[resumen.cl] Un estudio evaluó la exposición a pesticidas agrícolas antes del nacimiento y en el primer año de vida, asociándola con un moderado incremento en el riesgo de trastornos de espectro autista, en comparación con hijos de mujeres sin tal exposición. Los hallazgos sustentan los esfuerzos por prevenir la exposición a pesticidas durante la infancia y el embarazo. 

El estudio realizado en Estados Unidos tuvo por objetivo examinar asociaciones entre exposición temprana a pesticidas ambientales y trastornos del espectro autista. El estudio de caso fue realizado en la principal región agrícola de California, Central Valley, usando datos de nacimiento desde registros oficiales del Estado.

Fueron analizados 2961 individuos, con un diagnóstico de trastornos del espectro autista que incluyó 445 con comorbilidad y discapacidad intelectual, los que fueron identificados mediante los registros oficiales de California y relacionados con sus registros de salud.

Los datos del Estado de California basados en un reporte oficial de uso de pesticidas fueron integrados a sistemas de información geográfica para estimar la exposición prenatal e infantil a los pesticidas. Esta exposición fue medida en libras por pesticidas aplicados por acre al mes con 2.000 metros de distancia desde la residencia maternal. Los investigadores seleccionaron 11 sitios con alto uso de pesticidas para examinación a priori de acuerdo a evidencia previa de toxicidad en el desarrollo neurológico.

Aplicación de pesticidas (Glifosato) en el Valle Central de California, Estados Unidos, entre 1998 y 2010. Fuente: http://dx.doi.org/10.1136/bmj.l962

Los resultados del estudio arrojaron que el riesgo de espectro autista estaba asociado con la exposición prenatal a glifosato, clorpirifós, diazinón, malatión, avermectina, y permetrina. Para espectro de desorden de autismo con discapacidad intelectual las probabilidades fueron mayores (en cerca de 30%) para exposición prenatal a glifosato, clorpirifós, diazinón, permetrina, bromuro de metilo, y miclobutanil. La exposición en el primer año de vida incrementa las probabilidades de desorden con discapacidad intelectual comorbida, en más de un 50% para algunos pesticidas.

Los hallazgos sugieren que el riesgo de desorden espectro autista en la descendencia aumentan con la exposición prenatal en el ambiente. Esta exposición fue establecida en 2.000 metros de distancia de la residencia de su madre durante el embarazo, comparado con la descendencia de mujeres de la misma región agrícola sin tal exposición. La exposición de infantes podría incrementar el riesgo para desorden de espectro de autismo con discapacidad intelectual comorbida.

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El estudio señala que después de ajustar los potenciales factores de influencia, los investigadores encontraron moderados incrementos trastornos de espectro autista entre la descendencia expuesta a varios pesticidas (incluidos glifosato, clorpirifos, diazinon, malatión, permetrina, bifentrina y bromuro de metilo) antes del nacimiento y durante el primer año de vida, en comparación con los controles

Las asociaciones fueron más fuertes en aquellos con trastorno de espectro autista y discapacidad intelectual, los cuales representan el lado más severo del espectro de autismo.

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El equipo de investigación apunta a que este es un estudio observacional y por ello no puede establecer causas. Además, los investigadores señalaron algunas limitaciones, tales como la dependencia en los registros de pacientes para detalles sobre diagnósticos, y la incapacidad de examinar los resultados clínicos.

«Nuestros hallazgos sugieren que el riesgo de padecer trastornos de espectro autista puede incrementarse con exposición prenatal e infantil a varios pesticidas comunes en el ambiente que impactan el desarrollo neurológico en estudios experimentales» señalaron los investigadores al portal ScienceDaily

Los investigadores además hicieron un llamado para explorar los mecanismos subyacentes en el desarrollo del autismo. Sin embargo, desde la perspectiva de la salud pública y la medicina preventiva, ellos advierten que sus hallazgos «justifican la necesidad de evitar la exposición prenatal e infantil a pesticidas para proteger el desarrollo del cerebro de los niños».

Glifosato (Roundup) uno de los pesticidas más utilizados y cuestionados. 

La más reciente recopilación llamada Antología Toxicológica del Glifosato ya en su cuarta edición publicada en 2018, abordó una amplia gama de efectos de este herbicida en el ambiente y la salud humana. En su primer capítulo, la antología incluyó artículos sobre el impacto del agrotóxico sobre la salud, específicamente en: linfoma no hodgkin, parkisonismo, teratogénesis y carcinogenicidad. En el capítulo 2 abordó mecanismos de fisiopatología celular, promotor de cáncer, muerte celular programada, mutagenicidad, genotoxicidad y trastornos en el sistema endocrino. En el capítulo 3 abordó la toxicidad en los sistemas orgánicos, hepatoxicidad, trastornos en los sistemas: reproductivo, inmunitario, digestivo, nervioso, renal, cardiovascular, y en fluidos orgánicos. En el capítulo 4 se abordaron los impactos en la biodiversidad, su toxicidad en moluscos, fitoplancton, zooplancton, gastrópodos, algas, oligoquetos, insectos, aves, mamíferos, reptiles, hongos, además de residuos de glifosato en aguas y suelos. En el capítulo 5 se abordó la interferencia nutricional.

La semana pasada, la multinacional Bayer fue declarada culpable de negligencia por un jurado de California ayer miércoles 27 y condenado a pagar cerca de 81 millones de dólares a un agricultor que, según el jurado, habría desarrollado un cáncer por el polémico herbicida Roundup, desarrollado por la subsidiaria Monsanto.

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El jurado determinó que la empresa alemana fue "negligente" al no hacer lo suficiente para advertir a los usuarios del riesgo potencialmente cancerígeno de su producto, que contiene glifosato. La compañía deberá pagar a Edwin Hademan 75 millones de dólares en daños punitivos, 5,6 millones de dólares en indemnización y 200.000 por gastos médicos.

Vea el estudio aquí.