[resumen.cl] Son 7 años de guerra en territorio sirio, en donde se han visto algunas de las escenas más atroces lo que lleva el siglo XXI. Protestas contra un régimen dictatorial anquilosado por décadas fueron reprimidas con saña, desencadenando las condiciones para un nido de intervención de las oportunistas potencias armamentistas regionales y globales. Mientras la intervención inescrupulosa de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que tras la fachada de luchar contra la dictadura siria y el Estado Islámico, en realidad esconde oscuros intereses por obtener riquezas y un posicionamiento estratégico en la zona. Por otro lado el Estado turco aprovecha el caos adentrándose militarmente en terreno sirio para expandir sus territorios y de paso aplastar a la población kurda que históricamente ha sido objeto de sus políticas represivas. A su vez, Rusia e Irán buscan también aumentar su influencia en la zona apoyando al régimen de Damasco. 

La Guerra en territorio sirio es desoladora. Sus postales de ciudades completamente en ruinas, niños hambrientos y con rostros tristes, mujeres llorando desconsoladas sus caídos por la calles y hombres extrañamente absortos en una violencia que parece sin límites, son solo algunas de las escenas de una tragedia que supera en crueldad las ficciones más oscuras que puede imaginar la mente humana.

Pero tras la catástrofe siempre afloran luces. Y así es como en medio de este panorama un experimento de autonomía ha surgido. Al norte de Siria una confederación multiétnica y democrática ha tomado posesión de casi un tercio del país a través de su propio ejército apoyado por la población civil que ha visto en esta experiencia una alternativa a la opresión sistemática que se vive en la zona. Este experimento se ha enfrentado a los ejércitos del Estado Islámico y del Estado turco, así como los grupos fundamentalistas islámicos que buscan derrocar al gobierno de al-Assad. La experiencia sigue bajo asedio constante. Estados Unidos que en algún momento les prestó ayuda militar para abatir parte de las tropas del Estado Islámico, ahora los mira cada vez con más amenaza, probablemente debido a los intereses turcos y al carácter emancipador del proyecto kurdo que se gesta con varios nombres, uno de los que más a resonado en el último tiempo es el de la Federación de Pueblos del Norte de Siria. Nombre que busca acentuar el carácter pluricultural del proyecto.

En rojo: Gobierno sirio. En verde: Oposición siria (verde oscuro indica mercenarios con apoyo de Turquía y efectivos del ejército turco). En amarillo: Fuerzas Democráticas Sirias (incluyen a las YPG-YPJ kurdas). En gris: grupo Tahrir al-Sham. En negro: Estado Islámico (Daesh). Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Template:Syrian_Civil_War_detailed_map

Las sucesivas intervenciones de las potencias imperialistas de Europa, Estados Unidos, Israel y las monarquías absolutas y regímenes religiosos del Golfo Pérsico han desestabilizado la región durante años, buscando ejercer su influencia política, religiosa y militar. Junto a esto, un régimen de más de 50 años en el poder, una dictadura de décadas que con propaganda de un pretendido Socialismo cimentó la represión y la arabización forzada de las diferentes culturas de Medio Oriente.

Inicialmente las Fuerzas Armadas de Siria se enfrentaron contra grupos armados rebeldes, llamados en Occidente como «oposición siria». Desde entonces, muchos grupos y combatientes rebeldes se unieron al denominado Estado Islámico de Irak y el Levante o Estado Islámico que invadió vastas extensiones de Siria desde Irak en 2014.

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La aparición de este protoestado fundamentalista religioso fue facilitado por las invasiones de las potencias norteatlánticas y el creciente negocio de efectivos militares mercenarios en la región. El grupo terrorista autodenominado Estado Islámico avanzó conquistando enormes territorios no solo en Siria e Irak, masacrando a todos y todas aquellas que se opusieron, e incluso a aquellos que sin oponerse solamente profesaban una fe distinta a la del Islam.

Desde 2014 en adelante, con la invasión de grupos fundamentalistas mercenarios, el control territorial del régimen estuvo cerca de colapsar luego de haber perdido vastas provincias, sin embargo, potencias como Rusia e Irán, que también buscan asegurar su influencia en la región, entraron en la contienda ayudando a Bashar al Assad a mantenerse en el poder. Desde 2017, el gobierno sirio ha estado recuperando gran parte de su control en el país en una campaña contra el Daesh.

Vestigios de los combates en Kobane (Ayn al-Arab)

En la zona llamada «Kurdistán sirio» o Rojava cerca de la frontera con Turquía, obtuvo su autonomía regional después de victorias contra el grupo Estado Islámico, y desde entonces ha buscado desarrollar un Estado laico, bajo principios como confederalismo democrático: la igualdad de género, el socialismo, una pretendida protección ambiental y particularmente una nueva relación con la naturaleza. Esta región autónoma está constituida por tres cantones con autogobierno: Afrin, Jazira y Kobanî además de la región de Shahba.

Ruinas en Kobane (Ayn al-Arab)

Mientras tanto la coalición internacional liderada por Estados Unidos tras la fachada de luchar contra la dictadura siria y el Estado islámico, en realidad esconde oscuros intereses por obtener las riquezas petrolíferas de la zona. Por otro lado el Estado turco aprovechando el caos y adentrándose militarmente en terreno sirio para expandir sus territorios y de paso aplastar a la población kurda que históricamente ha sido objeto de sus políticas represivas. Al mismo tiempo, Rusia e Irán buscan potenciar su influencia en la zona apoyando al anquilosado régimen Baaz de Damasco.

Bandera de las milicias YPG/YPJ kurdas en Qamishli

Este documental  "Rojava: una utopía en el corazón del caos sirio", se relata la situación actual en el territorio sirio dominado por las Unidades de Protección del Pueblo (YPG/YPJ), las cuales en el último periodo han liberado gran cantidad de terreno en contra del Estado Islámico. Estas unidades de resistencia son el producto de un largo proceso de resistencia del pueblo kurdo frente a los intentos de aniquilación material y cultural de los diferentes estados que los reprimen. Historia que se remonta a organizaciones como el PKK que han sido influenciadas por el marxismo leninismo, el anarquismo, el feminismo y la ecología política. El documental filmado por Chris Den Hond y Mireille Court relata esta fascinante historia en el corazón de Rojava, el Kurdistán sirio que hoy vive un interesante proceso de transformación política sin precedentes en Medio Oriente y el mundo.

[DOCUMENTAL] ROJAVA: Una utopía en el corazón del caos sirio