precordillera de la comuna de San Fabián.
Acusan a medio de comunicación de Chillán por titular confuso sobre dineros pagados a Héctor López
A mediados de enero pasado, una nota emitida por el medio La Discusión de Chillán generó molestia entre los integrantes del campamento de desalojados y quienes les apoyan en San Fabián y otras comunas. Estos señalan que titular de la noticia «Los 700 millones que retiró el opositor al Punilla» induce inmediatamente a la confusión aludiendo a un posible pago por sus terrenos expropiados y de los que habían sido desalojados en noviembre.
Consultado al respecto, Héctor López recalcó que todo se trató de un malentendido y explicó que su viaje a Chillán no fue para cobrar dineros suyos sino que de un terreno expropiado a su madre, que queda en el sector Los Mayos, no en Punilla.
Aunque en el cuerpo de la noticia de La Discusión se explica que el cobro estaba asociado al otro terreno, de todos modos los vecinos y vecinas señalaron que el titular tendencioso pudo haber sido publicado para generar rechazo en la opinión pública sobre el campamento y la lucha que llevan, deslizando la posibilidad de búsqueda de lucro en los campesinos, omitiendo el hecho de que lo que piden son las justas condiciones de relocalización que les corresponden por derecho.
Héctor explica que «Ese día bajé a Chillán por un tema de mi madre porque yo soy el representante que ella tiene y le salió su expropiación de su campo y me hicieron un encierro, con ayuda de las autoridades, hicieron una noticia de que yo había negociado con la empresa y eso es falso, no tiene nada que ver. ¿Para qué confunden las cosas?, ¿Por qué no dicen la verdad? No le confundan la mente a la gente que sigue el diario» fustigó agregando que considera que se metieron en su vida privada sin su consentimiento e incluso que expusieron a su madre de manera potencialmente peligrosa, indicó.
El proyecto Embalse Punilla busca concretarse a toda costa.
Durante varias generaciones, el proyecto del Embalse Punilla era apoyado por autoridades del Estado e integrantes del rubro agrícola-industrial en la provincia. El proyecto "Embalse Punilla" finalmente fue ingresado en 2006 por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y ha sido fuertemente promocionado como "multipropósito" en la medida que reportará utilidad tanto al negocio energético como al negocio agroindustrial. La construcción de la represa considera un muro de 136 metros de altura y que estará ubicado a 3 kilómetros de la confluencia de los ríos 'uble y Los Sauces.
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De esta forma, el proyecto embalse Punilla es parte de una antigua planificación estatal que tiene por objetivo abastecer canales de regadío ahora para la nueva región de 'uble. El embalse también pretende generar energía eléctrica para inyectarla al Sistema Interconectado Central (SIC). Cabe recordar que para su Proyecto de Línea de Transmisión inicialmente la empresa Astaldi entregó una Declaración de Impacto Ambiental, y posteriormente un Estudio de Impacto Ambiental, el cual obtuvo su calificación favorable en octubre pasado
Hasta ahora se sabe que los grandes embalses o represas, pueden generan drásticos efectos en los cauces y su entorno, tales como la inundación de superficies de terreno aguas arriba y la modificación del caudal aguas abajo, lo que puede implicar pérdida de bosques, tierras cultivables y el desplazamiento de comunidades humanas, dependiendo de la magnitud de la inundación y las características resultantes del nuevo río. Los embalses modifican profundamente las características físicas, químicas y biológicas de los ríos y al conformar una barrera infranqueable para especies de peces e invertebrados, estos pueden ser afectados en su disponibilidad de hábitat y alimentación. Además, las represas contribuyen a la sedimentación de los cursos de agua y pueden cambiar los aportes de elementos y nutrientes desde los ríos al mar, por lo tanto, las represas intervienen el territorio a escalas regionales, más allá del propio embalse, abarcando la cuenca hidrográfica completa, incluyendo estuarios, desembocaduras de ríos y zonas costeras.
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Pese a que las represas o centrales hidroeléctricas muchas veces son promocionadas como amigables con el ambiente, existen fundadas críticas hacia esta tecnología, considerada como representativa del siglo XX y muchas veces como obsoleta. Aunque los embalses pueden proveer servicios como hidroelectricidad, control de inundaciones, navegación y suministro de agua, también pueden alterar significativamente las dinámicas del ecosistema acuático y flujos de nutrientes. Mientras las represas anteriormente eran consideradas como una fuente «carbono neutral», ahora se sabe que también generan emisiones de efecto invernadero. Esto principalmente por la descomposición de materia orgánica en los sitios inundados, liberando gases como dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O).
Una revisión de estudios a nivel global publicada en 2016 arrojó que las estimaciones de las emisiones de metano por área de embalses son un 25% más altas de lo que se pensaba previamente. El estudio indicó que el 1,3 % de las emisiones de gases invernadero a nivel global proviene de embalses y represas, aportando unas mil millones de toneladas de emisiones invernadero a la atmósfera cada año.
En el caso de los embalses que buscan abastecer al sector agrícola o agroindustrial, las estimaciones de gases invernadero asociadas podrían incluir la huella que deja el desarrollo agrícola dependiente del petróleo, el cual se ha caracterizado también por la incorporación masiva de fertilizantes, pesticidas y otros químicos nocivos, los que ingresan al ciclo hidrológico como una contaminación difusa, en muchos casos no degradable.
Por otra parte, la inundación de bosque nativo puede generar trastornos para la biodiversidad local. Solamente con la inundación que proyecta la construcción del embalse Punilla, se perderían unas 700 hectáreas de bosques, con especies tales como: hualo, ciprés de la cordillera, lleuque, naranjillo, bollén y huella, así como fauna terrestre amenazada, como la vizcacha, el pudú, zorros culpeo y chilla, puma, huemul, gato colocolo y güiña, entre otras especies.
Mientras van pasando las semanas, en el campamento de desalojados mantienen la firme decisión de no abandonar la zona hasta no conseguir condiciones justas de relocalización para todos sus integrantes. Jessica apunta que «El embalse Punilla va a beneficiar a algunas personas y a otras las va a dejar por el piso«. Mientras tanto, Paula explica que lo que único que espera es «un trato digno, para mi no es justo que empresas externas o el estado el MOP quieran lucrar a costa del sufrimiento de la gente».