[resumen.cl] Ecuador vive multitudinarias manifestaciones sociales, que a pesar de estar siendo prácticamente ignoradas por la prensa local, tienen a Lenín Moreno contra las cuerdas: Miles de indígenas y campesinos han llegado a un Quito militarizado con tropas y tanques, manifestantes se toman sede del Congreso y presidente muda el gobierno a Guayaquil.
Las cada vez más intensas movilizaciones sociales iniciadas por el gremio del transporte en Ecuador, a la que se han sumado estudiantes universitarios, campesinos e indígenas (estos últimos con particular fuerza y masividad) que ya cumplen una semana, han generado una verdadera crisis en el país andino y de la cual prácticamente no se habla en los medios nacionales.
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Si bien el descontento con el gobierno de buena parte de la población ecuatoriana viene arrastrándose de un tiempo a esta parte, la chispa de este movimiento surge luego del anuncio realizado el martes 1 de octubre por el presidente Lenín Moreno de una serie de medidas y reformas económicas, que manifestantes han denominado como el «paquetazo». Éstas implican, entre otras, el fin a los subsidios a los combustibles (que implicó inmediatamente un alza de un 123%), la reducción de un 20% de los salarios con contratos temporales, disminución de vacaciones para el sector público, privatización de organismos públicos y una reforma laboral que busca la flexibilización de los empleos.
Estas medidas fueron prontamente resistidas por el gremio de los transportistas, numerosos sindicatos, el movimiento de estudiantes y un sinfín de comunidades indígenas, que decidieron marchar hacia la capital ecuatoriana para exigir el fin de las medidas impuestas por el FMI y aceptadas por el gobierno ecuatoriano a cambio de un préstamo por 4.209 millones de dolares.
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A medida que las protestas fueron avanzando hacia paralizaciones locales, el jueves 3 de octubre, el gobierno decidió decretar estado de excepción, que limita las libertades ciudadanas en pos de imponer orden social y sofocar el creciente movimiento. Además suspendió las clases en establecimientos escolares.
Por su parte, columnas de comunidades de pueblos originarios agrupados en la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) marcharon desde distintas provincias hacia Quito, produciéndose fuertes enfrentamientos con las fuerzas policiales, que no escatimaron en el uso de gases lacrimógenos y carros lanza-agua sin desanimarlos, por lo que la madrugada del lunes 7 el gobierno efectuó un movimiento masivo de tropas y tanquetas del ejército con el fin de acordonar el casco histórico de la ciudad.
Sin embargo, a pesar de la constante represión, el estado de excepción y la presencia militar en las calles, las protestas no han hecho sino crecer, a tal punto, que el presidente Moreno tuvo que trasladar la sede del gobierno hacia Guayaquil, abandonando Quito. No obstante, comunidades indígenas también han llegado hasta esa ciudad con sendas manifestaciones.
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Así fue como pasado el mediodía de hoy, un grupo de manifestantes logró romper el cerco de seguridad establecido por militares y policías e ingresó a las instalaciones de la Asamblea Nacional (Congreso) de Ecuador. Estos llegaron hasta el escenario principal de la sede legislativa, edificio que se encuentra vacío, luego que las autoridades ordenaran su desalojo la tarde de este lunes «por medidas de seguridad», y se tomaron fotografías para luego salir gritando de «sí se pudo». Posteriormente, las fuerzas de seguridad retomaron el control del edificio.
La CONAIE definió esta acción como parte de la «insostenible crisis» que vive el país y criticó que el Gobierno nacional, al que denominó «criminal» que respondiera con «represión sin importar mujeres con niños, jóvenes, ancianos».
A la par, otro grupo de indígenas realizaba una asamblea popular en la sede de la Casa de la Cultura, a pocos metros del lugar.
Por su parte, además de la enorme represión, el gobierno ha decidido clausurar «Radio Pichincha», principal medio que ha cubierto las manifestaciones, medida amparada en el estado de excepción. Además, Moreno, decretó este martes ‘toque de queda’, entre las 08:00 de la noche y 05:00 de la mañana (hora local) en las cercanías de los edificios gubernamentales.
Todo hace indicar que las manifestaciones se mantendrán en una crisis que no tiene una pronta salida que no sean echar pie atrás desobedeciendo al FMI (cosa que el mandatario ha señalado enfáticamente que mantendrá) o la renuncia de Lenín Moreno a la presidencia de Ecuador.