Una enorme movilización de más de un millón de estudiantes, docentes, trabajadores y trabajadoras de la educación, centrales sindicales, agrupaciones políticas, entre otras, repletaron la tarde de este martes las calles de casi todas las ciudades de Argentina en la «marcha federal universitaria» en defensa de la educación pública ante la reducción gigante de presupuesto y las amenazas de reformas que quiere implementar el gobierno de ultraderecha que impondría un sistema universitario similar al chileno. La de ayer fue una de las protestas más grandes en contra de Javier Milei hasta ahora.
La movilización tiene como disparador la asignación del mismo presupuesto de 2023 para este año en curso, con una inflación anual del 287 %, lo que en términos reales equivale a una disminución del 70% . Esto se ha traducido en que en muchas casas de estudio públicas, incluso estén haciendo clases sin luz y sin calefacción.
Fue en Córdoba donde se inicio a las marchas, que en este caso atravesó buena parte del centro de la ciudad, desde el Monumento a la Reforma Universitaria del 19 hasta el Patio Olmos.
Sin embargo, la convocatoria más grande se vivió en Buenos Aires y partió del Congreso Nacional hacia la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada. Esta manifestación estudiantil estuvo acompañada de la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central sindical trasandina que a su vez también tiene convocada una huelga para el próximo 9 de mayo.
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«En La Plata, cientos de estudiantes de la UNLP fueron hacia el rectorado para reclamar en contra del desfinanciamiento impulsado por el gobierno de Javier Milei. Por su lado, una columna de la universidad también se dirigió hacia Plaza de Mayo para unirse a la gran manifestación.» consigna el medio Página/12.
«La Plaza San Martín, en Rosario, también fue colmada por estudiantes y graduados de la Universidad Nacional ubicada en la reconocida ciudad santafecina» agregan.
La situación se repitió con en ciudades como Mendoza, Salta o Tucumán.
En el acto central frente a la Casa Rosada, se hizo lectura de un documento donde indicaron que alertaron que la universidad pública argentina «atraviesa un período crítico como consecuencia de las políticas implementadas por el Gobierno nacional». La misiva firmada por la Federación Universitaria Argentina (FUA), el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y el Frente Sindical de Universidades Nacional, exigió actualización del presupuesto y prometió seguir reclamando por los recursos: «Lucharemos en una irrenunciable resistencia pacífica y democrática».
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También participaron de la movilización varios dirigentes políticos de izquierda, del peronismo e incluso de sectores de la misma coalición de Gobierno, pertenecientes a la Unión Cívica Radical y al Pro de Macri.
Según las organizaciones convocantes, sólo en Buenos Aires la cifra superó las 800 mil personas y más de un millón a nivel nacional, convirtiéndose en una de las demostraciones más grandes de oposición popular central el gobierno ultraderechista de Javier Milei hasta la fecha, pero dada la situación del país, existe una probabilidad que sea el inicio de un ciclo de movilización social que harían muy difícil al Ejecutivo ultraderechista continuar su gobierno.
Por su parte, el vocero de Presidencia, Manuel Adorni, había rechazado la noche previa el llamado a manifestaciones y afirmó que éstas estarían «incentivada por la política», agregando que «Nos preguntamos por qué algunas autoridades levantan la voz ahora y no el año pasado, cuando la inflación fue del 200 %».
El «protocolo antipiquetes»
Un capítulo aparte, como ocurre desde que asumió el actual gobierno ultraderechista, ocurrió con los operativos de seguridad de parte de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien había adelantado que aplicaría el denominado «protocolo antipiquetes», cuyo objetivo central es evitar el bloqueo del tránsito vehicular mediante el uso de la fuerza pública.
Cabe recordar que esta idea de Bullrich quería habilitar a las fuerzas de seguridad federales a intervenir ante casos de protestas en los que se interrumpa la circulación de personas y medios de transporte que podrían actuar sin orden judicial, esto con el objetivo de detener a cualquier persona que comience una marcha.
Sin embargo, la jornada de protesta ayer se desarrolló de forma inmensamente masiva sin inconvenientes ni violencia, como todas las protestas contra la gestión de Javier Milei, confirmando la ridiculez que representaba la idea de este «protocolo», del que ya los medios dejaron de hablar por su total inefectividad.
Imagen principal de @MarchaOrgAr